Entradas populares

miércoles, 2 de octubre de 2024

Evangelio del día


 

Libro del Exodo 23,20-23a.

Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado.
Respétalo y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque no les perdonará las transgresiones, ya que mi Nombre está en él.
Si tú escuchas realmente su voz y haces todo lo que te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios.
Entonces mi ángel irá delante de ti.


Salmo 91(90),1-2.3-4.5-6.10-11.

Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».

Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.

No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.

No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
porque Él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos.


Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.

En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.
El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial."


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

Santa Faustina Kowalska (1905-1938)
religiosa
Diario, nº 1741 (La Divina Misericordia en mi alma, Editorial Padres Marianos, 4ª edic. autorizada Stockbridge, Massachussets 2001, p. 341-342, rev.)


Los espíritus angélicos Te cantan sus himnos eternos

Oh Dios, que eres la felicidad en ti Mismo y para esta felicidad no necesitas a ninguna criatura, ya que eres en Ti Mismo la plenitud del amor, pero por tu insondable misericordia llamas a las criaturas a la existencia y las haces participes de Tu felicidad eterna y de Tu eterna vida interior divina que vives Tú, Único Dios, Trinitario en Personas.
En Tu insondable misericordia has creado los espíritus angélicos y los has admitido a Tu amor, a Tu familiaridad divina. Los has hecho capaces de amar eternamente; aunque los has colmado, oh Señor, tan generosamente del resplandor de belleza y de amor, no obstante no ha disminuido nada Tu plenitud, oh Dios, ni tampoco su belleza y amor Te han completado a Ti, porque Tú en Ti Mismo eres todo. Y si los has hecho participes de Tu felicidad y les permites existir y amarte, es únicamente gracias al abismo de Tu misericordia, a tu bondad insondable por la cual Te glorifican sin cesar, humillándose a los pies de Tu Majestad y cantando sus himnos eternos: Santo, Santo, Santo…
Adorado seas, Único en la Santísima Trinidad,
Dios misericordioso, Insondable, infinito, inconcebible.
Sumergiéndose en Ti, su mente no logra comprenderte,
Por lo tanto repiten sin cesar su eterno: Santo…
Glorificado seas, nuestro misericordioso Creador y Señor,
Omnipotente, pero lleno de piedad inconcebible.
Amarte es una tarea de nuestra existencia,
Cantando nuestro himno eterno Santo…
Bendito seas, oh Dios misericordioso,
Amor eterno,
Tú estás por encima de los cielos, zafiros y firmamentos,
La pura legión de espíritus Te alaba así,
Con su himno eterno, tres veces Santo.    
(EDD)

Oración

(recemos también nosotros lo de Santa Faustina)

















No hay comentarios:

Publicar un comentario