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sábado, 14 de septiembre de 2024

Cómo renovar el mundo según san Alberto Hurtado

 

San Alberto Hurtado fue un sacerdote chileno comprometido con la acción social que sigue inspirando a muchos cristianos deseosos de cambiar el mundo en el que viven

San Alberto Hurtado (1901-1952) sacerdote católico reconocido por su acción social y por haber fundado el Hogar de Cristo, tuvo una influencia inmensa en Chile, al punto que el gobierno instituyó el Día de la Solidaridad el mismo día de su prematura muerte por un cáncer de páncreas.

Sin embargo, el Padre Hurtado no solo es recordado por su compromiso social. Sus mensajes inspiraron, en vida y tras ella, a miles de chilenos, se desempeñen donde se desempeñen.

A continuación, un compilado con algunas de las frases e ideas más destacadas para renovar el mundo de este gran santo latinoamericano:

1¿Qué haría Cristo en mi lugar?

Ante cada problema, ante los grandes de la tierra, ante los problemas políticos de nuestro tiempo, ante los pobres, ante sus dolores y miserias, ante la defección de colaboradores, ante la escasez de operarios, ante la insuficiencia de nuestras obras ¿Qué haría Cristo si estuviera en mi lugar?

2Lo más grande que tiene el mundo

Lo más grande que tiene el mundo es la Santa Iglesia, Católica, Apostólica, Romana, nuestra Madre, como nos gloriamos en llamarla. ¿Qué sería del mundo sin ella? Porque es nuestra Madre, tenemos también frente a ella una responsabilidad filial: ella está a cargo de sus hijos, confiada a su responsabilidad, dependiendo de sus cuidados… Ella será lo que queramos que sea. Planteémonos, pues, el problema de nuestra responsabilidad frente a la Iglesia.

3Muchos sacerdotes santos

Todo buen ciudadano deberá estar profundamente interesado en que la Iglesia de su patria tuviera muchos y santos sacerdotes. Ellos son la más segura garantía de un progreso valiente y justo en el porvenir. El sacerdote es el padre, doctor, consejero, consolador, amigo, dispensador de la gracia. Cristo viviendo permanentemente en el mundo.

4Interés por los hermanos

Un cristiano verdaderamente consciente de su fe no puede menos que preguntarse cuál es la situación de sus hermanos, cuáles son sus alegrías y sus dolores para «gozarse con los que gozan y dolerse con los que lloran», como lo hacía Pablo de Tarso.

5Conocer mejor la religión y a Cristo

Para realizar este ideal una sola petición quiero hacerles, jóvenes esposos: es que procuren juntos trabajar cada día por conocer más íntimamente su religión, por conocer mejor a Cristo, el gran desconocido de tantos hogares del siglo XX, que recorráis juntos las páginas del Evangelio, las meditéis con amor, y estoy seguro que esa lectura no será ineficaz.

6Ser cristiano para amar

Un cristiano sin una preocupación intensa de amar es como un agricultor despreocupado de la tierra, un marinero desinteresado del mar, un músico que no se cuida de la armonía. ¡Si el cristianismo es la religión del amor!

7Servir al país

Muchos van a la política para brillar, para surgir, para destacarse: motivos pobres. Otros para defender intereses de un gremio obrero o capitalista, o lo que es más triste todavía, puramente personales; para disfrutar de una influencia que se puede hacer pagar, motivo indigno y bochornoso. Otros van a defender los intereses de su partido, un motivo justo pero insuficiente, porque sobre los intereses del partido están los intereses nacionales. Otros, Dios quiera que sean muchos, van a la política para servir al país.

8Luchar contra la miseria

Acabar con la miseria es imposible, pero luchar contra ella es deber sagrado.

9Amar al pobre

No descansen mientras haya un dolor que mitigar… Una cruzada de amor y respeto al pobre…porque el pobre es Cristo, Cristo desnudo, Cristo con hambre, Cristo sucio, Cristo enfermo, Cristo abandonado.

10Olvidarse de sí

Es necesario comenzar por salir del ambiente enfermizo de preocupaciones egoístas. Hay gente que vive triste y atormentada por recuerdos del pasado, por lo que los demás piensan de él en el presente, y por lo que podría ocurrirle en el futuro. Que se olviden pues, de sí y se preocupen de los demás, de hacerles algún bien, de servirlos y los fantasmas grises irán desapareciendo. La felicidad no depende de fuera, sino de dentro.

Todas estas frases, y muchas más, se pueden encontrar en la gran colección de escritos y mensajes del padre Alberto Hurtado publicadas en: http://www.padrealbertohurtado.cl/

Esteban Pittaro, Aleteia 

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