Entradas populares

sábado, 28 de agosto de 2021

Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos

 Aquí podemos ofrecer  sólo unos pocos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa

La Eucaristía es un Cielo anticipado.

Cristo, como muestra de amor, para sostener esa esperanza del Cielo creó el lindo Cielo eucarístico, pues la Eucaristía es un Cielo anticipado. ¿Acaso en la Eucaristía no viene Jesús, bajando a la tierra y trayéndonos ese Cielo consigo? ¿Acaso donde está Jesús no está el Cielo? Si Jesús está sacramentalmente en la Eucaristía, trae consigo también el Cielo.

P. Antonio Rivero LC
La Eucaristía, Cap. 33: Eucaristía y Cielo


Al comulgar a Jesús en la Eucaristía recibimos igualmente el Cielo.

Al comulgar a Jesús en la Eucaristía, júbilo y gloria del Paraíso, recibimos igualmente el Cielo. Se nos da para mantener viva en nosotros el recuerdo de la verdadera patria y no desfallecer al pensar en ella. Se da y permanece corporalmente en nuestros corazones en cuanto subsisten las especies sacramentales. Una vez destruidas éstas, vuelve nuevamente al Cielo, pero permanece en nosotros por su gracia y por su presencia amorosa. Nos deja los efectos de su presencia: amor, pureza, fuerza, alegría y gozo.

P. Antonio Rivero LC
La Eucaristía, Cap. 33: Eucaristía y Cielo


Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos.

Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos porque lo hacemos in Persona Christi, como in Persona Christi hacemos las meditaciones, la oración, la acción de gracias, la alabanza, la oblación y la intercesión.

Somos intercesores, y estas funciones in Persona Christi nos ayudan a ser santos. Estas funciones renuevan en nosotros la memoria de nuestra ordenación... No se da sólo la memoria... Celebramos y actuamos con Jesús. Nos santificamos porque la Eucaristía es fuente de la nueva evangelización.

Cardenal F. X. Nguyen Van Thuan
El Gozo de la esperanza

No es menos la Palabra de Dios que su Cuerpo.

Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los divinos misterios, cómo cuando recibís el Cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con razón, tanta cautela para conservar su Cuerpo, ¿cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su Palabra que su Cuerpo?

Orígenes, Padre de la Iglesia
Sobre el Éxodo, Homilía 13,3

Es imperativo instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.

La Iglesia desea y pide que los cristianos no asistan a este Misterio de fe que es la Santa Misa como extraños y espectadores, sino que participen consciente, piadosa y activamente, y procuren instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.

Concilio Vaticano II, Constitución
Sacrosanctum Concilium, n. 48



La Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.

La Iglesia ha venerado siempre las divinas Escrituras como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.

Catecismo de la Iglesia Católica, n. 103


El Santo Sacrificio infunde gran devoción y veneración.

Así como el Santo Sacrificio celebrado devotamente infunde gran devoción y veneración, de igual manera celebrado irreverentemente hace perder el concepto y veneración que le son debidos.

San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
La Misa Atropellada





Apostolado de la Santa Misa Diaria























No hay comentarios:

Publicar un comentario