Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
Admirable y singular conversión de toda la substancia. |
De la transubstanciación dan los Padre tridentinos la siguiente definición: Admirable y singular conversión de toda la substancia del pan en el cuerpo y de toda la substancia del vino en la sangre de Cristo, permaneciendo solamente las especies. Concilio de Trento |
Jesús viene a hacernos participantes de sus divinos dones. |
Poseer a Jesús en nuestro corazón, en la comunión, es poseer todos sus tesoros y todas sus gracias, pues no se despoja de sus divinos dones al comunicársenos, sino que viene a hacernos participantes de ellos; viene a embellecer nuestra alma, a vivificarla con su espíritu, renovarla con su amor, hacerla más heroica en sus abnegaciones y mas valerosa en sus sacrificios. Devocionario Escogido |
En cada Santa Misa se renueva la Encarnación. |
Así como Jesucristo se hizo hombre cuando la virtud del Espíritu Santo cubrió con su sombra a la Santísima Virgen María, así renueva la Encarnación en cada Santa Misa sacramentalmente por obra del mismo Santo Espíritu. Beato Alain de la Róche op |
Os suplico a todos que tributéis toda reverencia y todo el honor. |
Así, pues, besándoos los pies y con la caridad que puedo, os suplico a todos vosotros, hermanos, que tributéis toda reverencia y todo el honor, en fin, cuanto os sea posible, al Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, en quien todas las cosas que hay en cielos y tierra han sido pacificadas y reconciliadas con el Dios omnipotente. San Francisco de Asís |
Dios es allí el principal autor y obrador invisible. |
Sólo los sacerdotes ordenados en la Iglesia tienen poder de celebrar y consagrar el cuerpo de Jesucristo. El sacerdote es ministro de Dios, cuyas palabras usa por su mandamiento y ordenación; mas Dios es allí el principal autor y obrador invisible, a cuya voluntad todo está sujeto, y a cuyo mandamiento todo obedece. Beato Tomás de Kempis |
Grande es este misterio, y grande es la dignidad de los sacerdotes. |
Aunque tuvieses la pureza de los ángeles, y la santidad de San Juan Bautista, no serías digno de recibir ni manejar este Sacramento. Porque no cabe en merecimiento humano que el hombre consagre y tenga en sus manos el Sacramento de Cristo y coma el pan de los ángeles. Grande es este misterio, y grande es la dignidad de los sacerdotes, a los cuales es dado lo que no es concedido a los ángeles. Beato Tomás de Kempis |
Si forzosamente obligada no puedes asistir a la Santa Misa. | |
Si forzosamente obligada, no puedes asistir a la celebración de este augusto sacrificio, con una presencia real, es menester que, a lo menos' lleves allí tu corazón, para asistir de una manera espiritual. A cualquiera hora de la mañana ve a la iglesia en espíritu, si no puedes ir de otra manera; une tu intención a la de todos los cristianos, y, en el lugar donde te encuentres, haz los mismos actos interiores que harías, si estuvieses realmente presente a la celebración de la santa Misa en alguna iglesia. San Francisco de Sales | |
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