Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
De nuevo se inmola por nosotros en este misterio. |
Libra el alma de la eterna perdición esta víctima singular, la cual por el misterio nos renueva la muerte del Unigénito, porque, aunque resucitado de entre los muertos, ya no muere, ni la muerte tiene ya dominio sobre él; sin embargo viviendo en sí mismo inmortal e incorruptible, de nuevo se inmola por nosotros en este misterio. San Gregorio Magno |
Cristo se inmola todos los días en provecho de los pueblos. |
¿No es verdad que Cristo se inmoló una sola vez en sí mismo, y, sin embargo en el sacramento es inmolado no sólo en todas las solemnidades de Pascua, sino que se inmola todos los días en provecho de los pueblos? Y no miente el que preguntando respondiere que él es inmolado. San Agustín |
Reverenciad a Cristo inmolado por nosotros. |
¡Reverenciad, pues, reverenciad esta mesa de la cual todos somos partícipes, a Cristo inmolado por nosotros, al sacrificio puesto sobre esta mesa! San Juan Crisóstomo |
Resurrección a la gloria de Dios Padre. |
Nuestros cuerpos nutridos de la Eucaristía y sepultados en la tierra y resueltos en ella resucitarán a su tiempo otorgándoles el Verbo de Dio la resurrección a la gloria de Dios Padre. San Ireneo de Lyon |
Él se une con nosotros y nosotros a la vez nos unimos con Él. |
Así como si uno a la cera derretida añade otra cera, hace de ambas una sola cosa, así por la participación del cuerpo y preciosa sangre de Cristo, Él se une con nosotros y nosotros a la vez nos unimos con Él. Lo que es corruptible por su naturaleza no puede ser vivificado de otra manera, sino estando corporalmente unido a su cuerpo, el cuerpo del Unigénito, que es la vida por esencia. San Cirilo de Alejandría |
Somos un cuerpo y miembros de su carne y de sus huesos. |
Somos un cuerpo y miembros de su carne y de sus huesos. Y para que lo seamos no sólo por amor, sino también en realidad, mezclémonos con aquella carne; esto es lo que hace el manjar que él nos dio para mostrarnos cómo hierve su corazón de amor hacia nosotros; por eso se aglutinó con nosotros y se constituyó con nosotros en un cuerpo, para que seamos como un cuerpo unido a la Cabeza. San Juan Crisóstomo |
Vida Eterna |
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día. Evangelio según San Juan 6,54 |
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