Meditación de San Juan Pablo II sobre la invocación
Recemos
20) Conciencia del mundo
L. Jesús, Salvador de mundo, la "venida del reino de Dios" es la gran preocupación de tu corazón. El poder y la benevolencia del Padre han de reinar en todo el mundo.
1. San Pablo comprendió la intención de tu corazón cuando escribió: "Siendo sinceros en el amor; crezcamos en todo hasta aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas... realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en el amor
2. Os digo, pues, esto y os conjuro en el Señor; que no viváis ya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente, sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluido de la vida de dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza.
1. No es éste el Cristo que vosotros habéis aprendido, si es que habéis oído hablar de El y en El habéis sido enseñados, conforme a la verdad de Jesús, a despojaros, en cuanto a nuestra vida interior, del hombre viejo... y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad" (Te 4, 15 ss).
2. Esta palabra vale también para hoy y es un relato para nuestra conciencia cristiana.
T. Todos somos responsables del espíritu del tiempo y cada uno de nosotros debe preocuparse, a fin de que prensa, radio y televisión sirvan a la verdad y al amor y que tu corazón llegue a ser la conciencia del mundo.
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