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sábado, 13 de noviembre de 2021

Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos

Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravilla de la Santa Misa

Es como si Jesucristo descendiera por primera vez a la tierra.

Cuando celebras la Santa Misa o la oyes, debe ser para ti este misterio tan grande, tan digno de tu amor, tan nuevo, como si Jesucristo, descendiendo en aquel punto por primera vez a la tierra, se hiciera hombre en el seno de la Virgen.

Beato Tomás de Kempis

En cada Santa Misa se renueva la Encarnación.

Así como Jesucristo se hizo hombre cuando la virtud del Espíritu Santo cubrió con su sombra a la Santísima Virgen María, así renueva la Encarnación en cada Santa Misa sacramentalmente por obra del mismo Santo Espíritu.

Beato Alain de la Róche op

¡Jesús se encarna de nuevo!

¡Oh sublime dignidad del sacerdote en cuyas manos Cristo Jesús se encarna de nuevo! ¡Oh celestial misterio obrado maravillosamente por el Padre, el Hijo y Espíritu Santo, con el ministerio del sacerdote!

San Agustín
Doctor de la Iglesia

La Fuente de la propia esperanza.

¡Cuánta necesidad tiene la humanidad de volver a descubrir en el sacramento eucarístico la fuente de la propia esperanza!

S.S. Benedicto XVI

Acérquense lo más posible a la mesa Eucarística.

Los exhorto con todas las fuerzas de mi alma a acercarse lo más posible a la mesa Eucarística; aliméntense de este pan de los Ángeles, del que sacaran las fuerzas para combatir las luchas internas, contra las pasiones y contra todas las adversidades.

Beato Pier Giorgio Frassati


La Eucaristía es la fuente y cima de toda la evangelización.

La Eucaristía aparece como la fuente y cima de toda la evangelización; los catecúmenos, al introducirse poco a poco en la participación de la Eucaristía, y los fieles ya marcados por el sagrado Bautismo y Confirmación, por medio de la recepción de la Eucaristía se injertan plenamente en el Cuerpo de Cristo.

Concilio Vaticano II
Presbyterium Ordinis 5

La Iglesia desea ardientemente que todos los fieles oigan la Misa cotidianamente.

Te es mucho más útil asistir todos los días al santo sacrificio que renunciar a él con el pretexto de dedicarte a la oración; puesto que la presencia real de Jesús que disfrutamos en la Santa Misa, no puede ser reemplazada por la presencia espiritual; y por lo tanto, la Iglesia desea ardientemente que todos los fieles oigan la Misa cotidianamente.

San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
















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