Aquí sólo podemos ofrecerle unos cuantos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa
En la Eucaristía María extiende y perpetúa su Maternidad Divina. |
San Agustín, Doctor de la Iglesia, decía: En la Eucaristía "María extiende y perpetúa su Maternidad Divina". Y hablando sobre su madre Santa Mónica: "Ella no dejó pasar un día sin estar presente en el Divino Sacrificio ante tu Altar, oh Dios". |
María nos da la Eucaristía. |
María nos da la Eucaristía en oposición al alimento que nos da Eva. María es, además, el sagrario donde ha habitado el Verbo que se ha hecho carne, símbolo de la morada del Verbo en la Eucaristía. El mismo cuerpo de Jesús, nacido de María, es nacido para hacerse Eucaristía. San Efrén |
El mismo Jesucristo que nació de María Virgen. |
El mismo Jesucristo que nació de María Virgen; el mismo que estuvo recostado en el pesebre del frío establo; el mismo que recibió el mensaje de los tres Magos, está presente en la Santísima Eucaristía; y como un día en el establo de Belén, también ahora en el Santísimo Sacramento está esperando el homenaje y la adoración de sus fieles. Siervo de Dios Mons. Tihámer Tóth |
En cualquier lugar que se celebra la Santa Misa es Navidad. |
Este niño es verdaderamente el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. Su reino se extiende realmente hasta los confines de la tierra. En la magnitud universal de la santa Eucaristía, Él ha hecho surgir realmente islas de paz. En cualquier lugar que se celebra la Santa Misa hay una isla de paz, de esa paz que es propia de Dios. S.S. Benedicto XVI |
Una multitud de ángeles baja del cielo para adorar a Jesús Eucaristía. |
El santo abad Nilo nos refiere que su maestro San Juan Crisóstomo le dijo un día confidencialmente que, durante la Santa Misa, veía a una multitud de ángeles bajando del cielo para adorar a Jesús sobre el altar, mientras muchos de ellos recorrían la iglesia para inspirar a los fieles el respeto y amor que debemos sentir por Jesucristo presente sobre el altar.
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Una Navidad y una Pascua perenne. |
La Santísima Eucaristía no es tan sólo una Navidad perenne, sino también una Pascua perpetua para nosotros, una Pascua que nos colma de alegría, que nos vivifica, que renueva nuestra alma quebrantada. Siervo de Dios Mons. Tihámer Tóth |
La Carne y la Sangre de Jesús son la carne y la sangre maternal de María Santísima. | |
Si Adán pudo llamar a Eva al ser ella sacada de su costilla: "hueso de mis huesos y carne de mi carne" Gen 2,23, no puede la Virgen María aun con mayor derecho llamar a Jesús "¿Carne de mi carne y Sangre de mi sangre?". Tomado de la "Virgen intacta", la Carne de Jesús es la carne maternal de María; la Sangre de Jesús es la sangre maternal de María. Así pues, no será nunca posible el separar a Jesús de María. Santo Tomás de Aquino | |
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