Es una oportunidad de vivir esta tradición con verdadero fervor antes del nacimiento de Jesús
Con el Adviento se inicia el año litúrgico con una etapa que se caracteriza por ser un tiempo de espera. La misma palabra “Adviento” significa llegada o advenimiento. Jesús, el Salvador esperado, está a punto de nacer en Belén.
Por esta razón es un buen momento de prepararse. De parar y pensar. Momento de intensificar la oración. De limpiar nuestros corazones para acoger al Niño Dios. En definitiva, hay que ir entrenándose para vivir en plenitud el tiempo de Navidad.
De tal manera que desde Aleteia os proponemos realizar una manualidad: elaborar un calendario de Adviento “de los de verdad”.
Cuenta atrás
A estas alturas todos sabemos, más o menos, qué es un calendario de Adviento: una tradición que nació en Alemania en el siglo XIX. El Adventskalender se popularizó en muchos hogares y gracias a él, se contaban los días que faltaban para llegar a la Navidad.
Sin duda los niños eran los que más se implicaban en la cuenta atrás. Y lo hacían de diversas maneras: realizando 24 muescas en una vela y que se consumiera una muesca cada día, marcando con tiza 24 líneas en el marco de una puerta, o añadiendo cada día briznas de paja o palitos en la cuna del Niño Jesús.
Aprender a esperar
Finalmente, se ideó un calendario de cartón con 24 ventanas por donde aparecían diferentes imágenes piadosas que siempre movían a la oración y a la piedad de los pequeños. Esta es la idea del calendario de Adviento que existe en la actualidad.
Además de fomentar la devoción, mediante su uso también se enseña a los niños a esperar. A vivir los eventos a su debido tiempo. Porque el Adviento es un tiempo de espera a la llegada de la Navidad. Por esta razón no hay que convertir los 24 días previos que aparecen en el calendario de Adviento en una Navidad anticipada.
Ya sabemos que es difícil: vivimos acelerados, intentando comernos los días, las horas y los minutos. Pero la espera, paciente y espiritualmente activa, nos hará apreciar el valor de las fiestas navideñas que nos aguardan.
Pequeños propósitos
Durante los días que dura el Adviento, hay que ir haciendo camino para el encuentro con Dios. El deseo de verle y de sentir su presencia debe envolvernos suavemente, llenándonos de amor hacia Él y hacia los demás.
De esta forma cumplimos con el mandamiento nuevo que nos dio Jesús:
Ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros (Jn 13, 34-35)
¿Y cómo puede ayudarnos un calendario de Adviento? Añadiendo mensajes con pequeños propósitos de mejora en nuestra vida. Por ejemplo, de amor y cariño hacia la familia y amigos, de servicio a los demás, de desprendimiento, de generosidad o de detalles de amor a Dios.
Tenemos que convertir estos 24 días en un entrenamiento de nuestro corazón. Que bombee con fuerza y que irradie energía. Y transmitirlo y vivirlo en familia, sobre todo con los niños.
Así que el fin de esta manualidad es que cada familia escriba los propósitos más adecuados a su hogar para vivirlos con ilusión.
¿Qué materiales necesitamos para realizar la manualidad?
- Tela de fieltro de color rojo y verde
- Números del 1 al 24
- Cinta de 2m. de largo y 6 cm de ancho
- Tijeras y pegamento
- Pinzas pequeñas
- 24 papeles pequeños para escribir mensajes
- Cascabeles para adornar
6 pasos nada más
1-Primero, escribiremos en una cartulina los números del 1 al 24, que son los días que dura nuestro calendario. Si queréis, podéis hacerlos en colores distintos para que la manualidad quede más variada y vistosa.
Galería fotográfica
2- Después, hacer varias estrellas de distintos tamaños y recortarlas. Nos servirán de molde para dibujar 12 sobre la tela de fieltro de color rojo y otras 12 sobre el fieltro verde.
Si queremos combinar una misma estrella con los dos colores, tendremos que recortar más estrellas de distintos tamaños, tal como se ve en la imagen. Por ejemplo, 20 de un color y 20 de otro. Quedarán algunas estrellas de un solo color.
3- Ahora es el momento de escribir en papeles los mensajes que acompañarán a cada estrella. Deben ser propósitos adecuados a la edad de nuestros hijos: de ayuda y entrega a los demás en casa, en el colegio, con los amigos.
Pero también podemos añadir alguna oración de acción de gracias o de amor a Dios y a la Virgen, o citas de la Biblia. Antes de escribirlas ¡Dejaros inspirar por el Espíritu Santo!
4- Seguidamente, prepararemos una cinta de aproximadamente 2 metros de largo x 6 cm de ancho (dependiendo del tamaño de las estrellas, necesitaréis más o menos longitud) y en ella iremos enganchando, con una pinza pequeña, las estrellas con su mensaje en la parte posterior.
Os preguntaréis: ¿Por qué utilizar pinzas y no pegamento? De esta manera, podréis utilizar este calendario muchos años y podréis cambiar los mensajes cada Adviento.
Una sugerencia: Para que sea más divertido para los pequeños, los números de los días pueden ir colgados de forma desordenada.
5- Cuando hayamos acabado de colocar las 24 estrellas, podemos rematar la cinta con un cascabel colgado al final. Su sonido será como una llamada a la acción y a la oración. La Navidad se acerca.
6- Finalmente, buscaremos un lugar de nuestro hogar donde lucir el Calendario de Adviento y lo colgaremos. Lo podemos poner horizontal o verticalmente.
¡Ya tenemos nuestro Calendario de Adviento para este año! Ahora nos toca rezar e ilusionarnos. Dios nos espera en el Portal de Belén.
Vea también Origen del Adviento
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