Invitamos a los matrimonios y a personas interesadas en una familia feliz, a leer y asimilar pasajes de la Exhortación pontifical 'Amoris laetitia' del Papa Francisco.
Algunos desafíos: (Dis)Función Educativa, Drogadicción, Violencia Familiar
50.
Las respuestas recibidas a las dos consultas efectuadas durante el camino
sinodal, mencionaron las más diversas situaciones que plantean nuevos desafíos.
Además de las ya indicadas, muchos se han referido a la función educativa, que
se ve dificultada, entre otras causas, porque los padres llegan a su casa
cansados y sin ganas de conversar, en muchas familias ya ni siquiera existe el
hábito de comer juntos, y crece una gran variedad de ofertas de distracción
además de la adicción a la televisión. Esto dificulta la transmisión de la fe
de padres a hijos. Otros indicaron que las familias suelen estar enfermas por
una enorme ansiedad. Parece haber más preocupación por prevenir problemas
futuros que por compartir el presente. Esto, que es una cuestión cultural, se
agrava debido a un futuro profesional incierto, a la inseguridad económica, o
al temor por el porvenir de los hijos.
51.
También se mencionó la drogodependencia como
una de las plagas de nuestra época, que hace sufrir a muchas familias, y no
pocas veces termina destruyéndolas. Algo semejante ocurre con el alcoholismo,
el juego y otras adicciones. La familia podría ser el lugar de la prevención y
de la contención, pero la sociedad y la política no terminan de percatarse de
que una familia en riesgo «pierde la capacidad de reacción para ayudar a sus
miembros [...] Notamos las graves consecuencias de esta ruptura en familias
destrozadas, hijos desarraigados, ancianos abandonados, niños huérfanos de
padres vivos, adolescentes y jóvenes desorientados y sin reglas»[38]. Como indicaron los Obispos de México, hay
tristes situaciones de violencia familiar que son caldo de cultivo para nuevas
formas de agresividad social, porque «las relaciones familiares también
explican la predisposición a una personalidad violenta. Las familias que
influyen para ello son las que tienen una comunicación deficiente; en las que
predominan actitudes defensivas y sus miembros no se apoyan entre sí; en las
que no hay actividades familiares que propicien la participación; en las que
las relaciones de los padres suelen ser conflictivas y violentas, y en las que
las relaciones paterno-filiales se caracterizan por actitudes hostiles. La
violencia intrafamiliar es escuela de resentimiento y odio en las relaciones
humanas básicas»[39].
De
la Exhortación ‘Sobre el Amor en la Familia (Capítulo II: REALIDAD Y DESAFÍOS
DE LAS FAMILIAS
)
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