Me comentaba una chica que habían quedado su novio y ella en que tenían que esforzarse por tener un noviazgo bien llevado, en el que se centraran en conocerse, y que no iban a tener relaciones sexuales durante el mismo.
El motivo de la consulta era que a pesar de que todo empezó muy bien, pasado un cierto tiempo, el novio comenzó a tener complejo de víctima. Que siempre que salía a relucir lo que uno hacia por el otro, siempre sacaba como mérito que él estaba pasando - tragando, me dijo- porque no tenían relaciones.
Yo le comenté que el noviazgo es un tiempo donde uno entrena la fidelidad y que no tener relaciones es un muy buen entrenamiento. Aparte de que es prepararse bien para el matrimonio. Exigencias de ese tipo en el noviazgo, facilitan el matrimonio.
“Ya -me respondió-, pero yo creo que se considera una excepción, que se cree un héroe.
Creo que eso no puede ser bueno para nuestro futuro matrimonio”.
La consulta, lógicamente, era para ver qué es lo que me parecía a mí.
Yo, efectivamente, creo que creerse un héroe, que uno le está haciendo un favor al otro, no es positivo para la pareja.
Pero no solamente en el campo de la sexualidad, sino en todos los campos, piénsese en las adicciones, en personas que se casan con una persona que por cualquier razón les da lástima.
Cuando uno de los miembros de una pareja cree que le está haciendo un favor al otro, en el terreno que sea, una vez casado eso aparece por algún sitio.
En una pareja, se debe tener la sensación de igualdad desde el principio, porque así es. Si uno no lo considera de esa forma, cuando haya una pequeña disputa, el que cree que está haciendo un favor puede pensar que es injusto que el otro se enfade, sin tener en cuenta el favor que le ha hecho habiéndose casado con él.
Está en un error. Uno se casa porque quiere y para querer más al otro.
Nunca se casa uno por hacer un favor y esa percepción o la quita de su cabeza o terminará afectando gravemente a la convivencia. Porque la persona que la tiene, antes o después, va a clamar por sus derechos, los cuales en una relación de igualdad no debieran existir. Si se hace así, ya tenemos un problema.
Creerse víctima es, en cualquier situación de la vida, la antesala del fracaso, pero en el matrimonio más. Eso se cuece en el noviazgo.
Si una persona, como ocurre en el caso que nos atañe, se cree que está haciendo más de lo que debe por no tener relaciones durante el noviazgo, hay que tener mucho cuidado.
Además de ser un indicativo de no tener mucha formación y de no estar preparado para el matrimonio, es bastante probable que esa creencia sea un generador de problemas en el futuro.
Con esto, lógicamente, no estoy diciendo que lo que hay que hacer es tener relaciones -nunca lo que va contra Dios, va a unir a las personas, aunque a la corta pueda parecerlo- sino que lo que estoy diciendo es, que si no deja de sentirse víctima, lo sensato sería dejar la relación.
ivoox José María Contreras Luzón La vida como es, ReL
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