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domingo, 6 de diciembre de 2020

Oración de san Francisco Javier para tener valentía cada día

 

CONFIDENCE


No siempre es fácil expresar la fe, rezar con estas palabras de un famoso misionero ayuda a encontrar el valor para seguir a Cristo a diario

Proclamar a Jesús no siempre es fácil y esta oración de san Francisco Javier puede ayudarte a tener valentía en tu día a día.

Porque antes de salir al mundo, vivir con Jesús es, ante todo, relacionarse con Él y dar testimonio de este vínculo que anima tu vida. Sin saber siempre a qué conducirá, pero teniendo la voluntad de estar conectado con Él hasta el final.

Cuando decidió seguir a Cristo, san Francisco Javier, el «apóstol de las Indias«, ¿sospechaba que esto lo llevaría a Goa, Ceilán e incluso Japón? Probablemente no. Pero confiaba.

Para tener siempre el valor de evangelizar y ser fiel a Cristo, aquí está su oración de confianza y abandono:

Francisco Javier: «¡Me entrego a Ti, oh mi Señor y mi Padre con la más plena confianza!»

“Oh Dios Todopoderoso, creador de todas las cosas, eres Tú quien me creó, eres Tú quien me dio un alma, eres Tú quien formó mi cuerpo. De Ti tengo, Dios mío, todo lo que soy y todo lo que tengo. Me hiciste a tu imagen, a tu semejanza, fui creado para ti y un día serás mi suprema dicha. ¡Me entrego a Ti, oh mi Señor y mi Padre, con la más completa confianza! Espero de Tu adorable misericordia obtener mi salvación eterna, a través de los infinitos méritos de la santa Pasión y la santa muerte de mi Salvador, el Señor Jesús, cualquiera que sea el número y la enormidad de los pecados que he cometido desde que estoy en el mundo. ¡Te doy gracias, Dios mío! Te doy mil gracias por concederme la alegría de conocer la fe de la Iglesia y de tu divino Hijo, mi Señor Jesucristo. ¡Padre de misericordias! Pon en la balanza de tu justicia, por un lado todos los pecados de mi vida, y por el otro, todos los méritos de la Pasión y la muerte de mi divino Redentor, Jesucristo tu adorable Hijo, y entonces seré perdonado, seré librado, obtendré la gloria eterna del paraíso. Amén». Por san Francisco Javier (1506-1552)

Marzena Wilkanowicz-Devoud, Aleteia

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