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lunes, 16 de septiembre de 2024

¿Le quita el cristianismo la diversión a la vida?

A veces el cristianismo puede parecer un gran aguafiestas, que con su negatividad nos quita la diversión y nos impide vivir la vida en plenitud

Mucha gente ve al cristianismo como un aguafiestas que arruina la vida y la diversión de todo el mundo con su constante negatividad. Esto lleva a suponer que a los cristianos se les impide de algún modo vivir una vida plena y que el cristianismo lo empeora todo.

Ya sea en el matrimonio o en la vida de soltero, el cristianismo le quita toda la "diversión" a la vida.

Vivir la vida bella

San Francisco de Sales argumenta en contra de esta imagen en su Introducción a la vida devota, y cree que el cristianismo conduce a una mayor plenitud y alegría:

"La devoción verdadera no obstaculiza nada, sino que, por el contrario, lo perfecciona todo; y la que va en contra de la vocación legítima de alguien es, puedes estar seguro, una devoción espuria".

A continuación hace una analogía comparando una vida devota con la acción de las abejas:

"Aristóteles dice que la abeja chupa la miel de las flores sin dañarlas, dejándolas tan enteras y frescas como las encontró; pero la verdadera devoción lo hace aún mejor, pues no solo no obstaculiza ningún tipo de vocación o deber, sino que, por el contrario, lo adorna y embellece todo. Echa piedras preciosas en miel, y cada una crecerá más brillante según su color".

Es mejor vivir unidos a Dios

Esto significa que todo lo que hacemos en la vida es aún mejor cuando estamos unidos a Dios:

"Todo el mundo cumple mejor su vocación especial cuando está sujeto a la influencia de la devoción: los deberes familiares son más ligeros, el amor conyugal más verdadero, el servicio a nuestro Rey más fiel, toda clase de ocupación más aceptable y mejor realizada cuando ésta es la guía".

Los santos vuelven a ser grandes ejemplos para nosotros, pues nos muestran cómo vivir cerca de Dios conduce a una vida hermosa, llena de alegría, felicidad y plenitud.

Los cristianos pueden no ser capaces de hacer todo lo que quieran, pero son capaces de hacer lo que es correcto, lo que conduce a una libertad aún mayor que no está lastrada por la esclavitud al pecado.

Philip Kosloski, Aleteia

Vea también   La Formación de los Estados de Ánimo

















Pensamiento MSC del día


 

Evangelio del día

Carta I de San Pablo a los Corintios 11,17-26.33.

Y ya que les hago esta advertencia, no puedo felicitarlos por sus reuniones, que en lugar de beneficiarlos, los perjudican.
Ante todo, porque he oído decir que cuando celebran sus asambleas, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo.
Sin embargo, es preciso que se formen partidos entre ustedes, para se pongan de manifiesto los que tienen verdadera virtud.
Cuando se reúnen, lo que menos hacen es comer la Cena del Señor,
porque apenas se sientan a la mesa, cada uno se apresura a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se pone ebrio.
¿Acaso no tienen sus casas para comer y beber? ¿O tan poco aprecio tienen a la Iglesia de Dios, que quieren hacer pasar vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Los voy a alabar? En esto, no puedo alabarlos.
Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan,
dio gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memora mía".
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva.
Así, hermanos, cuando se reúnan para participar de la Cena, espérense unos a otros.


Salmo 40(39),7-8a.8b-9.10.17.

Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: “Aquí estoy.

En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo, Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón».

Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
Tú lo sabes, Señor.

Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan,
y digan siempre los que desean tu victoria:
“¡Qué grande es el Señor!”.


Evangelio según San Lucas 7,1-10.

Cuando Jesús terminó de decir todas estas cosas al pueblo, entró en Cafarnaún.
Había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho.
Como había oído hablar de Jesús, envió a unos ancianos judíos para rogarle que viniera a curar a su servidor.
Cuando estuvieron cerca de Jesús, le suplicaron con insistencia, diciéndole: "El merece que le hagas este favor,
porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga".
Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: "Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa;
por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.
Porque yo -que no soy más que un oficial subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes- cuando digo a uno: 'Ve', él va; y a otro: 'Ven', él viene; y cuando digo a mi sirviente: '¡Tienes que hacer esto!', él lo hace".
Al oír estas palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe".
Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

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Bulle

San Agustín (354-430)
obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 62


«Señor, yo no soy digno»

En la lectura del evangelio que acabamos de escuchar vemos cómo Jesús alaba nuestra fe juntamente con la humildad. Cuando ha prometido ir a curar al criado del centurión, éste ha contestado: «Señor, no te molestes; yo no soy quién para que entres bajo mi techo; dilo de palabra y mi criado quedará sano». Reconociéndose indigno, se muestra no sólo digno de que Cristo entre en su casa, sino también en su corazón...
Porque no habría sido ninguna dicha si el Señor hubiera entrado en su casa y no hubiera entrado también en su corazón. En efecto, Cristo, Maestro en humildad por su ejemplo y sus palabras, se sentó a la mesa en casa de un fariseo orgulloso, llamado Simón (Lc 7,36s). Pero por mucho que estuviera en su mesa, no estaba en su corazón: allí «el Hijo del Hombre no tuvo donde reclinar su cabeza» (Lc 9,58). Aquí, ocurre lo contrario: no entra en la casa del centurión, pero posee su corazón...
Es pues la fe unida a la humildad lo que el Señor alaba en el centurión. Cuando éste dice: «Señor, no te molestes; yo no soy quién para que entres bajo mi techo», el Señor responde: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe»... El Señor vino primero, según la carne, al pueblo de Israel para buscar primero en ese pueblo su oveja perdida cf Lc 15,4)... Los demás, en tanto que hombres, no podemos conocer la medida de la fe de los hombres. Sólo él que ve el fondo del corazón, él a quien nadie engaña, que ha conocido lo que era el corazón de ese hombre al escuchar su palabra llena de humildad, y, a cambio, le dio una palabra que cura. (EDD)

Oración

Letanías de la Humildad

(del Cardenal Merry del Val)

Jesús manso y humilde de Corazón, -Óyeme.

(Después de cada frase decir:Líbrame Jesús)

Del deseo de ser lisonjeado,

Del deseo de ser alabado,

Del deseo de ser honrado,

Del deseo de ser aplaudido,

Del deseo de ser preferido a otros,

Del deseo de ser consultado,

Del deseo de ser aceptado,

Del temor de ser humillado,

Del temor de ser despreciado,

Del temor de ser reprendido,

Del temor de ser calumniado,

Del temor de ser olvidado,

Del temor de ser puesto en ridículo,

Del temor de ser injuriado,

Del temor de ser juzgado con malicia

(Después de cada frase decir:Jesús dame la gracia de desearlo)

Que otros sean más amados que yo,

Que otros sean más estimados que yo,

Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse,

Que otros sean alabados y de mí no se haga caso,

Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil,

Que otros sean preferidos a mí en todo,

Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda,

Oración:

Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo.

Amén.



domingo, 15 de septiembre de 2024

Para que tu familia sea (más) feliz

 Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.


 

Confía

114Panta pisteuei, «todo lo cree», por el contexto, no se debe entender «fe» en el sentido teológico, sino en el sentido corriente de «confianza». (El Papa sigue comentando 1 Co 13,4-7).No se trata sólo de no sospechar que el otro esté mintiendo o engañando. Esa confianza básica reconoce la luz encendida por Dios, que se esconde detrás de la oscuridad, o la brasa que todavía arde debajo de las cenizas.

115. Esta misma confianza hace posible una relación de libertad. No es necesario controlar al otro, seguir minuciosamente sus pasos, para evitar que escape de nuestros brazos. El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar. Esa libertad, que hace posible espacios de autonomía, apertura al mundo y nuevas experiencias, permite que la relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado sin horizontes. Así, los cónyuges, al reencontrarse, pueden vivir la alegría de compartir lo que han recibido y aprendido fuera del círculo familiar. Al mismo tiempo, hace posible la sinceridad y la transparencia, porque cuando uno sabe que los demás confían en él y valoran la bondad básica de su ser, entonces sí se muestra tal cual es, sin ocultamientos. Alguien que sabe que siempre sospechan de él, que lo juzgan sin compasión, que no lo aman de manera incondicional, preferirá guardar sus secretos, esconder sus caídas y debilidades, fingir lo que no es. En cambio, una familia donde reina una básica y cariñosa confianza, y donde siempre se vuelve a confiar a pesar de todo, permite que brote la verdadera identidad de sus miembros, y hace que espontáneamente se rechacen el engaño, la falsedad o la mentira.

De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Capítulo IV: Vocación de la Familia)

Vea también     Rezando al Sagrado Corazón de Jesús por la familia















El obispo Munilla señala 12 puntos que fortalecerán y protegerán a tu matrimonio

El matrimonio es un invento de Dios, anterior incluso al pecado...
pero requiere cuidarlo



Munilla en el Museo del Espacio en Houston, ciudad
donde predicó al Movimiento Familiar Cristiano en agosto









José Ignacio Munilla, el obispo de Alicante, muy seguido en redes sociales, ha difundido en un podcast de RadioMaria.es una conferencia de 45 minutos que impartió el 23 de agosto en Estados Unidos, en el encuentro del Movimiento Familiar Cristiano en la parroquia de San Bartolomé de Houston (Texas). El tema de la charla era El matrimonio, signo de unidad en el amor. También hay una versión en Youtube.

El obispo empezó con dos ideas claves sobre lo que es de verdad el matrimonio "natural, querido por Dios" y luego desarrolló varias ideas que ayudan a fortalecer el matrimonio.

1. El matrimonio es de ley natural, no es una creación judeocristiana

En el pensamiento cristiano y judío, el matrimonio es un invento de Dios. El matrimonio es anterior incluso al pecado, es lo que ya vivían Adán y Eva en presencia de Dios, y aún es posible vivirlo.

Munilla explica: "Dios hizo al hombre y la mujer complementarios e hizo una atracción natural entre ellos, y esa unión está llamada a ser estable y tener consecuencias sociales. El matrimonio, como se dice popularmente, viene 'de fábrica'".

Lo que hizo Cristo fue elevarlo a sacramento. Una razón era recuperar el designio de Dios original, para rescatarlo de las deformaciones que se ven, por ejemplo, en las historias del Antiguo Testamento.

Cristo también buscaba fomentar la vocación a la esponsalidad que tenemos todos, también los sacerdotes. "Este anillo que llevo como obispo es signo de la esponsalidad de Cristo con la Iglesia, el obispo se casa con su diócesis", explicó el obispo. Jesús se desposó con la Iglesia, y el matrimonio es imagen, reflejo, de cómo Cristo se desposó con la Iglesia. Por eso la Escritura llama muchas veces a Cristo "el Esposo".

2. Implica unidad, indisolubilidad, estar abierto a engendrar vida

El matrimonio natural, real, lo que Dios considera matrimonio, es una unión indisoluble, llamada a ser fiel y abierta a engendrar hijos. "Ya no son dos sino una sola carne", dice la Escritura. Es una unidad especial. Una persona puede amar a varios amigos, parientes, hermanos, pero el esposo tiene una parte del corazón que es indivisible, solo para el cónyuge. Es además una unión exclusiva: por eso la Iglesia se opone a la poligamia, y así refuerza históricamente la dignidad de la mujer. También Cristo, al negar el repudio y el divorcio, con el matrimonio indisoluble, refuerza la dignidad de ambos.

En los puentes los enamorados ponen candados y tiran la llave. "Quizá nadie les dijo a esos enamorados nada del matrimonio cristiano, pero entienden que son 'uno con una para siempre' y tiran la llave al río". Decir "te amo con todo mi corazón y todo mi ser... pero no sé hasta cuando" es imposible: si es "con todo el corazón", es "para siempre". Eso sí, "esto que es de ley natural, para el ser humano puede ser costoso, y por eso requiere la gracia de Cristo".

3. No pongas el matrimonio "en espera" mientras se crían los hijos

Criar a los hijos cansa y distrae mucho, y en esa etapa hay el riesgo de posponer una y otra vez al cónyuge a favor de los hijos. Eso es un error. "Lo que los niños necesitan no es un superpapá y una supermamá, lo que necesitan es que papá y mamá se quieran mucho", explica el obispo. Los hijos lo que necesitan es ver la unidad entre sus padres. Cuando los hijos tengan novias, su referencia será el amor que vieron entre su padre y su madre.

4. La unión entre ambos ha de ser visible, también en bienes e intereses

Un matrimonio implica una comunión de bienes, cosas compartidas. Si los hijos ven que los padres marcan mucho la diferencia entre "mis cosas y tus cosas, mis amigos y tus amigas, mis aficiones y las tuyas", les costará ver que son uno, una unidad. Munilla lo señala en el gesto de las "arras". También con la frase del Evangelio: "donde está tu tesoro está tu corazón".

Si cada esposo tiene su corazón en algo muy lejano al otro, debilitará esa unidad. "A la larga puede ser un problema", avisa el obispo.

El matrimonio cristiano es algo muy hermoso, pero en el que se encuentran flores y piedras que hay que saber gestionar (foto de Nathan Dumlao para Unsplash).



5. Se requiere confianza entre esposos, y trabajar esa confianza

Hay confianza mutua cuando las cosas se disciernen en pareja, se examinan honestamente juntos. Hay que creer que Dios "ha puesto junto a mí a la persona adecuada para discernir conmigo en la vida".

6. Evitar la crítica excesiva: mejor ser motivadores

"Si mis comentarios siempre son negativos, siempre le pongo pegas a todo, nunca soy motivador... eso mina la relación", advierte. Las imperfecciones del cónyuge hay que ponerlas en un marco especial: que el cónyuge, con sus imperfecciones, está para la santificación del esposo. Ese cónyuge, ese matrimonio, es el escenario en el que hay que santificarse.

7. Acepta al otro como es, no partas de la esperanza de que cambie

"No hay que esperar a que alguien cambie para amarle. Amándole tal y como es, igual puede cambiar. Uno puede y debe orar por la conversión del cónyuge, pero amándole como es", detalla. Uno ha de priorizar su propia conversión, no la del otro. Con aceptación, ofrecimiento, autocrítica y caminando juntos, "en ese orden", es posible esperar "el momento de gracia de la transformación de uno y otro", confiando "en los tiempos de Dios".

8. Un matrimonio feliz está compuesto de "dos grandes perdonadores"

Darle vueltas a las heridas y tomar nota de los errores, usándolo como munición, daña a la pareja. "El perdón es regenerador, es muestra clara de que se ama a fondo perdido", explica el obispo. Para ser felices "hemos de ser olvidados de nosotros mismos".

9. Hay que cuidar el corazón, guardar los afectos

Pueden surgir enamoramientos y afectos hacia una tercera persona. Para evitarlo, hay que ser muy sincero con uno mismo y cortar por lo sano cuanto antes con esa tercera persona, limitar el trato. Hay mensajes y frases fuera de lugar, también por wasap, que hay que cortar "desde el minuto uno".

10. Pon el corazón en tu compromiso, no en tus sentimientos

Nuestra cultura es muy emotiva, pero las emociones u afectos son volubles. "Los sentimientos son educables y deben ser educados", advierte Munilla. El romanticismo que dice "me ha pegado la flechita de Cupido y no puedo ya hacer nada" es muy dañino. "Tenemos la voluntad y la razón para educar los afectos", insiste. "El matrimonio hace posible el amor, que el amor perdure, la entrega día a día".

También es una falsedad decir que "el amor no se puede conducir" o "el amor es dejarse llevar". Al contrario, el amor implica atarse, comprometerse y "se expresa en obras perseverantes".

11. El matrimonio requiere cuidar la castidad y la pureza

Ya Jesús avisaba: "el que mire a una mujer deseándola ya cometió adulterio en su corazón". "La infidelidad comienza en el corazón y la imaginación antes de llegar a las obras", avisa el obispo. La pornografía, que llega por tantas pantallas y tecnologías, daña a las parejas, a los jóvenes, a los niños... Hay que tomarse en serio las medidas de prevención, no solo para los niños, sino también como pareja.

12. No hay plan B: el casado está comprometido con la indisolubilidad

El cristiano casado no debe ni barajar la posibilidad de la separación y el abandono. Todas las familias tendrán dificultades, pero deben afrontarlas sin pensar jamás en la posibilidad de romper. Hay que entregarse al matrimonio "quemando las naves", sin permitirse la posibilidad de huir del matrimonio.

Además, es un error y una fantasía engañosa estar "soñando con otra vida donde no haya cruz", lo que es falso: en cualquier otra vida también habrá cruces. Y los que se casan por segunda y tercera vez se divorcian mucho más y vuelven a fracasar, "porque el mal estaba en su interior".

Y concluye el obispo Munilla diciendo: "El matrimonio cristiano no es cosa de dos, sino de tres, porque el sacramento cristiano nos da la gracia de hacer posible el amarnos en Cristo".

J.M.C., ReL

Vea también    El Matrimonio y la Familia, Fundamentos
de la Iglesia y de la Sociedad





















12 citas que resumen el viaje más largo del Papa Francisco

 

Pope Francis watches performers dance during his visit to Children of Street Ministry and Callan Services at the Caritas Technical Secondary School in Port Moresby on September 7, 2024.

Cuatro países visitados, 12 días de viaje, 16 discursos pronunciados... A sus 87 años, el Papa Francisco fue al encuentro de millones de fieles católicos en el Sudeste Asiático y Oceanía. Esta es una oportunidad de revivir el viaje más largo de Francisco desde su elección en 2013 a través de sus palabras más memorables

1Combatir el extremismo religioso

En la reunión interreligiosa celebrada en la mezquita Istiqlal de Yakarta el 5 de septiembre.

"Os animo a seguir por este camino: que todos juntos, cultivando cada uno su propia espiritualidad y practicando su propia religión, caminemos en busca de Dios y ayudemos a construir sociedades acogedoras, basadas en el respeto mutuo y el amor recíproco, capaces de alejar la rigidez, el fundamentalismo y el extremismo, siempre peligrosos y nunca justificables".

2Elogio de la natalidad

Discurso a las autoridades indonesias el 4 de septiembre.

"Una parte considerable de la humanidad queda al margen, sin medios para una existencia digna e indefensa ante los graves y crecientes desequilibrios sociales que desencadenan graves conflictos. ¿Y cómo se resuelve esto? Mediante una ley de muerte, es decir, limitando los nacimientos, limitando la mayor riqueza de un país, es decir, los nacimientos. Su país, en cambio, tiene familias con tres, cuatro o cinco hijos. […] Sigan así. Es un ejemplo para todos los países […] Quizá algunas familias prefieran tener un gato, un perrito, y no un niño. No está bien".

3Instrucciones sobre la evangelización

Catedral de Yakarta, 4 de septiembre.

"Anunciar el Evangelio no significa imponer u oponer la propia fe a la de los demás, no significa hacer proselitismo, significa dar y compartir la alegría del encuentro con Cristo, siempre con gran respeto y afecto fraterno hacia todos".

4Poner fin a la violencia tribal

Durante un discurso ante las autoridades de Papúa Nueva Guinea, el 7 de septiembre.

"En particular, me gustaría que se pusiera fin a la violencia tribal, que desgraciadamente se cobra muchas víctimas. Hacen imposible vivir en paz y obstaculizan el desarrollo. Apelo, pues, al sentido de la responsabilidad de todos para detener la espiral de violencia y emprender resueltamente el camino que conduce a una cooperación fructífera, en beneficio de todos los habitantes del país".

5"expertos" en belleza

Durante la breve escala en Vanimo el 8 de septiembre.

"Ustedes aquí son 'expertos' en belleza, ¡porque están rodeados de belleza! Vivís en una tierra magnífica, rica en una gran variedad de plantas y pájaros, y no podéis dejar de maravillaros ante los colores, los sonidos, las fragancias, el grandioso espectáculo de una naturaleza rebosante de vida, ¡que recuerda al Edén! Pero el Señor te confía esta riqueza como signo e instrumento".

6Promesa para los niños discapacitados y abandonados

En una reunión con casi 900 niños de la calle.

"Ninguno de nosotros es una 'carga'. Todos somos magníficos regalos de Dios, un tesoro para los demás".

7Por la plena reconciliación

En un discurso dirigido a las autoridades civiles de Timor Oriental el 9 de septiembre.

"En particular, quisiera recordar y saludar vuestros asiduos esfuerzos por lograr la plena reconciliación con vuestros hermanos y hermanas de Indonesia, actitud que tiene su primera y más pura fuente en las enseñanzas del Evangelio. Habéis mantenido firme la esperanza incluso en la aflicción y, gracias al temperamento de vuestro pueblo y a vuestra fe, habéis transformado la tristeza en alegría. ¡Quiera el Cielo que, en otras situaciones de conflicto y en distintas partes del mundo, prevalezcan también el deseo de paz y la purificación de la memoria, para que las heridas cicatricen y la reconciliación sustituya al odio y la colaboración a la oposición!"

8"Cuidado con los cocodrilos"

Durante la Misa en la gran explanada de Dili, el 10 de septiembre.

"En Timor Oriental es maravilloso porque hay muchos niños: es un país joven en el que se siente la vida palpitando y estallando por todas partes. Y eso es un regalo, un gran regalo […] ¡Cuidado! Cuidado con los cocodrilos que quieren cambiar vuestra cultura, que quieren cambiar vuestra historia. Mantente fiel. Y aléjate de esos cocodrilos porque muerden, y muerden fuerte. Os deseo la paz. Espero que sigáis teniendo muchos hijos: ¡que la sonrisa de esta gente sean sus hijos".

9Los sacerdotes no son superiores

Pope Francis (C) attends a meeting with bishops, priests, deacons, consecrated persons, seminarians and catechists at the Immaculate Conception Cathedral in Dili on September 10, 2024.

Durante un discurso al clero en la catedral de Dili, el 10 de septiembre.

"No olvidéis la cultura del pueblo que habéis recibido. No sois superiores. Tampoco debéis caer en la tentación del orgullo y del poder. ¿Y sabéis cómo empieza la tentación del poder? Lo entiendes, ¿verdad? Mi abuela me decía: 'El diablo entra por los bolsillos' […]. Por favor, no pienses en tu ministerio como un prestigio social. No, el ministerio es un servicio".

10protección de los trabajadores migrantes

En un discurso pronunciado ante las autoridades singapurenses el 12 de septiembre.

"Reconozco y acojo con satisfacción las diversas políticas e iniciativas que se han puesto en marcha para apoyar a las personas marginadas, y me gustaría que se prestara especial atención a los pobres, los ancianos -cuyo trabajo ha sentado las bases del Singapur que hoy conocemos- y a la protección de la dignidad de los trabajadores migrantes, que tanto contribuyen a construir la sociedad, y a los que debe garantizarse un salario justo".

11El amor como palanca de crecimiento

Durante la Misa celebrada en el Estadio Nacional de Singapur el 12 de septiembre.

"Si algo bueno existe y permanece en este mundo es solo porque, en infinitas y variadas circunstancias, el amor ha prevalecido sobre el odio, la solidaridad sobre la indiferencia, la generosidad sobre el egoísmo. Sin él, incluso aquí, nadie habría podido hacer crecer una metrópolis tan grande, los arquitectos no habrían diseñado, los obreros no habrían trabajado y nada se habría conseguido […]. La inversión más rentable a los ojos de Dios somos nosotros: hijos amados de un mismo Padre".

12Todas las religiones son un camino hacia Dios

Durante un intercambio espontáneo con jóvenes de distintas religiones en el Catholic Junior College el 13 de septiembre.

"Si empiezas a discutir, a decir: 'Mi religión es más importante que la tuya…', 'La mía es la verdadera, la tuya no lo es…'… ¿Adónde lleva eso? […] Todas las religiones son un camino hacia Dios. Unos son sijs, otros musulmanes, otros hindúes, otros cristianos, pero todos son caminos diferentes".

I:Media, Aleteia