Evangelio
según San Lucas 11,37-41.
Cuando terminó de
hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la
mesa.
El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por
fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia.
¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.
Extraído de la
Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
San Bernardino de Siena (1380-1444)
franciscano
Tratado sobre
la caridad ( Lectures chrétiennes pour notre temps, Coll. La vie spirituelle, Abbaye d'Orval, 1972),
trad. sc©evangelizo.org
Den como
caridad lo que tienen y todo será puro (Lc 11,41)
Ya enseñé que la
caridad se hace con el corazón, las palabras y las obras. Nunca tendrás una
excusa para esto: cuando veas la necesidad de un pobre, debes tener compasión.
Si vas al hospital y no puedes curar la pena de un enfermo, ofrécele al menos
la caridad del corazón y ten compasión. Puedes darle también una caridad que le
será muy apreciada: la palabra. Con la bondad de pocas palabras, aliviarás su
pena. Una omisión de estas palabras no se podría excusar. En cualquier estado o
condición que veas al infortunado, puedes consolarlo. Agrada tanto al pobre la
caridad con una palabra, que enseguida se reconforta y apacigua. Escucha la
Escritura Santa: “¿No calma el rocío el calor ardiente?” (Ecli 18,16). Recuerda
la sensación que experimenta en tiempos de gran calor, cuando encuentras un
abundante rocío a la mañana. Lo mismo, a veces, no pudiendo asistir a un pobre
con los bienes de este mundo, lo sostienes con tu palabra y es renovado y
consolado, aunque no fuera aliviado en su requerimiento material. Pero dices:
si es sordo ¿cómo ofrecerle esta caridad? No es excusa tampoco. Puedes por lo menos
coser sus vestimentas, ayudarlo a vestirse, a calentarse, ingeniarte según los
medios. Nadie es dispensado de compartir con el que lo necesita. (…) No tienes
excusa ante Dios si no lo asistes. Ofrécele la caridad con alegría.
(evangeliodeldia)
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