Evangelio
según San Lucas 13,1-9.
En ese momento se
presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos,
cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios.
El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto
porque eran más pecadores que los demás?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma
manera.
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de
Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma
manera".
Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en
su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró.
Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta
higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'.
Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra
alrededor de ella y la abonaré.
Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".
Extraído de la
Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
San Teodoro de
Tabennesi (?-368)
ermitaño y luego
abad
Catequesis 3
(Lectures chrétiennes pour notre temps, Abbaye d'Orval, 1973), trad.
sc©evangelizo.org
“Puede ser que
así dé frutos en adelante” (Lc 13,9)
Demos gracias a
Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de habernos hecho dignos de recibir
un poco de alegría, en la abundancia de nuestras penas. Él apaciguó nuestro
corazón abatido, aumentando nuestra humildad y fortificando nuestra fe. ¡Qué
nos haga dignos de decir “Me quitaste el luto y me vestiste de fiesta,
convertiste mi lamento en alegría”! (Sal 29,12). (…) Dios busca en nosotros los
frutos del Espíritu Santo. No debemos ser negligentes, nos preguntarán sobre
ellos. Tratemos de estimularnos mutuamente, para que todos produzcamos frutos
en lo que agrada a Dios. Sepamos que Dios se ocupa de nosotros. Trabajemos para
lo que es necesario al cuerpo y esforcémonos en devenir un templo puro para Dios.
Hermanos míos, velen para que ninguno entre ustedes sea excluido de esta
certeza, cuando la gloria del Señor se manifestará:”Todavía falta un poco, muy
poco tiempo, y el que debe venir, vendrá sin tardar. El justo vivirá por
la fe” (Heb 10,37-38).
(evangeliodeldia)
Oración
Danos, Señor, tu luz y tu verdad. Concédenos conocer y vivir el misterio glorioso de tu Presencia real en el corazón de tus fieles. No, no nos han quitado a Cristo. Conforta la fe de aquellos fieles que se ven angustiados por las limitaciones legales impuestas al culto cristiano en el combate contra las persecuciones.
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