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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Evangelio del día


 

Carta de San Pablo a los Filipenses 2,12-18.

Queridos míos, ustedes que siempre me han obedecido, trabajen por su salvación con temor y temblor, no solamente cuando estoy entre ustedes, sino mucho más ahora que estoy ausente.
Porque Dios es el que produce en ustedes el querer y el hacer, conforme a su designio de amor.
Procedan en todo sin murmuraciones ni discusiones:
así serán irreprochables y puros, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación extraviada y pervertida, dentro de la cual ustedes brillan como haces de luz en el mundo,
mostrándole la Palabra de Vida. De esa manera, el Día de Cristo yo podré gloriarme de no haber trabajado ni sufrido en vano.
Y aunque mi sangre debiera derramarse como libación sobre el sacrificio y la ofrenda sagrada, que es la fe de ustedes, yo me siento dichoso y comparto su alegría.
También ustedes siéntanse dichosos y alégrense conmigo.


Salmo 27(26),1.4.13-14.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Una sola cosa he pedido al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del Señor
todos los días de mi vida,
para gozar de la dulzura del Señor
y contemplar su Templo.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.


Evangelio según San Lucas 14,25-33.

Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo:
"Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla?
No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo:
'Este comenzó a edificar y no pudo terminar'.
¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil?
Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz.
De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo."


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

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Bulle

San Nersés Shnorhalí (1102-1173)
patriarca armenio
Jesús Hijo Único del Padre, II (SC 203. Jésus Fils Unique du Père, Cerf, 1973), trad. sc©evangelizo.org


¡Oh mi Rey, sé el compañero de mi alma!

Mi alma, princesa real,
Cuando entré en el mundo por ella,
Contra los conquistadores de tinieblas,
Entró en una dura guerra. (…)
Los testigos me alababan
Como una persona que conociera su capacidad
Para entrar en lucha con un débil adversario
Y no contra un Antagonista que me superaba.
Pero cuando mi Ángel envió,
Antes de entrar en guerra,
La voluntad de mi libre arbitrio,
Para que haga la paz según la ley,
No escuché el consejo
De tu mandamiento ofrecido en forma de parábola.
Por eso caí en combate,
Con heridas de mil trazos, incurables…
Y cuando sobrevinieron las tentaciones,
Revelaron mis debilidades,
Me separaron de los virtuosos
Me dejaron con los renegados.
Pero Tú, oh mi Rey Celeste,
Hijo Único del Padre todopoderoso,
Sé el compañero de mi alma débil
En el combate espiritual.
Golpea los mil que son a mi izquierda,
Que evidentemente luchan con maldad,
Y los diez mil que son a mi derecha,
Que toman la apariencia del bien.
Fortifícame ante su espada
Con el arma de tu verdad.
Y resguarda mi cabeza, lugar sublime,
Gracias al casco de tu Signo.

(EDD)

Oración
(Sugerimos la anterior)


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