Entradas populares

martes, 9 de septiembre de 2025

Evangelio del día




Carta de San Pablo a los Colosenses 2,6-15. 
 Vivan en Cristo Jesús, el Señor, tal como ustedes lo han recibido, arraigados y edificados en él, apoyándose en la fe que les fue enseñada y dando gracias constantemente. No se dejen esclavizar por nadie con la vacuidad de una engañosa filosofía, inspirada en tradiciones puramente humanas y en los elementos del mundo, y no en Cristo. 

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y ustedes participan de esa plenitud de Cristo, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad. En él fueron circuncidados, no por mano de hombre, sino por una circuncisión que los despoja del cuerpo carnal, la circuncisión de Cristo. En el bautismo, ustedes fueron sepultados con él, y con él resucitaron, por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. 

 Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas. El canceló el acta de condenación que nos era contraria, con todas sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola en la cruz. En cuanto a los Principados y a las Potestades, los despojó y los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su cortejo triunfal. 

 Salmo 145(144),1-2.8-9.10-11. 
 ¡El Señor es bueno con todos! Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, y bendeciré tu Nombre eternamente; día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. 

 Evangelio según San Lucas 6,12-19.
 Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

 Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. 


Santa Teresa de Calcuta (1910-1997) 
fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad 
El gozo del don «Pasó la noche orando a Dios.

 Al llegar el día, llamó a sus discípulos y escogió a doce de entre ellos» Creo que nuestras hermanas han recibido esta comunicación de gozo que se percibe en muchos de los religiosos que se han dado a Dios sin reserva. Nuestra obra no es más que la expresión de nuestro amor por Dios. Este amor necesita a alguien que lo reciba, y de esta manera, la gente con la que nos encontramos nos dan el medio para poderlo expresar. Tenemos necesidad de encontrar a Dios, y no le vamos a encontrar ni en la agitación ni en medio del ruido. Dios es amigo del silencio. ¡En medio de qué silencio crecen los árboles, las flores y la hierba! 
¡Y en medio de qué silencio de mueven las estrellas, la luna y el sol! Nuestra misión ¿no es dar a Dios a los pobres de las barracas? Pero no un Dios muerto, sino al Dios vivo y amante. Cuanto más recibamos en la oración silenciosa, más podremos dar en nuestra vida activa. Tenemos necesidad de silencio para ser capaces de llegar a las almas. Lo esencial no es lo que decimos, sino lo que Dios nos dice y dice a través nuestro. Todas nuestras palabras serán vanas en tanto que no vendrán de lo más íntimo; las palabras que no transmiten la luz de Cristo, no sirven más que para aumentar las tinieblas. 
 Nuestro progreso en la santidad depende de Dios y de nosotros mismos, de la gracia de Dios y de nuestra voluntad de ser santos. Nos hace tomar en serio el compromiso vital de llegar a la santidad. «Quiero ser santo» significa: Quiero desligarme de todo lo que no es Dios, quiero despojar mi corazón de todas las cosas creadas, quiero vivir en la pobreza y en el desprendimiento, quiero renunciar a mi voluntad, a mis inclinaciones, a mis caprichos y gustos, y hacerme el servidor dócil de la voluntad de Dios.  (EDD)

Reflexión sobre la esponja antigua

Una y otra vez leemos a lo largo de los Evangelios que Jesús oraba constantemente. Su vida estaba impregnada de oración. Permítanme ponerles esta imagen: nuestra fe es un poco como una esponja seca. Al principio puede parecer frágil, vacía y fácil de pasar por alto. Cada oración que susurramos, cada línea de la Escritura que leemos, es como una sola gota de agua que cae sobre ella. Una sola gota parece pequeña, casi demasiado pequeña para marcar la diferencia. Pero con el tiempo, a medida que esas gotas siguen cayendo, la esponja comienza a ablandarse, a hincharse, a tomar vida. Poco a poco, nos vamos empapando de Dios.

Lo mismo ocurre con nuestros corazones. Si somos fieles a la disciplina de la oración y la Escritura -incluso en los pequeños momentos cotidianos-, la Palabra de Dios se filtra profundamente en nosotros. En poco tiempo, nos encontramos empapados de Su presencia, nuestras vidas gotean con la gracia que hemos absorbido. Lo que antes parecía pequeño y ordinario se revela transformador. Una esponja no puede evitar soltar agua cuando se la aprieta; así también, un corazón empapado de la Palabra de Dios no puede evitar derramar Su amor en el mundo.

El objeto de hoy no es obra de la mano del hombre, sino una creación de la propia naturaleza. Este ejemplar, que data de 1759 y se conserva en el Museo Nacional de Irlanda, nos recuerda que la naturaleza produce las más bellas obras de arte. Cada esponja, con su intrincada forma, puede admirarse como una escultura en sí misma: bella por su simetría, su forma y su refinamiento. Los primeros naturalistas, sorprendidos por su forma e inmovilidad, clasificaron las esponjas como plantas. No fue hasta 1795, cuando se observó su singular método de alimentación, que se las reconoció finalmente como animales. Las esponjas son criaturas fascinantes. Son animales pluricelulares que sobreviven haciendo circular agua a través de un elaborado sistema de canales internos, filtrando diminutas partículas de alimento. No son plantas, sino animales.


En la actualidad se conocen unas 5.500 especies, que van desde la esponja de baño, recolectada para uso humano, hasta especies gigantes que se encuentran en los arrecifes del Caribe e incluso en las gélidas aguas de la Antártida, algunas de las cuales alcanzan más de dos metros de altura. Delicadas y resistentes a la vez, las esponjas revelan el arte de la creación y nos recuerdan que la belleza se encuentra a menudo en las formas más inesperadas de la vida terrestre.

by Padre Patrick van der Vorst

Oración

Oh, San Bartolomé, apóstol y discípulo de Nuestro Señor Jesucristo, tú que fuiste un insaciable evangelizador, te pido que intercedas por mí, para no caer en la tentación. El diablo es como un perro rabioso encadenado, que constantemente busca morderme para apartarme de Dios, ayúdame a que, con tu ejemplo e intercesión, no me acerque a él, sino que busque más a Cristo, Nuestro Señor. San Bartolomé apóstol, encadena las fuerzas del mal que me acechan.  Amen.






No hay comentarios:

Publicar un comentario