Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Pastoral Familiar - Formación
202. «La principal contribución a la pastoral familiar la
ofrece la parroquia, que es una familia de familias, donde se armonizan los
aportes de las pequeñas comunidades, movimientos y asociaciones eclesiales»[232]. Junto con una pastoral específicamente
orientada a las familias, se nos plantea la necesidad de «una formación más
adecuada de los presbíteros, los diáconos, los religiosos y las religiosas, los
catequistas y otros agentes pastorales»[233]. En las respuestas a las consultas enviadas
a todo el mundo, se ha destacado que a los ministros ordenados les suele faltar
formación adecuada para tratar los complejos problemas actuales de las
familias. En este sentido, también puede ser útil la experiencia de la larga
tradición oriental de los sacerdotes casados.
203. Los seminaristas deberían acceder a una formación
interdisciplinaria más amplia sobre noviazgo y matrimonio, y no sólo en cuanto
a la doctrina. Además, la formación no siempre les permite desplegar su mundo
psicoafectivo. Algunos llevan sobre sus vidas la experiencia de su propia
familia herida, con ausencia de padres y con inestabilidad emocional. Habrá que
garantizar durante la formación una maduración para que los futuros ministros
posean el equilibrio psíquico que su tarea les exige. Los vínculos familiares
son fundamentales para fortalecer la sana autoestima de los seminaristas. Por
ello es importante que las familias acompañen todo el proceso del seminario y
del sacerdocio, ya que ayudan a fortalecerlo de un modo realista. En ese
sentido, es saludable la combinación de algún tiempo de vida en el seminario
con otro de vida en parroquias, que permita tomar mayor contacto con la
realidad concreta de las familias. En efecto, a lo largo de su vida pastoral el
sacerdote se encuentra sobre todo con familias. «La presencia de los laicos y
de las familias, en particular la presencia femenina, en la formación
sacerdotal, favorece el aprecio por la variedad y complementariedad de las
diversas vocaciones en la Iglesia»[234].
204. Las respuestas a las consultas también expresan con
insistencia la necesidad de la formación de agentes laicos de pastoral familiar
con ayuda de psicopedagogos, médicos de familia, médicos comunitarios,
asistentes sociales, abogados de minoridad y familia, con apertura a recibir
los aportes de la psicología, la sociología, la sexología, e incluso el counseling.
Los profesionales, en especial quienes tienen experiencia de acompañamiento,
ayudan a encarnar las propuestas pastorales en las situaciones reales y en las
inquietudes concretas de las familias. «Los caminos y cursos de formación
destinados específicamente a los agentes de pastoral podrán hacerles idóneos
para inserir el mismo camino de preparación al matrimonio en la dinámica más
amplia de la vida eclesial»[235]. Una buena capacitación pastoral es
importante «sobre todo a la vista de las situaciones particulares de emergencia
derivadas de los casos de violencia doméstica y el abuso sexual»[236]. Todo esto de ninguna manera disminuye, sino
que complementa, el valor fundamental de la dirección espiritual, de los
inestimables recursos espirituales de la Iglesia y de la Reconciliación
sacramental.
De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Capítulo VI De la
Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Algunas Perspectivas Pastorales)
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