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sábado, 31 de julio de 2021

Evangelio del día

 Hoy celebramos la fiesta de San Ignacio de Loyola

Mateo 14:1-12
Fiesta de San Ignacio de Loyola

Visión de San Ignacio de Loyola de Cristo y Dios Padre en La Storta,
Pintado por Domenichino Zampieri (llamado Domenichino, 1581-1641),
Pintado en 1622, Óleo sobre lienzo
© Los Angeles County Museum of Art

Herodes el tetrarca se enteró de la fama de Jesús, y dijo
a su corte: "Este es Juan el Bautista en persona; ha resucitado
de entre los muertos, y por eso actúan en él poderes milagrosos"
.

Herodes había arrestado a Juan, lo había encadenado y
lo había encarcelado por causa de Herodías, la mujer
de su hermano Felipe. Porque Juan le había dicho: "Es
 contrario a la ley que la tengas". Había querido matarlo,
pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan
como un profeta. Entonces, durante las celebraciones
del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó
ante la compañía, y le encantó tanto a Herodes que le
prometió bajo juramento que le daría todo lo que pidiera.
Incitada por su madre, dijo: "Dame la cabeza de Juan el
Bautista, aquí, en un plato". El rey se afligió, pero,
pensando en los juramentos que había hecho y en sus
invitados, ordenó que se la dieran, y mandó decapitar a
Juan en la cárcel. La cabeza fue traída en un plato y
entregada a la muchacha, que la llevó a su madre. Los
discípulos de Juan vinieron, tomaron el cuerpo y lo
enterraron; luego se fueron a avisar a Jesús.

Comentario al Evangelio


Bulle

Beato Guerrico de Igny (c. 1080-1157)
abad cisterciense
3er sermón sobre san Juan Bautista


La grandeza de Juan el Bautista

Lo que ha hecho grande a Juan, lo que le ha hecho el más grande entre los grandes, es que ha vivido sus virtudes al máximo... uniendo a estas la más grande de todas, la humildad. Siendo considerado como el más elevado de todos, espontáneamente y con la presura del amor, ha puesto por encima de él a Aquel que es el más humilde de todos, y hasta tal punto lo ha puesto por encima de él que se declaró indigno de desatarle las sandalias (Mt 3, 11).
Que otros queden maravillados de que Juan haya sido anunciado por los profetas, anunciado por un ángel..., nacido de padres tan santos y tan nobles, aunque de edad avanzada y estériles..., que en el desierto haya preparado el camino del Redentor, que haya convertido los corazones de los padres hacia los hijos y los de los hijos hacia los padres (Lc 1,17), que haya sido digno de bautizar al Hijo, escuchar al Padre, ver al Espíritu (Lc 3, 22), en fin, que haya combatido por la verdad hasta dar la vida y que, para ser precursor de Cristo incluso en el país de los muertos, haya sido mártir de Cristo ya antes de su Pasión. Que otros se queden maravillados de todo esto...
A nosotros, hermanos míos, se nos propone su humildad no tan sólo como objeto de admiración, sino también de imitación. Es ella que le ha incitado a no querer pasar por grande, siendo así que podía hacerlo... En efecto, este fiel «amigo del Esposo» (Jn 3,29) que amaba a su Señor más que a sí mismo, deseaba «disminuir» para que él creciera (v 30). Se esforzaba para aumentar la gloria de Cristo haciéndose él mismo más pequeño, manifestando a través de toda su conducta lo que diría el apóstol Pablo: «No nos predicamos a nosotros mismos sino al Señor Jesucristo» (2Co 4,5).

Oración de San Ignacio de Loyola

Toma, Señor, y recibe
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y mi voluntad.

De ti, Señor,
todo lo he recibido;
a Ti todo lo devuelvo.

Dispone de mí según
tu voluntad.

Dame tu Amor
y tu Gracia,
que solo eso me basta.




















Munilla vuelve a su infancia y explica por qué la conversión de San Ignacio es de total actualidad

 En el V Centenario de su conversión presenta la carta pastoral de los obispos del Camino Ignaciano

Monseñor Munilla en el lugar de la conversión de San Ignacio,
donde se encuentra ahora el santuario en Loyola

Este sábado 31 de julio se celebra la festividad de San Ignacio de Loyola, uno de los grandes santos de la Iglesia, y que este año tiene aún más relevancia pues justamente se cumplen 500 años de la conversión de este antiguo soldado y luego sacerdote que tanto bien haría por el catolicismo.

En este Año Jubilar Ignaciano que se celebra ante esta fecha tan especial del quinto centenario, los obispos de las diócesis por las que discurre el Camino Ignaciano que va de Loyola a Manresa han publicado la carta pastoral Hago nuevas todas las cosas.

Los prelados, que abarcan diócesis vascas, de Navarra, Aragón y Cataluña destacan este “momento decisivo de la vida de san Ignacio de Loyola: su conversión acaecida durante su convalecencia y recuperación, tras ser herido en una pierna en la defensa del castillo de Pamplona, así como su peregrinación y estancia en Manresa”.

De este modo, en esta carta pastoral recuerdan que “aquella experiencia, que supuso un antes y un después en su vida, resultará un acontecimiento que traspasa los siglos y nos llega con fuerza inspiradora. Recordar la conversión de san Ignacio puede ser una oportunidad para acercarnos a Dios que escribe recto, por más que los renglones se rebelen y a veces se nos tuerzan. Él sabe hacer nuevo todo, incluso nuestras vidas”.

Capilla de la Conversión de San Ignacio en Loyola

Capilla de la Conversión de San Ignacio en Loyola

Uno de los objetivos es concienciar que no se celebra un acto del pasado sino que tiene una vigencia actual que sirve para el hombre de hoy. “Podríamos ser tentados de pensar que una historia así nos es ajena, que nos queda ya tan lejos que difícilmente puede interesarnos, atraernos, interpelarnos a nosotros, los creyentes de hoy, testigos de un cambio de época que conlleva profundas transformaciones sociales, ideológicas y espirituales. No es así. La experiencia de Ignacio no caduca, permanece y pertenece a todos, ya que toca lo más hondo y profundo de la persona”, expresan los obispos.

De hecho, la carta recalca que “la herida de su pierna le abrió los ojos a Ignacio para poder percibir otra herida aún más profunda; la herida que el pecado ha generado en el corazón humano y que solo puede ser cauterizada por el fuego del Espíritu Santo”.

En este año ignaciano un lugar destaca por encima del resto. Se trata de Loyola, donde el lugar de la conversión del santo ocupa el centro de este gran santuario. Y monseñor José Ignacio Munilla, como vasco y obispo de San Sebastián, diócesis en la que se encuentra el pueblo natal de Ignacio, tiene un vínculo muy especial.

En un artículo de opinión publicado en el Diario Vasco Munilla recuerda que una ocasión un periodista le preguntó cuál era su rincón favorito. Y su respuesta fue la capilla de la conversión de San Ignacio.

“Desde niño me llamaba profundamente la atención, cada vez que visitábamos en familia aquel lugar, el rótulo que reza: ‘Aquí se entregó a Dios Iñigo de Loyola’. Me impresionaba que lo acontecido en el interior de aquel hombre en este lugar, hace ahora exactamente 500 años, hubiera tenido tan profundas consecuencias en la historia de muchísimas personas e instituciones…”, confiesa el obispo de San Sebastián.

Monseñor Munilla, ahora ya no como niño sino como pastor, señala que cuando vuelve a visitar esta capilla de la conversión y releer aquella inscripción intuye “un mensaje de esperanza para nuestra cultura y para los hombres de nuestro tiempo”.

“¡El cambio es posible! ¡Es posible la esperanza! En efecto, muchos de nosotros hemos ido entendiendo con el paso de la vida, que el nudo gordiano en el que verdaderamente nos jugamos la felicidad, no se encuentra tanto en el devenir de los acontecimientos que nos rodean, cuanto en la salud de nuestra alma. La experiencia nos ha demostrado que la clave no está en cambiar de caballo, sino de caballero. La cuestión no es cómo llegar a tener éxito, sino cómo ser feliz en la limitación o incluso en medio del fracaso…”, enseña monseñor Munilla.

En su explicación, el prelado vasco afirma que en un contexto como el del Mayo del 68 hablar de conversión “suscitaba una instintiva resistencia ante la sospecha de pérdida de la propia identidad o personalidad”.

Sin embargo, una vez que han pasado ya varias décadas desde entonces, para Munilla “el término de ‘conversión’ evoca la rebeldía frente a una cultura narcisista que nos tiene atrapados y esclavizados en un bucle autorreferencial; evoca la convicción de que existe una posibilidad de descubrir el sentido de la existencia, más allá del practicismo y de la tentación del paradigma tecnocrático. No creo exagerar si digo que la palabra conversión ha pasado de ser una referencia anacrónica, a una evocación de la esperanza en el futuro”.

En este sentido, el obispo de San Sebastián cree que el propio Ignacio pudo “pensar erróneamente que con el giro radical que había emprendido en su vida, al romper con los ideales mundanos para convertirse en un peregrino tras las huellas de Jesucristo, había coronado ya su conversión”.

Pero, agrega Munilla, “nada más lejos de la realidad. Lo acontecido en la Capilla de la conversión, no fue sino el primer paso en una historia de conversión que se tradujo en permanecer plenamente abierto a lo que Dios iría mostrándole en cada etapa de su vida. La conversión dura lo que dura la vida, y se traduce en considerarnos en todo momento como alumnos de primero de Primaria; reconociendo en Jesús la luz y la mirada limpia que nos ayudan a ver todo en su realidad más pura y auténtica. Eso sí, el proceso de conversión interior no es cómodo: exige sacrificio e implica que no estemos centrados en nosotros mismos. Pero, al mismo tiempo, es el camino de la verdadera liberación; para la cual hemos sido redimidos por Cristo”.

Volviendo nuevamente a la carta pastoral, los obispos concluyen insistiendo en que “creer es peregrinar, partiendo de cuanto sucede a nuestro alrededor, de cuanto está reclamando cambio; pasando también y principalmente por las transformaciones interiores de nuestra persona, para poder ser cada día un poco más ese fiel reflejo de Cristo que llena de esperanza el mundo que habitamos y lo abre a la esperanza de la Vida eterna. Creer es compartir lo que creemos, vivimos, celebramos: el amor de un Dios Padre que nos ha hecho sus hijos en Jesús, nuestro hermano. Y esto exige vivir y crecer amorosamente cada día, en esta gran familia universal”.

J.L./ReL

Vea también    Reglas del Discernimiento del Espíritu

 y                     El Cielo, Meta de la Peregrinación






















Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos

 Aquí podemos ofrecerle sólo unos pocos aspectos de las mil maravillas de la Santa Misa

Ved que diariamente se humilla.

¡Oh hijos de los hombres!, ¿hasta cuándo seréis duros de corazón? ¿Por qué no reconocéis la verdad y creéis en el Hijo de Dios? Ved que diariamente se humilla, como cuando desde el trono real descendió al seno de la Virgen; diariamente viene a nosotros Él mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno del Padre al altar en manos del sacerdote...

San Francisco de Asís
Admoniciones 1, 14-18

María Santísima anticipó en sí misma lo que en nosotros sucede sacramentalmente.

María concibió en la anunciación al Hijo divino, incluso en la realidad física de su cuerpo y su sangre, anticipando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y del vino, el Cuerpo y la Sangre del Señor.

San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 55


Como un soplo de viento.

Una Comunión espiritual actúa en el alma como un soplo de viento en una brasa que está a punto de extinguirse. Cada vez que sientas que tu amor por Dios se está enfriando, rápidamente haz una Comunión espiritual.

San Juan María Vianney
Santo Cura de Ars

Para perseverar en la práctica de la humildad.

La frecuencia en la Confesión y en la Comunión te proporcionará la ayuda más eficaz para perseverar en la práctica de la humildad.

S.S. León XIII
La práctica de la humildad

Ofrecía el sacrificio de todos los miembros.

San Francisco de Asís comulgaba con frecuencia y con devoción tal, como para infundirla también en los demás. Como tenía en gran reverencia lo que es digno de toda reverencia, ofrecía el sacrificio de todos los miembros, y al recibir al Cordero inmolado, inmolaba también el alma en el fuego que le ardía de continuo en el altar del corazón.

Fray Tomás de Celano
2 Cel 201; cf. LM 9,2

El fin último de todo deseo humano.

La práctica de este deseo constante de Jesús en la Eucaristía tiene su raíz en la perfección última de la comunión eucarística, que es el fin último de todo deseo humano.

San Juan Pablo II

Como nuestra Santísima Madre.

Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los Santos.

San Josemaría Escrivá de Balaguer





Apostolado de la Santa Misa Diaria































viernes, 30 de julio de 2021

Perú celebra el Bicentenario y la Iglesia llama a buscar un “nuevo comienzo”

 

PERU


“Unidos todos por el Perú”, el mensaje de la Iglesia con motivo del Bicentenario de la Independencia (1821-2021)

Este 28 de julio de 2021 se cumplen los 200 años del Te Deum que le fue entonado a Nuestra Señora de la Evangelizacióncon motivo de la independencia de Perú. Efectivamente, este 28 de juiles es sinónimo de júbilo en el país sudamericano debido al Bicentenario.

Las celebraciones, en medio de la pandemia del coronavirus, son varias, entre ellos la misa solemne y Te Deum. Pero también los gestos (la asunción de un nuevo presidente) y los mensajes.

En ese sentido, una de las voces que se ha pronunciado en las últimas horas con motivo del Bicentenario de la Independencia ha sido la propia Iglesia católica.

PERU

“Unidos todos por el Perú”

En un mensaje (y videomensaje) emitido por la Conferencia Episcopal Peruana a través de su presidente, monseñor Miguel Cabrejos, se hace referencia no solo a la celebración del Bicentenario, sino también a los desafíos urgentes.

En una nota de ocho puntos, la Iglesia de Perú hace referencia a la necesidad de defender con “firmeza la institucionalidad democrática”, además de un pedido al compromiso con la reconciliación y la amistad social, “especialmente de los más pobres y vulnerables”.

Con respecto a la pandemia, que ha dejado en Perú hasta el momento más de 187.000 fallecidos, y el proceso de vacunación se señala:

“Consolidemos lo logrado en los programas de vacunación y en los cuidados sanitarios, pese a las actuales limitaciones. Comprometámonos todos a fortalecer el trabajo colectivo, fraterno y solidario por la salud integral de nuestro pueblo”.

Un nuevo comienzo

“Estimados hermanos y hermanas, construyamos y no destruyamos nuestro querido país; al conmemorar  el  bicentenario  de  nuestra  Independencia  busquemos  un  nuevo  comienzo que incluya a todos/as, para que nadie quede afuera (Cfr. Papa Francisco, Laudato Sí”, indica Cabrejos en otro de los pasajes de su mensaje.

Esto, a través de la insistencia en cuanto al pedido del compromiso para buscar unidad a través de un diálogo sincero “creando puentes de comunión y solidaridad”. En este caso, en referencia a que se puedan “superar las diferencias y la polarización”.

También la «casa común»

El último punto de la Iglesia, en el marco de las celebraciones del Bicentenario, hace referencia a la necesidad del cuidado de la “casa común”.

«Cuidemos la creación, cuidemos nuestra Costa, nuestros Andes y nuestra Amazonía, con toda su gran biodiversidad y riqueza lingüística de los pueblos originarios, nuestra ‘Casa común’, con esmero y responsabilidad, pensando  siempre  en  las  actuales  y  nuevas generaciones».

Pablo Cesio - Aleteia Perú 

Vea también      65 Años de los Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú (2003)  -  ¿Cuántos celebramos  en 2021?

































¿Qué nos perdemos sin oración?

 

prayer


La oración es una base fundamental para la vida cotidiana

¿Es verdad que con un poco de oración podemos mejorar nuestra vida y la de aquellos que nos rodean? La oración puede ser individual o compartida, cantada, escrita, mental o contemplativa. Sea como sea, para perseverar en este mundo no podemos prescindir de ella. 

Aunque podemos llegar a sentir que no hay forma para programar un «tiempo de oración» frecuente, lo cierto es que es precisamente debido al ajetreado estilo de vida que llevamos la razón por la que necesitamos contar con uno. 

Si aún no hemos encontrado tiempo para rezar, entonces no hemos comprendido cuán importante es para nuestra supervivencia espiritual diaria. La oración es en muchos casos el salvavidas al cual sujetarnos y también aquel que podemos lanzarle a los demás.

Es posible hacer las cosas bien, cumplir con lo debido y no hacerle mal a nadie, pero sin oración siempre nos faltará algo. Entre otras cosas la oración puede ayudarnos a ver las cosas con mayor claridad, a servir mejor en lo que hacemos, a sanar heridas profundas, a madurar y crecer, a unirnos a los demás y a estar siempre acompañados y protegidos. 

Claridad 

La oración nos ayuda a identificar y a definir con más detalles aquello que es importante en nuestra vida y todo lo que nos sucede a diario, mientras va fortaleciendo nuestro corazón y nuestra mente para darle prioridad a esas cosas que más valoramos.

Conviviendo en medio de muchos ruidos externos, distracciones y un ritmo acelerado, la oración llega como una pausa necesaria; como un momento de silencio ideal para ordenar nuestros pensamientos y orientar nuestras acciones hacia objetivos profundos y verdaderos.

Cuanto más conscientes somos de la realidad, mejor podemos enfocarnos, discernir y prepararnos para tomar decisiones desde las más simples a las más complejas. Algo muy útil antes de decidir cualquier cosa es recurrir primero a la oración. Asegúrate de incluir proyectos, ideas, trabajos o viajes en una pequeña oración y lo verás todo más claro. 

Servicio  

La oración es un motor para el corazón que nos impulsa a darnos a una causa y a los demás. Sin ella, con el tiempo nos vamos enfriando y aquellas actitudes y cualidades que reflejan nuestra humanidad como la compasión y la generosidad, se van poco a poco apagando. 

La oración es por excelencia un acto de servicio y al dar también se recibe. Así, en la medida que participamos de la oración estamos intercediendo por los demás en sus necesidades y nos llenamos de bondades. De esta manera somos capaces de hacer algo bueno por alguien y ensanchar el corazón. Nos hace menos egoístas y nos da la oportunidad de poder hacer una obra de bien en pocos minutos y donde quiera que estemos. 

Si eres de los que no tiene ni un minuto más y no puedes comprometerte a hacer un voluntariado o participar de una actividad solidaria, la oración es una oportunidad. Mientras vas en el coche, cuando entras en la ducha o esperas en fila para pagar tus cuentas, piensa en alguien que conozcas o simplemente elige una persona que esté cerca tuyo en ese momento y reza por ella. Este hábito te hará más amable y te llenará de gran gratificación. 

Sanación 

La oración puede reparar heridas emocionales profundas y es un método prescrito para mantener nuestro bienestar espiritual. Nos ubica en un estado de paz y descanso interior que trae alivio y consuelo en el dolor. La oración puede ser tan sólida que es lo único capaz de sostenernos en las tormentas más fuertes de la vida donde batallamos interiormente.

Normalmente recurrimos a la oración desesperada cuando ya estamos en medio de la tormenta. No esperes a que ese momento llegue y empieza antes, cosa que cuando lleguen en tu vida – porque tarde o temprano llegarán- estés mejor preparado y te encuentren fuerte, con más recursos para hacerles frente y atravesarlas con amor que es lo que garantiza tu victoria. 

La oración en las adversidades te unirá más a Cristo y te ayudará a limpiar aquellas manchas de la enfermedad del alma. Entrega tus penas y sufrimientos por Aquel que ya ha sufrido por ti y recuerda que la sanación es posible por medio de la gracia. En un momento de pesar, sentirás el abrazo de saberte amado y acompañado.

Crecimiento  

La oración es la fuente de muchas virtudes que nos ayudan a ser mejores personas empezando por la humildad. La oración nos hace más humildes porque reconocemos que necesitamos de la gracia y que “solos simplemente no podemos.”

Además, la oración fortalece nuestro carácter en contraposición al orgullo y la arrogancia. No sólo nos permite examinar nuestras deficiencias, sino buscar activamente superarlas. Se trata de una disposición general para preocuparnos por mejorar y aprender de nuestros errores sin castigarnos o criticarnos, sino buscando la verdad. 

La oración nos ayuda a madurar en esos aspectos que nos hacen vulnerables para aceptar cuando cometemos un error o incluso cuando otros lo cometen hacia nosotros. Nos permite ver las cosas de modo más misericordioso y menos trágico porque reconocemos que somos todos pecadores y que necesitamos ayuda, así como también a entender que hay una respuesta en Dios a través del perdón. 

Sea que hayas cometido algún error presente o pasado o alguien te haya hecho un gran daño, da voluntariamente un paso al frente y haz una oración en tu corazón por esa persona que has lastimado o alguien que te haya lastimado a ti y sentirás aún con gran dolor liberarte de una carga que te permitirá crecer y avanzar. 

Comunión

La oración nos permite mantenernos más unidos a Dios, a su gracia y a la comunidad de los que están rezando con nosotros. Mejora nuestra relación con el creador al ir descubriendo nuestra misión y cómo hacer mejor uso de nuestros talentos, así como también vivir lo que es bueno para nosotros y para los demás.

El Papa San Gregorio Magno decía que “Cuando estamos unidos por el poder de la oración, por así decirlo, nos tomamos de la mano mientras caminamos uno al lado del otro por un sendero resbaladizo; y así, por la generosa disposición de la caridad, resulta que cuanto más se apoyan unos sobre otros, más firmemente estamos unidos en el amor fraterno”. 

La oración nos une con los demás de un modo muy especial. Ponte de acuerdo con tu cónyuge, hijos, con un amigo o un vecino para compartir una oración en persona o en la distancia. Pueden fijar una hora y determinar una intención por la cual quieren unirse para agradecer o pedir por algo o por alguien que lo necesite ese día. 

El padre Patrick Peyton pronunció la famosa frase “familia que reza unida, permanece unida”. Y el mismo Cristo nos ha dicho “Les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.” (Mat. 18:19-20)

Protección

La oración nos permite cuidar de manera más completa a nuestros amigos y familias más allá de nuestros límites. Queremos que estén bien y la realidad es que al final no podemos estar siempre con ellos y en todo lugar, pero con la oración podemos acercarnos. ¿Cuántas veces y sin saberlo nosotros mismos nos hemos beneficiado gracias a la oración de otros?

La oración a medida que fluye reaviva nuestros buenos deseos, los hace fructificar y protege nuestro corazón del mal. Encontramos un refugio seguro en momentos difíciles, sobre todo aquellos donde humanamente es difícil encontrar consuelo o paz y solo ese lazo al cielo nos ayuda a salir adelante. 

La oración nos da fortaleza para resistir a las tentaciones de todos los días, a momentos de dudas, miedos, confusión o pensamientos desordenados. Cuando llegue la noche antes de acostarte, termina siempre tu día con una oración sabiendo que estarás protegido y que hay alguien que vela por ti y por los que más amas cuando cierras los ojos.  

Cecilia Zinicola, Aleteia 

Vea también        Escuela de Oración - Benedicto XVI




























Evangelio del día

 


Evangelio según San Mateo 13,54-58.

Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde le viene, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros?
¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas?
¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?".
Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Entonces les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


Bulle

Benedicto XVI
papa 2005-2013
Encíclica « Spe Salvi », 47


«Porque les faltaba fe»

    Algunos teólogos recientes piensan que el fuego que quema y al mismo tiempo salva es el mismo Cristo, el Juez y Salvador. El encuentro con él es el acto decisivo del juicio. Ante su mirada se desvanece toda falsedad. Es el encuentro con él que, quemándonos, nos transforma y nos libera para hacer que lleguemos a ser verdaderamente nosotros mismos. Las cosas construidas durante la vida pueden revelarse entonces como paja seca, vanagloria vacía y derruirse. Pero en el sufrimiento que produce este encuentro en el que lo impuro y malsano de nuestro ser se nos presenta del todo evidente, se encuentra la salvación. La mirada de Cristo, los latidos de su corazón nos curan gracias a una transformación, ciertamente dolorosa, como «a través de fuego». Sin embargo es un sufrimiento dichoso en el que, el santo poder de su amor nos penetra como una llama permitiéndonos, al fin, ser totalmente nosotros mismos, y por ello, totalmente de Dios.
    Así se vuelve del todo evidente la compenetración entre la justicia y la gracia: nuestra manera de vivir no es irrelevante, pero nuestra suciedad no nos embrutece eternamente si, por lo menos, permanecemos orientados hacia Cristo, hacia la verdad, hacia el amor. A fin de cuentas, esta suciedad ha sido ya quemada en la Pasión de Cristo. En el momento del juicio experimentamos y acogemos este dominio de su amor sobre todo mal en el mundo y en nosotros. El sufrimiento del amor se convierte en nuestra salvación y nuestro gozo. (EDD)

Oración

Señor nuestro Dios, nosotros somos tus hijos. Escucha todas nuestras preocupaciones, te lo pedimos, porque queremos recibir ayuda de ti, no de los hombres ni de lo que podamos pensar o decir. Que se revele tu poder en nuestro tiempo. Anhelamos una era nueva, una era de paz en la que cambie la gente. Anhelamos tu día, el día en que tu poder será revelado a la humanidad pobre y quebrantada. Sé con nosotros y dale a nuestros corazones lo que permanecerá en nosotros: la fortaleza y misericordia de Jesucristo. Amén.





















Pensamiento MSC del día

 


jueves, 29 de julio de 2021

Carmen Hernández, figura profética para la Iglesia actual: protectora de la mujer ante al feminismo

 


“Pienso que todos sentís ya un poco el rumor, el ruido de estas alas, la alegría de esta llamada del Señor a anunciar el mundo buenas noticias: de esperanza, de alegría, de libertad; el mundo de hoy suspira por la libertad, por la vida, que está queriendo buscar en los laboratorios; llevamos el germen de la Vida, de la Resurrección, de la Inmortalidad, de tantísimas cosas que tenemos que anunciar al mundo, grandes, grandes cosas”.

Estas palabras que pronunciaba en 1978 en una convivencia Carmen Hernández, coiniciadora del Camino Neocatecumenal, resumen a la perfección la vida de esta mujer que se desgastó por la evangelización y que recorrió el mundo entero anunciando la Vida Eterna.

Más de 40 años después, estas palabras resultan, si cabe, aún más proféticas, pues en este momento Dios ha sido arrancado de Occidente y el mundo tiembla ante una pandemia mundial buscando la vida en un laboratorio mientras aparta su mirada de Cristo Resucitado.

Esta llamada a la evangelización cierra el libro Carmen Hernández. Notas biográficas, editado por la BAC, y que escrito por el profesor Aquilino Cayuela supone la primera biografía oficial de una figura que en muchos casos ha estado en un segundo plano con respecto a Kiko Argüello pero que sin ella hoy no existiría el Camino Neocatecumenal, una realidad eclesial presente en 134 países y con más de 1,5 millones de miembros.

El pasado 19 de julio, el mismo día que se cumplía el quinto aniversario de su fallecimiento, se solicitó formalmente la apertura de la fase diocesana de su proceso de beatificación. Este acto se celebró en la catedral de La Almudena de Madrid tras una Eucaristía presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro.

Portada de la biografía de Carmen Hernández

Puedes comprar aquí la biografía de Carmen Hernández

Aquilino Cayuela, doctor en Filosofía, profesor y escritor, vive también en su ser esta llamada a la evangelización y desde 2012 es junto a su mujer y sus cuatro hijos familia en misión en Berlín. Con esta biografía ha conseguido reflejar de manera magistral no sólo la vida de una de las personalidades femeninas más genuinas de la Iglesia en la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI sino además mostrar las entrañas del Camino Neocatecumenal, que ni en el fondo ni en la forma serían lo que son sin la aportación decisiva de Carmen.

El cardenal Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid y con quien Carmen tenía una gran afinidad, la define en la presentación de la biografía como “una mujer de una fuerte e indomable personalidad humana, una cristiana ‘preparada y dispuesta’ con uno de esos charismata clarissima (carismas extraordinarios) para contribuir o renovar y construir más y más la Iglesia en el tiempo histórico del Vaticano II.

Pero si hay alguien que conocía bien a Carmen ese era Kiko Argüello, su compañero de fatigas en la evangelización y que sin pretenderlo se complementaron a la perfección para dar forma a este itinerario de formación cristiana.

“Doy gracias a Dios por Carmen, que me ha dicho siempre la verdad, constantemente. Era una mujer profunda, auténtica y libre en su relación con todos. Era muy inteligente. Amaba a Cristo y a la Iglesia y al Papa, por encima de todo. Por amor a la Iglesia y a los hermanos ha permanecido junto a mí 50 años, aunque a veces fuera difícil para ella. A Carmen sólo le importaba hacer la voluntad de Dios, que vio que era estar conmigo en esta iniciación cristiana que es el Camino Neocatecumenal”, escribe Kiko en el prólogo de esta biografía.

Precisamente, en esta breve descripción Argüello esboza dos aspectos indispensables de la vida de Carmen y que quedan reflejados a lo largo de todo el libro: su libertad, una libertad tan grande que incluso en algunos momentos le hizo caer antipática para algunos. Y un segundo punto  que va completamente unido al primero, pues era tan libre porque la única aspiración en su vida era cumplir la voluntad de Dios y anunciar el Evangelio.

Carmen Hernández, con Kiko Argüello y el padre Mario Pezzi

Carmen Hernández, con Kiko Argüello y el padre Mario Pezzi

Como se verá en el libro, Carmen tenía otros planes para su vida. Quería ser religiosa, luego irse como misionera a Bolivia. Pero al final acabó su vida como laica y evangelizadora itinerante junto a Kiko Argüello, a quien no habría elegido para esta obra. Ambos eran de personalidades muy diferentes y tenían objetivos completamente distintos. Pero los dos comprendieron que la misión a la que habían sido llamados estaba por encima de sus planes y preferencias personales.

Esta mirada tan profunda a la evangelización de Carmen es explicada por el padre Mario Pezzi, el sacerdote del equipo internacional que acompañó de manera permanente a Kiko Argüello y a la propia Carmen Hernández desde 1982.

El presbítero confiesa que tuvo una gran afinidad con ella, pero también momentos de tensión. “Carmen tenía una mirada sobre la misión que iba muchas veces por delante de nosotros, mucho más lejos, más allá, pues su vista de la evangelización era mucho más larga, adelantada y profunda. Por eso yo la llamaba ‘mujer escatológica’. Porque ella tenía intuiciones sorprendentes, que a mí a veces me parecían arriesgadas y hasta, a veces, incomprensibles (…) Carmen era difícil de determinar, iba más allá de la realidad, iba a lo esencial de las cosas, sin pararse en las cosas secundarias. Tenía una visión profética, y todo lo miraba en función de la vida eterna, escatológicamente”, explica el padre Mario.

Además de licenciada en Teología,  y una gran experta en la Escritura y la Liturgia, Carmen se había licenciado en Química. Durante toda su trayectoria evangelizadora siempre defendió la unidad entre ciencia y fe. Sus catequesis y sus intervenciones en los encuentros con jóvenes, obispos o familias están repletos de estas referencias. “La geografía, la cosmología, la física, la biología, siempre las ve como manifestación de esta magnífica gloria de Dios, que llama al hombre y a la mujer a una libertad más grande”, cuenta Cayuela en la biografía.

Juan Pablo II y Carmen Hernández

A San Juan Pablo II y a Carmen Hernández les unía una buena amistad

Esta “creatividad de Dios” la relaciona siempre con la libertad entregada por Dios al hombre. Y ante el peligro de homogeneización de las personas que pretenden las ideologías Carmen explicaba a miles de jóvenes en Loreto en 1995 que “el hombre, que Dios lo hizo a su imagen, que a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer lo creó, y le dio la posibilidad de ser creador él, de dar vida, no hizo como hace nuestra industria, las cosas en serie, sino que las hizo en serio; y tan en serio las hizo que le hizo ¡libre!”.

Esta libertad de Carmen Hernández le hizo también destacar por la defensa de la mujer y de la importancia de su papel en la Iglesia. Pero de una manera completamente opuesta al feminismo, tanto al político como al que intenta ganar fuerza en el seno de la Iglesia.

Igualmente de manera profética, la coiniciadora del Camino Neocatecumenal desde hace décadas llevaba advirtiendo a las mujeres jóvenes y adolescentes sobre este feminismo que pretendía engañarlas. Ella veía la acción de Satanás para destruir a la mujer y con ella a la familia.

Por ello, siempre mostró que el ejemplo era la Virgen María.  En Denver, en 1993, ante miles de jóvenes que habían participado en la Jornada Mundial de la Juventud con San Juan Pablo II decía:

“¿Y por qué siempre la serpiente, que es el símbolo rastrero del mal, va a atacar a la mujer? Lo vemos desde la primea página del Génesis. ¿Y por qué? Porque la mujer tiene una cosa que la hace grande, grande y creativa como si fuera una imagen inmensa del poder de Dios, que es la matriz. ¡La fábrica de la vida! Y entonces  la muerte buscará siempre dar muerte a la mujer. Para estropear el plan tendrá siempre que entrar a la lucha con la mujer”.

De este modo, Carmen añadía que “el demonio, revistiéndose siempre de feminismo, y de maravilla, y de inteligencia y de poder, ataca y engaña a la mujer”. Destacaba principalmente el aborto, pero también el querer borrar las diferencias entre hombre y mujer, obviando la capacidad de ser madre que tiene la mujer.

Carmen Hernández, coiniciadora del Camino Neocatecumenal

No os dejéis engañar por todas esas propagandas del feminismo, que son las primeras tontas del mundo, estas feministas que no se dan cuenta de la grandeza inmensa de la mujer”, les insistía Carmen Hernández.

En Santiago de Compostela, en 1989, valoraba la importancia de la vocación a la vida religiosa de las mujeres y como “la virginidad ha sido muy importante” destacando que “las mujeres no son más o menos importantes que los curas: en el cielo no habrá ni hombre ni mujer ni casados ni nada de eso: será Dios en todo”.

Por ello, recalcaba que “Dios no tiene necesidad de ningún espermatozoide del exterior para generar a su Hijo: tiene una maternidad virginal. Por eso la Virgen María representará siempre, al interior del cristianismo, la Shekiná de Dios, la parte maternal de Dios”.

Esta biografía abarca muchísimos más aspectos de la vida de Carmen Hernández. Hace un recorrido profundo y detallado de su vida, y como consecuencia del Camino Neocatecumenal. Destaca y llama la atención la entrega y el desgaste de una vida por el Evangelio con sus cientos de viajes por todo el mundo, sus innumerables encuentros con jóvenes, obispos, familias o las catequesis que ofrecía para anunciar la Vida Eterna. Y lo siguió haciendo pese a la enfermedad y los dolores que la persiguieron hasta su muerte, sufrimiento que siempre ofreció por la evangelización. Todo esto y más lo encontrarás en Carmen Hernández. Notas biográficas.

Javier Lozano / ReL

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8 cosas que los padres pueden hacer ante el sexting

 

¿Sabes si tus hijos alguna vez lo han hecho? Si tienes dudas, es mejor que continúes leyendo

El “sexting” es exhibicionismo on line o envío de imágenes con poca ropa o en posiciones eróticas, que en la mayoría de los casos inicia como una actividad inocente entre los adolescentes.

Algunos de ellos lo hacen por la presión que ejerce su grupo de amigos, otros por lograr aceptación de sus iguales, otros por divertirse y otros por “demostrarle cariño” a ese chico(a) que le gusta.

Lo cierto es que en ningún caso, miden las consecuencias que esto puede ocasionarles.

Todo surge cuando los adolescentes deciden tomarse fotos o videos con las características descritas y las envían inocentemente a un chico(a) que quieren conquistar, pues confían en que el receptor se quedará con las imágenes.

Sin embargo, la mayoría de las veces dichas imágenes suelen transmitirse de persona en persona hasta proliferarse en la web rápidamente, dejando al protagonista de la foto o video en boca de todos.

Según los expertos, las causas de este fenómeno van desde la desatención familiar hasta el mayor acceso a los medios tecnológicos sin el control y orientación de los padres, situación que pone en riesgo a los chicos quienes no poseen el criterio para medir lo que implica subir a la web o enviar por celular fotos o videos íntimos.

¿Qué pueden hacer los padres?

Algunas recomendaciones para orientar a los hijos ante esta “moda”:

1. Formarles conciencia acerca de la importancia de su cuerpo y su integridad en general.

2. Mostrarles las consecuencias que tiene el tener este tipo de prácticas.

3. Fomentar su autoestima, un chico o chica con alta autoestima y un buen sentido de sí, no permitirá que esto le ocurra.

4.Enseñarles la importancia de no reproducir o reenviar este tipo de mensajes en caso de que reciban alguno.

5. Crear un vínculo de confianza con los hijos, de forma que se puedan comunicar de manera asertiva y así asegurarse que sean los padres las primeras personas contactadas en caso de necesitar ayuda.

6. Orientar a los hijos hacia el uso responsable de la tecnología y los riesgos asociados a ella. Si se le va a dar un celular a un menor, se le debe explicar para qué es, lo que pueden hacer con él y lo que no.

7. No prohibirles el uso de tecnología. Comúnmente la curiosidad, acompañada de la restricción de los padres, conlleva a que los chicos busquen la información a través de amigos y de una manera irresponsable.

8. Sí limitarles su uso. Es importante que en casa se establezcan unas normas de uso de la tecnología: establecer horarios, limitar los planes de conexión a internet, instalar filtros de seguridad, entre otros. Ahora los niños tienen su propio móvil a edades tempranas y esto aumenta las probabilidades de riesgo.

Educar en el amor

La mejor manera de cuidar la integridad de nuestros hijos es hablarles de las repercusiones que tiene usar la sexualidad como un objeto de placer que se utiliza sin tener en cuenta las repercusiones que a corto y mediano plazo ello representa (desvirtuar el verdadero sentido del amor).

La sexualidad basada en el amor y en el respeto debe ser educada con mayor relevancia en la adolescencia, etapa de la vida donde la afectividad puede vivirse con desenfreno e irresponsabilidad.

La tarea de los padres es promover una sexualidad basada en la dignidad de la persona, que no otra cosa que el respeto del propio cuerpo y del otro.

La sexualidad vivida desde esta perspectiva es una donación de intimidades que parte de una entrega total como lo es el verdadero amor.

Artículo originalmente publicado por lafamilia.info

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