Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
Concorpóreo y consanguíneo con Cristo. |
Se te da el cuerpo y la sangre de Cristo para que, al recibirlos, te hagas concorpóreo y consanguíneo con él. Pues así como nos hacemos cristíferos, al penetrar su cuerpo y su sangre en nuestros miembros, así según San Pedro, nos hacemos consortes de la naturaleza divina. San Cirilo de Jerusalén |
La resurrección gloriosa a los que dignamente comulgan. |
Así como a la carne de la Santísima Virgen, que llevó nueve meses en sus purísimas entrañas el cuerpo de Cristo, le era debida por gran congruencia la resurrección gloriosa... así, salva la debida proporción, no tan pronto, sino a su tiempo, se debe por decencia la resurrección gloriosa a los que dignamente comulgan. P. Gregorio Alastruey |
Elimina toda la corrupción que hay en nosotros. |
Nuestro Señor Jesucristo por su carne nos infunde la vida y deposita en nosotros como cierta semilla de inmortalidad, con la que elimina toda la corrupción que hay en nosotros. San Cirilo de Alejandría |
Esperanza de la resurrección. |
Nuestros Cuerpos que reciben la Eucaristía ya no son corruptibles, porque tienen la esperanza de la resurrección. San Ireneo de Lyon |
Semilla de la inmortalidad. |
A este cuerpo nuestro caduco y deleznable la hostia divina hace que en su día resucite; porque el cuerpo inmortal de Cristo infunde en él la semilla de la inmortalidad, que ha de brotar alguna vez. S.S.Leon XIII |
Medicamento de inmortalidad. | |
San Ignacio de Antioquía Martir, llama al pan eucarístico "medicamento de inmortalidad, antídoto para no morir, sino para vivir siempre en Jesucristo". | |
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