Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Preparación
de Novios II
208. Conviene encontrar además las maneras, a través de las
familias misioneras, de las propias familias de los novios y de diversos
recursos pastorales, de ofrecer una preparación remota que haga madurar el amor
que se tienen, con un acompañamiento cercano y testimonial. Suelen ser muy
útiles los grupos de novios y las ofertas de charlas opcionales sobre una
variedad de temas que interesan realmente a los jóvenes. No obstante, son
indispensables algunos momentos personalizados, porque el principal objetivo es
ayudar a cada uno para que aprenda a amar a esta persona concreta con la que
pretende compartir toda la vida. Aprender a amar a alguien no es algo que se
improvisa ni puede ser el objetivo de un breve curso previo a la celebración
del matrimonio. En realidad, cada persona se prepara para el matrimonio desde
su nacimiento. Todo lo que su familia le aportó debería permitirle aprender de
la propia historia y capacitarle para un compromiso pleno y definitivo.
Probablemente quienes llegan mejor preparados al casamiento son quienes han
aprendido de sus propios padres lo que es un matrimonio cristiano, donde ambos
se han elegido sin condiciones, y siguen renovando esa decisión. En ese
sentido, todas las acciones pastorales tendientes a ayudar a los matrimonios a
crecer en el amor y a vivir el Evangelio en la familia, son una ayuda
inestimable para que sus hijos se preparen para su futura vida matrimonial.
Tampoco hay que olvidar los valiosos recursos de la pastoral popular. Para dar
un sencillo ejemplo, recuerdo el día de san Valentín, que en algunos países es
mejor aprovechado por los comerciantes que por la creatividad de los pastores.
209. La preparación de los que ya formalizaron un noviazgo,
cuando la comunidad parroquial logra acompañarlos con un buen tiempo de
anticipación, también debe darles la posibilidad de reconocer
incompatibilidades o riesgos. De este modo se puede llegar a advertir que no es
razonable apostar por esa relación, para no exponerse a un fracaso previsible
que tendrá consecuencias muy dolorosas. El problema es que el deslumbramiento
inicial lleva a tratar de ocultar o de relativizar muchas cosas, se evita
discrepar, y así sólo se patean las dificultades para adelante. Los novios
deberían ser estimulados y ayudados para que puedan hablar de lo que cada uno
espera de un eventual matrimonio, de su modo de entender lo que es el amor y el
compromiso, de lo que se desea del otro, del tipo de vida en común que se
quisiera proyectar. Estas conversaciones pueden ayudar a ver que en realidad
los puntos de contacto son escasos, y que la mera atracción mutua no será
suficiente para sostener la unión. Nada es más volátil, precario e imprevisible
que el deseo, y nunca hay que alentar una decisión de contraer matrimonio si no
se han ahondado otras motivaciones que otorguen a ese compromiso posibilidades
reales de estabilidad.
210. En todo caso, si se reconocen con claridad los puntos
débiles del otro, es necesario que haya una confianza realista en la
posibilidad de ayudarle a desarrollar lo mejor de su persona para contrarrestar
el peso de sus fragilidades, con un firme interés en promoverlo como ser
humano. Esto implica aceptar con sólida voluntad la posibilidad de afrontar
algunas renuncias, momentos difíciles y situaciones conflictivas, y la decisión
firme de prepararse para ello. Se deben detectar las señales de peligro que
podría tener la relación, para encontrar antes del casamiento recursos que
permitan afrontarlas con éxito. Lamentablemente, muchos llegan a las nupcias
sin conocerse. Sólo se han distraído juntos, han hecho experiencias juntos,
pero no han enfrentado el desafío de mostrarse a sí mismos y de aprender quién
es en realidad el otro.
De la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia’ (Capítulo VI De la Exhortación
‘Sobre el Amor en la Familia’ Algunas Perspectivas Pastorales)
Oremos pidiendo poder prestar atención al otro
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