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miércoles, 2 de septiembre de 2020

Para los que NO suelen ir a Misa los Domingos: Vean lo que han perdido

Aquí podemos presentar sólo unos cuantos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa

La Santa Misa es el cielo en la tierra.
Decía el Cardenal Schönborn que el cielo y la tierra, la Iglesia celeste y la Iglesia peregrina, se unen sobre la tierra durante la celebración de la Santa Misa. Por eso, decimos claramente que la Santa Misa es el cielo en la tierra y que se celebra realmente con todos los ángeles y todos los santos.
Lorient Marc, De L´angelité, o.c., p. 25.



La primera piedra del sacrificio fue María Santísima.
La primera piedra del sacrificio fue María Santísima. Ara bendita y misteriosa donde se celebró la primera Santa Misa. Allí donde está el Hijo hay Misa, hay sacrificio, hay alabanza. Sé el Hijo. Tu vida será una Santa Misa.
Sierva de Dios Teresa Mª de Jesús Ortega, op
Sedienta de Eucaristía

Todo el Paraíso participa en cada Santa Misa.
Padre Tarsicio de Cervinara: ¿Asiste la Santísima Virgen a su misa?
San Pío de Pietrelcina: ¿Y crees que la Madre no se interesa en su Hijo?
- ¿Asisten los ángeles? - En multitudes. - ¿Qué hacen? - Adoran y aman.
- Padre, ¿quién está más cerca de vuestro altar? - Todo el paraíso.

Cuando nos presentamos como víctimas.
El sacrificio del altar será a nuestro favor verdaderamente aceptable como nuestro sacrificio a Dios, cuando nos presentamos como víctimas.
San Gregorio Magno,
Papa, Padre y Doctor de la Iglesia

A la voz del sacerdote se abren los cielos.
A la voz del sacerdote se abren los cielos y los coros de los ángeles asisten a la misa. Lo más bajo se une a lo más alto, lo terrestre a lo celeste, las cosas visibles a las invisibles. Por eso, al sacerdote le hacen falta dos alas: la santidad y la ciencia para poder subir hasta Dios y después descender para atender a las almas y así cumplir su sublime vocación de ser luz del mundo y sal de la tierra.
San Gregorio VII, Papa
Diálogos IV, 58; PL 77. 425 D

Si una mujer embarazada asiste a la Santa Misa.
Si una mujer embarazada asiste a la Santa Misa, siempre y cuando ello le sea posible, tomándose un poquito de molestia, como mayor se la tomó la Virgen al viajar a Belén para dar a luz allí al Redentor, podrá obtener grandes auxilios en los dolores de su parto.
San Beda el Venerable,
Doctor de la Iglesia

Suficiente para evangelizar.
No se necesita de muchas las palabras donde se vive la Santa Misa: ¡Las palabras de la liturgia son suficientes para evangelizar la tierra!
Servo di Dio Don Dolindo Ruotolo



Apostolado de la Santa Misa Diaria



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