Audiencia General. El Pontífice aseguró que el “hipócrita no sabe amar” y lamentó que “hay tantos cristianos y ministros hipócritas”.
El Papa Francisco alertó hoy sobre la difusión del «virus de la hipocresía».
«La hipocresía es el miedo a decir abiertamente la verdad, es fingir o aparentar para quedar bien a los ojos de los demás». Lo dijo el Pontífice durante la audiencia general de este miércoles 25 de agosto de 2021.
En su predicación en el aula Pablo VI del Vaticano, el Papa reprochó la actitud de los hipócritas en la Iglesia y en la sociedad: a partir de la actitud de los cristianos de a pie hasta la de los ministros, así como la hipocresía que daña las relaciones interpersonales y corrompe la política.
“En la política no es inusual encontrar hipócritas que viven un desdoblamiento entre lo público y lo privado”.
La hipocresía – dijo- “a menudo se esconde en el lugar de trabajo, donde se trata de aparentar amigos con los colegas mientras la competición lleva a golpearles a la espalda”.
Un hipócrita no sabe amar
El Papa tampoco usó medios términos para señalar la hipocresía en la Iglesia. “Particularmente detestable es la hipocresía en la Iglesia. Lamentablemente, (silencio)…: ‘Hay tantos cristianos y tantos ministros hipócritas’.
“No deberíamos olvidar nunca las palabras del Señor: “Sea vuestro lenguaje: ‘sí, sí’; ‘no, no’; que lo que pasa de aquí viene del Maligno” (Mt 5,37)”.
El Papa invitó a reflexionar sobre la hipocresía condenada por San Pablo y por Jesús:
“No tengamos miedo de ser verdaderos, de decir la verdad, de conformarnos con la verdad. Así podremos amar”. Por ende, dijo: “Un hipócrita no sabe amar”.
“Actuar de otra manera significa poner en peligro la unidad en la Iglesia, por la cual el Señor mismo ha rezado”, afirmó.
Saludos del Papa Francisco (Galería)
¿Qué es la hipocresía?
«Cuando nosotros decimos: ‘Atención a ese de allá por que es un hipócrita ¿qué significa esto? , preguntó.
Y respondió: «Se puede decir que es miedo por la verdad. Se prefiere fingir en vez de ser uno mismo.Fingir impide la valentía de decir abiertamente la verdad y así se escapa fácilmente a la obligación de decirla siempre, sea donde sea y a pesar de todo».
Fingir conduce a ‘medias verdades’, explicó. El Papa aseguró que la verdad no acepta ser presentada a medias, pues no existen verdades a medias. Estas producen un modo de actuar que no es verdadero.
“Se prefiere fingir que ser uno mismo. Fingir impide la valentía de decir abiertamente la verdad y así se escapa a la obligación de decirla siempre, sea donde sea y a pesar de todo”.
La sonrisa fingida del hipócrita
El Papa apretó los dientes para enmarcar con los labios a medio abrir una sonrisa fingida para explicar la actitud de los hipócritas.
Señaló que se trata de un “sonrisa falsa”, “una sonrisa que no proviene del corazón”. “Gente que busca estar bien con todos, pero que no están con nadie”.
El Papa sostuvo que decir la verdad es un “mandamiento”, una “obligación”.
“En un ambiente donde las relaciones interpersonales son vividas bajo la bandera del formalismo, se difunde fácilmente el virus de la hipocresía”.
Falsedad e inequidad:
El Pontífice señaló también que en «los Evangelios» se «narran diferentes situaciones en las que Jesús reprende fuertemente a aquellos que aparecen justos al externo, pero dentro están llenos de falsedad y de iniquidad (Cfr Mt 23, 13-29)».
El Papa invitó a reflexionar sobre el Evangelio según Mateo, capitulo 23, donde Jesús grita seis veces a los maestros de la Ley y fariseos, que son ‘unos hipócritas, hipócritas’. Especialmente porque cierran a la gente el Reino de los Cielos.
“El hipócrita es una persona que finge, adula y engaña porque vive con una máscara en el rostro y no tiene el valor de enfrentarse a la verdad.
Por esto, no es capaz de amar verdaderamente: se limita a vivir de egoísmo y no tiene la fuerza de demostrar con transparencia su corazón«.
Ser auténticos
Asimismo, el Papa dirigió un saludo a los fieles presentes: «Pidamos al Señor que nos ayude a ser coherentes, a dejarnos confrontar y a combatir con valentía todo lo que nos aleja de la verdad y de la fe que profesamos. Sólo así podremos ser auténticos constructores de unidad y de fraternidad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias».
Juegos Paralímpicos de Tokio
Al final, el Papa hizo un llamamiento a favor de la realización y del valor detrás de los Juegos Paralímpicos de Tokio.
«Ayer, en Tokio, dieron inicio los Juegos Paralímpicos. Envío mi saludo a los atletas y les doy las gracias porque ofrecen a todos un testimonio de esperanza y de valentía. Ellos, de hecho, manifiestan cómo el compromiso deportivo ayude a superar dificultades aparentemente insuperables».
Ary Waldir Ramos Díaz, Aleteia
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