Meditación de San Juan Pablo II sobre la invocación
Recemos
30) Nuestro Intercesor ante el Padre
L. Señor Glorioso, en la víspera de tu pasión dijiste: "Me voy al Padre.. Y lo que pidáis Padre en mi nombre, os lo dará..." (Jn 16,17.23) para que así el Hijo sea glorificado en el Padre.
T. Pedir en tu nombre significa: orar según los sentimientos y el espíritu de tu Corazón. Por eso, acoge en tu Corazón las precauciones de nuestros días y llévalos ante el Padre.
- Para que el Padre se adorado y glorificado, roguemos al Señor,
T. Te lo pedimos Señor.
- Para que los pueblos y naciones busquen la voluntad de Dios y no obstaculicen la venida de su Reino,
T. Roguemos al Señor.
- Para que los pueblos en vía de desarrollo descubran en tu Evangelio la autentica libertad y en tu amor, su única ley,
T. Roguemos al Señor.
- Para que los gobernantes de los pueblos y los responsables de la paz en el mundo utilicen la energía atómica en bien de toda la humanidad,
T. Roguemos al Señor.
- Para que la iglesia mantenga vivo en nosotros el ideal de asemejamos a tu Corazón,
T. Roguemos al Señor.
Para que nuestros hermanos separados lleguen a unirse con nosotros en la fe, y los incrédulos a la luz de la verdad,
T. Roguemos al Señor.
- Para que los pecadores busquen en tu Corazón el perdón y la paz y que los difuntos encuentren en Ti el descanso eterno,
T. Roguemos al Señor.
- Para que algún día lleguemos a contemplar tu Sagrado Corazón en la gloria eterna.
T. Roguemos al Señor.
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