La conversión de toda la substancia.
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Cristo no se hace presente en este Sacramento sino por la conversión de toda la substancia del pan en su cuerpo y de toda la substancia del vino en su sangre; conversión admirable y singular, que la Iglesia católica justamente y con propiedad llama transubstanciacion.
San Pablo VI |
Volver una y otra vez a la fuente.
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La Iglesia es joven cuando recibe cada día la fuerza siempre nueva de la Palabra de Dios, de la Eucaristía, de la presencia de Cristo y de la fuerza de su Espíritu: cuando es capaz de volver una y otra vez a su fuente.
SS Francisco |
El cuerpo esta verdaderamente unido a la divinidad.
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El cuerpo está verdaderamente unido a la divinidad, el cuerpo nacido de la Santísima Virgen: no porque el mismo cuerpo encarnado descienda del Cielo, sino porque el mismo pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.
San Juan Damasceno |
No hay dos Cristos, sino uno solo.
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El Cristo eucarístico se identifica con el Cristo de la historia de la eternidad. No hay dos Cristos, sino uno solo. Nosotros poseemos, en la Hostia, al Cristo de todos los misterios de la Redención: al Cristo de la Magdalena, del hijo pródigo y de la Samaritana, al Cristo del Tabor y de Getsemaní, al Cristo resucitado de entre los muertos, sentado a la diestra del Padre [...]. Esta maravillosa presencia de Cristo en medio de nosotros debería revolucionar nuestra vida [...]; está aquí con nosotros: en cada ciudad, en cada pueblo.
P. Marie Michel Philipon O.P Los Sacramentos en la Vida Cristiana |
Transubstanciación. 1
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Hay, pues, que persuadirse y creer verdaderamente que después de la consagración ya no hay ni pan ni vino, sino que el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Jesucristo, bajo las apariencias de pan y de vino, y que el mismo Jesucristo, que está en el Cielo, está al mismo tiempo sobre nuestros altares en el Santísimo Sacramento.
San Juan Bautista de la Salle
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