Evangelio según San Mateo 23,27-32.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre! |
Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad. |
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos, |
diciendo: 'Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas'! |
De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. |
¡Colmen entonces la medida de sus padres! |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Epístola llamada de Bernabé (c. 130) |
Desviarse del camino de la hipocresía y del mal
Existen dos caminos de enseñanza y de acción: la de la luz y la de las tinieblas. La lejanía es grande entre estos dos caminos... El camino de las tinieblas es engañoso y tapizado de maldiciones. Es el camino de la muerte y del castigo eternos. Todo lo que puede arruinar una vida tiene lugar en ella: idolatría, arrogancia, orgullo de poder, hipocresía, doblez de corazón, adulterio, muerte, robos,vanidad, desobediencia, fraude, malicia..., ambición, menosprecio de Dios. Están comprometidos con él los que persiguen a la gente de bien, los enemigos de la verdad..., aquellos que son indiferentes a la viuda y al huérfano..., sin preocuparse del indigente, y agotan al oprimido... |
Es justo, pues, instruirse de todas las voluntades del Señor que están escritas, y andar detrás de ellas. El que actúa de esta manera será glorificado en el Reino de Dios. Pero cualquiera que escogerá el otro camino perecerá con sus obras. Por eso hay una resurrección y una retribución. A vosotros, pues, os dirijo una súplica: rodearos de personas a quien poder hacer el bien; no faltéis a ello. (EDD) |
Oración
Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el día y durante la noche: tú que eres siempre inmutable, da firmeza a los que vivimos sujetos a la sucesión de los tiempos y de las horas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario