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domingo, 14 de noviembre de 2021

Evangelio del día


 

Evangelio según San Marcos 13,24-32.

En ese tiempo, después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar,
las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán.
Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria.
Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


Bulle

San John Henry Newman (1801-1890)
teólogo, fundador del Oratorio en Inglaterra
«El mundo invisible (La Palabra)PPS, IV, 13


El ejemplo de la higuera

Una sola vez al año, pero, ciertamente una vez, el mundo que vemos, hace estallar sus fuerzas secretas y, en cierta manera, él mismo revela qué es. Entonces, aparecen las hojas, los árboles frutales y las flores se abren, crecen la hierba y el trigo. De repente de percibe un impulso y un estallido de la vida escondida que Dios ha puesto en el mundo material. Pues bien, esto nos sirve como un ejemplo de lo que el mundo es capaz siguiendo el mandato del Señor. Esta tierra... un día estallará en un mundo nuevo de luz y de gloria en la cual veremos a los santos y a los ángeles. Sin la experiencia que se ha tenido de lo que ha sido una primavera precedente, ¿quién podría pensar, quién podría concebir dos o tres meses antes cuando el rostro de la naturaleza parecía muerta, que podía llegar a ser tan espléndida y tan variada?...
Lo mismo ocurre con esta primavera eterna que esperan todos los cristianos; llegará aunque se demore. Esperémosla, porque «ciertamente vendrá y no tardará» (Hb 10,37). Por eso decimos cada día: «¡Venga a nosotros tu reino!» Que quiere decir: «Resplandece Señor, tú que te sientas sobre querubines. Restáuranos, que brille tu rostro y nos salve» (cf Sl 79,2-3).


Comentario II (para 'capturar' bien la Palabra)

Hemos de tener la seguridad de que Cristo viene y nos busca, que es Él es nuestra Salvación. Sus palabras jamás pasarán porque son palabras de vida eterna, palabras para todos los tiempos y que cada cristiano debemos poner en práctica.

No debemos dejarnos llevar por personas que tocan las puertas anunciando que el fin del mundo está cerca, lo que es falso, bien lo dice el Evangelio solo Dios lo sabe, pero eso sí, tenemos tiempo para irnos preparando como Dios quiere, cuando llegue la hora no llevaremos nada material, solo Dios verá el trabajo que hemos realizado como Él nos dice.

Los seguidores del Señor resucitado somos sembradores de fe, esperanza y amor. Hay que ir a Dios no por miedo, ya que nuestra religión no es una religión del temos sino del amor.

UN BUEN DOMINGO EN FAMILIA.

(Cf. Monseñor Timoteo Solórzano)

Oración

Oh Dios, Padre nuestro:
Por medio  de tu Hijo nos aconsejaste
no preocuparnos por el día o la hora
en que el viejo mundo acabará,
porque sólo tú conoces cuándo sucederá.
Abre nuestros ojos a las señales de la venida de Jesús
y haz que lo veamos ya ahora caminando a nuestro lado.
Guárdanos fieles en esperanza
y vigilantes en nuestro amor a ti
y en nuestro interés y preocupación por los hermanos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.































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