5. Por qué ha creado Dios al ser humano y al mundo?
Dios ha creado el mundo por un amor desbordante. Él desea que lo amemos como él nos ama. Él quiere reunirnos en la gran familia de su Iglesia.
Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras odiado algo, no lo habrías creado.
SAB 11, 24
6. Si Dios ha creado el mundo por amor, ¿por qué está tan lleno de injusticia, opresión y sufrimiento?
Dios creó el mundo como algo bueno en sí mismo, pero este se apartó de Dios, optó por oponerse a su amor. La Biblia nos cuenta esto en el relato del pecado original cometido por Adán y Eva. Los seres humanos -véase el relato de la torre de Babel (Gn 11)- quisieron ser como Dios. Desde entonces hay un fallo de tejido en el mundo, un principio de destrucción. Y a partir de aquí ya nada fue como Dios había planeado. También con nuestras decisiones actuales provocamos injusticia y sufrimiento a nuestro mundo. Muchas decisiones erróneas aumentan a menudo las estructuras del mal y del pecado. De hecho, el individuo actúa en un sistema que, en su conjunto, es malo e injusto, y no le resulta nada fácil salirse de él, como cuando, por ejemplo, un soldado es obligado a participar en una guerra criminal.
Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios.
EX 3 , 7-8
El pecado es la cárcel en la que todos nacemos.
SAN IGNACIO DE LOYOLA (1491-1556), fundador de la Compañía de Jesús
Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco.
El apóstol Pablo en ROM 7,15
7. ¿Por qué le ha dado Dios al ser humano la posibilidad de obrar mal?
Dios creó a los seres humanos para amar. Pero el amor no puede imponerse. El ser humano debe ser libre para poder amar de verdad. Si existe la libertad auténtica, también existe la posibilidad de tomar decisiones totalmente erróneas. Los seres humanos pueden incluso destruir su libertad.
Especialícense en el arte de descubrir en todas y cada una de las personas el lado bueno con que cuentan; no hay nadie que solo sea maldad.
DOM HÉLDER CÂMARA (1909-1999), obispo brasileño
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