Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa
La Carne de Dios es manjar para mí y la Sangre de Dios es bebida para mí. |
Soy recibido al honor de la mesa celestial; para mis manjares no hace falta la lluvia, no se rotura la tierra, no dan fruto los árboles; para mi bebida no hay que buscar ríos ni fuentes. Cristo es para mí comida, Cristo para mí bebida: la Carne de Dios es manjar para mí y la Sangre de Dios es bebida para mí... San Ambrosio, Doctor de la Iglesia |
Los principales frutos y beneficios del Santo Sacrificio de la Misa. 1 |
Los principales frutos y beneficios de este sacrificio están expresados en varios pasajes del canon de la Santa Misa, y son los siguientes: 1. El sacrificio de la Santa Misa honra a Dios con el máximo honor que Él pueda recibir, porque es su propio Hijo quien le tributa este honor al aniquilarse y al destruirse, en la medida que puede, para gloria de Dios. Y quienes asisten a la Santa Misa y tienen la dicha de participar en ella, también honran a Dios del modo más sublime que puedan hacerlo, mediante la unión que en ella tienen con Jesucristo. San Juan Bautista de la Salle |
No puede haber ya penuria alguna. |
A quien Dios hiciere rico, nadie hará pobre. No puede haber ya penuria alguna cuando el alimento celestial ha saciado una vez el pecho. San Cipriano, Doctor de la Iglesia |
El mismo pastor se ha hecho pasto para vosotros. |
La turba en el desierto eran semejantes a ovejas sin pastor Mt 9,36. Se les dió un pasto compasivo que les multiplicó el alimento de pan Mt 15,32-38. Dichosos sois, oh vidas integras, corderos marcados por Cristo, que habéis sido hechos dignos del cuerpo y de la sangre. El mismo pastor se ha hecho pasto para vosotros. San Efrén, Doctor de la Iglesia |
Comí mi pan con mi miel, y bebí vino con mi leche. |
¿Quién más noble que Cristo, que el convite de su Iglesia él mismo sirve y es servido? Échate sobre el costado de este convidado recostado, y únete a Dios; no muestres disgusto de la mesa que Cristo escogió, diciendo: Entré en mi huerto, esposa, hermana mío; vendimié la mirra con mis aromas, comí mi pan con mi miel, y bebí vino con mi leche* Cant 5,1. San Ambrosio |
No hay comentarios:
Publicar un comentario