Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa.
La más sublime de todas las oraciones. |
El Santo Sacrificio de la Misa es la más sublime de todas las oraciones, pues Jesucristo se ofrece en él a su eterno Padre, le adora, le da gracias, le ofrece digna reparación y ruega continuamente por su Iglesia, por todos los hombres, sus hermanos y por los pobres pecadores. San Pedro Julián Eymard |
Medita lo que ofreces. |
Si administras los Sacramentos, hermano, medita lo que haces; si celebras la Santa Misa, medita lo que ofreces. San Carlos Borromeo |
Sólo quien cree y vive debe comulgar. |
A nadie le es lícito participar de la Eucaristía sino al que crea que son verdad las cosas que enseñamos, y se haya lavado en aquel baño que da el perdón de los pecados y la nueva vida, y lleve una vida tal como Cristo enseñó. San Justino Mártir |
La Santa Misa diaria. |
Yo comulgo muchas veces porque soy imperfecto. San Francisco de Sales |
El único amor. |
La única gran cosa que hay que amar en la tierra es el Santísimo Sacramento. John Ronald Reuel Tolkien |
La gracia especial de ir derechamente al cielo. | |
Nada hay en el mundo como las indulgencias y la Santa Misa para alcanzar el precioso favor, la gracia especial de ir derechamente al Cielo sin pasar por el Purgatorio, o al menos sin estar mucho tiempo en medio de sus abrasadoras llamas. San Leonardo de Porto Maurizio | |
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