Oír, por lo menos cada día, a ser posible, una Santa Misa. |
San Francisco de Asís ardía de amor en sus entrañas hacia el sacramento del cuerpo del Señor, sintiéndose oprimido y anonadado por el estupor al considerar tan estimable dignación y tan ardentísima caridad. Reputaba un grave desprecio no oír, por lo menos cada día, a ser posible, una Santa Misa. Comulgaba muchísimas veces, y con tanta devoción, que infundía fervor a los presentes. Sintiendo especial reverencia por el Sacramento, digno de todo respeto, ofrecía el sacrificio de todos sus miembros, y al recibir al Cordero sin mancha, inmolaba el espíritu con aquel sagrado fuego que ardía siempre en el altar de su corazón. Beato Tomás de Celano |
Vosotros debéis ser lo que veis y debéis recibir lo que sois. |
Quien recibe el misterio de la unidad, la Eucaristía, y no tiene el vínculo de la paz no recibe un misterio salvador en favor suyo, sino un testimonio contra sí mismo. Si vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros entonces vuestro mismo misterio reposa sobre la mesa de la Eucaristía. Vosotros debéis ser lo que veis y debéis recibir lo que sois. San Agustín |
Ser María para Jesús. |
Quisiera ser como María, ser María para Jesús, ocupar el puesto de su madre. En mis Comuniones, a María la tengo siempre presente. De sus manos quiero recibir a Jesús, ella debe hacerme una sola cosa con Él. Yo no puedo separar a María de Jesús. ¡Salve! ¡Oh Cuerpo nacido de María! ¡Salve María, aurora de la Eucaristía! Beata María Cándida de la Eucaristía |
Aacercaos a la fuente de todo bien. |
Perderéis, pues, almas devotas, grandes tesoros de gracias méritos, si por vuestra propia voluntad dejáis de comulgar diariamente o con la mayor frecuencia posible. Por lo mismo que os conocéis tan pobres, acercaos a la fuente de todo bien; como palomas sedientas, id a saciar vuestra sed en la Sangre purísima del Cordero Inmaculado. Devocionario Escogido |
La liturgia es la puerta de nuestra unión con Dios. |
La liturgia es la puerta de nuestra unión con Dios. Si las celebraciones eucarísticas se transforman en auto-celebraciones humanas el peligro es inmenso porque Dios desaparece. Se debe comenzar por volver a poner a Dios al centro de la liturgia. Cardenal Robert Sarah |
El gran deseo que tiene Jesús de unirse a nosotros. |
...Y para inclinarnos a recibirle nos alienta con la promesa del paraíso: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna" Jn 6, 55. "El que come este pan vivirá eternamente" Jn 6, 58. En suma, a quien no comulgare, le amenaza con excluirlo del paraíso y lanzarlo al infierno: "Si no comiereis la carne del Hijo del hombre y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros" Jn 6, 54. Estas invitaciones, estas promesas y estas amenazas nacen todas del gran deseo que tiene de unirse a nosotros en este sacramento. San Alfonso María de Ligorio |
Nos alienta con la promesa del paraíso. |
Para que nos resolviéramos a recibirle en la sagrada comunión, no sólo nos exhorta a ello con repetidas invitaciones: "Venid a comer de mi pan y bebed del vino que he mezclado" Prov 9, 15. "Comed, amigos; bebed y embriagaos, queridos" Cant 5, 1, sino que también nos lo impone de precepto: "Tomad y comed; éste es mi Cuerpo" I Cor 11, 24... San Alfonso María de Ligorio |
La comunión compensa todas las pérdidas espirituales del alma. | |
La comunión, con tal que se reciba en estado de gracia, compensa todas las pérdidas espirituales del alma. Si, cuando arrastrado por la vehemencia del amor de mi Corazón, entro por la comunión en un alma que no tiene pecado mortal, la colmo de bienes. Jesús a Santa Gertrudis | |
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