Comentario
San Elredo de Rieval (1110-1167) |
«Me llamarán bienaventurada todas las generaciones»
Si santa María Magdalena, que ha sido pecadora y de la cual el Señor ha expulsado siete demonios, ha merecido ser glorificada hasta tal punto que su alabanza permanece en la asamblea de los santos, ¿quién podrá medir cuánto «los justos se alegran en la presencia de Dios y desbordan de alegría", refiriéndonos a la Virgen María que no ha conocido varón?... Si el apóstol san Pedro, que no sólo no ha sido capaz de velar una hora con Cristo, sino que incluso llegó a renegar, ha obtenido tal gracia que le han sido encomendadas las llaves del Reino de los cielos, ¿de qué elogios Santa María no es digna, Ella que llevó en su seno al rey de los ángeles en persona, a quien los cielos no pueden contener? Si Pablo, que "no respiraba más que amenazas y matanzas con respecto a los discípulos del Señor»..., ha sido objeto de tal misericordia...que ha sido arrebatado «hasta el tercer cielo, sea en su cuerpo o fuera de su cuerpo", no es sorprendente que la santa Madre de Dios, que ha permanecido con su Hijo en las pruebas que ha soportado desde la cuna, haya sido elevada al cielo con su cuerpo y exaltada por encima de los coros angélicos. |
Si hay «alegría en el cielo ante los ángeles, por un solo pecador que hace penitencia», ¿qué hermosa y alegre alabanza no se elevará ante Dios, ante la persona de Santa María, que nunca ha pecado?... Si realmente aquellos que «en el pasado estuvieron en tinieblas» y han llegado, por la gracia, a ser «luz en el Señor» «brillarán como el sol en el Reino de su Padre», ¿quién estará en condiciones de relatar «el peso eterno de gloria» de Santa María, que ha venido a este mundo «como Aurora que se levanta, hermosa como la luna, elegida como el sol" y de quien ha nacido «la luz verdadera que ilumina todo hombre en este mundo»? Por otra parte, ya que el Señor dijo: "El que me sirve, que me siga, y donde yo estoy, también estará mi siervo", ¿dónde pensamos que está su Madre, que lo ha servido con tanto empeño y constancia? Si lo ha seguido y lo ha obedecido hasta la muerte, no sorprende que ahora, más que nadie, "siga al Cordero dondequiera que vaya». |
(Referencias bíblicas: Lc 8,2; Sal 149,1; Sal 67,4; Lc 1,34; Mt 26,40.70; Mt 16,19; Hech 9,1; 1 Cor 7,25; 2 Cor 12,2; Lc 22,28; Lc 15,7; Ef 5,8; Mt 13,43; 2 Cor 4,17; Jn 1,9; Jn 12,26; Apoc 14,4) (EDD) |
Oración
Alégrate y gózate Hija de Jerusalén
mira a tu Rey que viene a ti, humilde,
a darte tu parte en su victoria.
Eres la primera de los redimidos
porque fuiste la adelantada de la fe.
Hoy, tu Hijo, te viene a buscar, Virgen y Madre:
“Ven amada mía”,
te pondré sobre mi trono, prendado está el Rey de tu belleza.
Te quiero junto a mí para consumar mi obra salvadora,
ya tienes preparada tu “casa” donde voy a celebrar
las Bodas del Cordero:
• Templo del Espíritu Santo
• Arca de la nueva alianza
• Horno de barro, con pan a punto de mil sabores.
Mujer vestida de sol, tu das a luz al Salvador
que empuja hacia el nuevo nacimiento
Dichosa tú que has creído, porque lo que se te ha dicho
de parte del Señor, en ti ya se ha cumplido.
María Asunta, signo de esperanza y de consuelo,
de humanidad nueva y redimida, danos de tu Hijo
ser como tú llenas del Espíritu Santo,
para ser fieles a la Palabra que nos llama a ser,
también como tú, sacramentos del Reino.
Hoy, tu sí, María, tu fiat, se encuentra con el sí de Dios
a su criatura en la realización de su alianza,
en el abrazo de un solo sí.
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