Entradas populares

sábado, 1 de enero de 2022

Evangelio del día

Lucas 2:16-21
Los pastores se apresuraron a ir a Belén y encontraron a María y a José, y al niño


Evangelio según San Lucas 2,16-21.

Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño,
y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


Bulle

Santa Faustina Kowalska (1905-1938)
religiosa
Pequeño diario, 161 (Petit journal, la Miséricorde divine dans mon âme, Parole et Dialogue, 2002)


María, ¡sé la guardiana de mi vida!

Oh María, Virgen Inmaculada,
Cristal puro de mi corazón
Eres mi fuerza, ancla poderosa,
Eres escudo y defensa del débil corazón.
Oh María, pura e inigualable,
Virgen y Madre al mismo tiempo,
Eres bella como el sol, sin mancha alguna,
A la imagen de Tu alma, nada se puede comparar.
Tu belleza ha tanto subyugado la mirada del Tres veces Santo,
Que dejando el Trono eterno, descendió del Cielo,
Revistió el cuerpo y la sangre venidos de Tu Corazón,
Y se escondió nueve meses en el corazón de una Virgen.
Oh Madre, Virgen, nadie podría imaginar
Que Dios infinito devino hombre,
Sólo por Su amor e insondable misericordia,
Por Ti, Madre, nos es dado de vivir eternamente con Él.
Oh María, Madre Virgen y Puerta del cielo,
Por Ti vino la salvación,
De Tus manos brota para nosotros cada gracia,
Sólo una fiel imitación de Ti me santificará
Oh María, Virgen, el más bello Lis,
Tu Corazón era para Jesús el primer tabernáculo sobre la tierra
Porque Tu humildad era la más profunda,
Tú eres elevada más arriba de los coros angélicos y los santos.
Oh María, mi dulce Madre,
Te doy mi alma, mi cuerpo y mi pobre corazón,
Sé la guardiana de mi vida,
Particularmente a la hora de la muerte, en el último combate.   (EDD)


























No hay comentarios:

Publicar un comentario