Más y más padres parecen estar desistiendo del prestigio y empleos con altos salarios para pasar más tiempo con sus hijos, pero la tendencia no es nueva
Noel Benson, aleteia
Existe una razón por la cual lloramos cuando vemos a Ray Kinsella jugar a la pelota con su papá al final de Field of Dreams (Campo de sueños). El vínculos entre el padre y el hijo es muy fuerte en ese momento.
Existe una razón por la cual lloramos cuando vemos a Ray Kinsella jugar a la pelota con su papá al final de Field of Dreams (Campo de sueños). El vínculos entre el padre y el hijo es muy fuerte en ese momento.
La vida tiene sus vueltas y cambios: nunca sabes lo que será necesario hacer o sacrificar por el bien de la familia. Entonces, de vez en cuando, te acuerdas de otros que hicieron algo semejante, que tomaron decisiones muchas veces difíciles e impopulares para dar el máximo valor al inestimable vínculo paterno.
Al inicio de este año, el jugador Adam LaRoche, del Chicago White Sox, fue invitado a dejar de llevar a su hijo de 14 años, Drake, al centro de entrenamiento. Esa actividad, que se volvió una tradición especial para el padre y el hijo, estaba por finalizar, por lo que Drake entraría a la secundaria. Sin embargo, LaRoche estaba ansioso por esta última experiencia que reflejaba su juventud. Él había crecido alrededor de los campos de béisbol como su padre, el ex lanzador profesional Dave LaRoche.
Para los atletas profesionales, el trabajo muchas veces los lleva lejos de la familia durante más de la mitad del año, ¿pero a qué precio? Para los jugadores jóvenes, el salario es muy bueno para rechazarlo. Sin embargo, LaRoche, un veterano con 15 años como bateador, sabía que su carrera estaba llegando al final. Esto le dio una oportunidad única.
LaRoche hizo lo que muchos consideran impensable, dejó un salario de 13 millones de dólares para pasar más tiempo con Drake y el resto de su familia. LaRoche admitió a la revista ESPN que él amó todos los días que Drake pasó con él a lo largo de los últimos años, durante los entrenamientos de primavera.
La esencia de la decisión de LaRoche era algo con que todos los padres lidian diariamente: descubrir la mejor forma de criar a los hijos, equilibrando la economía y las oportunidades. Mi esposa y yo vivimos una encrucijada semejante después de que naciera mi primer hijo. Hace 15 años, fui despedido de un trabajo de publicidad con mi esposa aún en baja maternal y un recién nacido de seis semanas en casa. Yo dejé de ser el que llevaba el dinero a casa pues me quedé desempleado.
Otra consideración era el precio de la guardería. Visitamos las mejores guarderías y entendimos que el costo – sin mencionar la culpa de dejar a nuestro pequeño de mañana y buscarlo solamente al inicio de la noche – no valía la pena.
Como alternativa, decidimos que mi esposa continuaría con su trabajo de contabilidad, que incluía la seguridad social, y yo cuidaría de nuestro hijo, mientras trabajaba como escritor freelance. Fue difícil para mi esposa, que soñaba – como yo – quedarse en casa con nuestro bebé, pero la realidad de la situación simplemente no permitió eso.
Así, mi esposa volvió a trabajar, y yo me quedé trabajando en casa con nuestro bebé. Además de eso, a causa de mi horario flexible, yo llevaba a mi esposa todos los días a trabajar, para que ella pudiera pasar más tiempo con nuestro hijo, y hubieron días en que lográbamos comer juntos.
Pero había otro componente que me ayudó a tomar esa decisión. Soy hijo único criado por una mamá que siempre trabajó fuera, y no tuve esa experiencia en la infancia. En lugar de eso, tuve que aprender a ser independiente muy pronto, muchas veces sintiendo como si hubiera perdido un vínculo paterno especial. Estar en casa con mis hijos – dos años más tarde vino un pequeñito más – completó el círculo.
Eso también desafió los estereotipos. No habían muchos papás llevando a sus hijos a preescolar o paseando por la sección de pañales del súper con un vasto conocimiento de qué pomada para rozaduras funciona mejor. A veces, era divertido.
No me importaba, me encantaba. Estaba haciendo eso por mis hijos y mi esposa. En realidad le estoy agradecido a mi esposa por esa experiencia increíble. Ella hizo un sacrificio profesional (volver al trabajo) por nuestra familia.
Cuando LaRoche se retiró, muchos dijeron que estaba renunciando. Pero no. Él estaba conquistando un título de valor inestimable: cuidar de los hijos.
Aquí están 10 papás que no perdieron su vocación:
Cary Grant
Cary Grant tenía 62 años cuando tuvo una hija con la actriz Dyan Cannon. A la legendaria estrella del cine aún le quedaban buenos años en Hollywood, pero tomó la decisión de sacrificar esos papeles por uno mayor: cuidar de su hija, Jennifer.
David Letterman
David Letterman bromeó con Jerry Seinfield el año pasado, en Comedians in Cars Getting Coffee, que la ventaja de tener hijos más tarde en la vida es que él puede esperar estar “muerto en el momento en que ellos comiencen a robar coches”. Y añadió: “Todos los problemas serán del padrastro”.
Letterman decidió concluir su carrera el año pasado para pasar más tiempo con su hijo, Harry.
John Lennon
Después de que la estruendosa Beatlemanía disminuyera, John Lennon pasó la mitad de los años 70 con su hijo Sean, que tuvo con Yoko Ono. No es ningún secreto que el Beatle, que estaba muy ocupado a causa de su carrera durante la infancia de su primer hijo, Julian, no quería cometer el mismo error dos veces. Además de eso, Lennon estaba loco por volver a la música, pero esperó a que Sean entrara a la escuela.
John Hughes
Durante los años 80 e inicio de los 90, era difícil encontrar a un director-guionista de Hollywood más ocupado que John Hughes. Él ayudó a muchos adolescentes desgarbados con clásicos comoSixsteen Candels, The Breakfast Club, Weird Science, Pretty in Pink y Ferris Bueller’s Day Off. A finales del siglo, Hughes dejó de dirigir para pasar más tiempo con su familia. Desgraciadamente, murió en 2009.
Josh Duhamel
En términos de carrera en Hollywood, al actor Josh Duhamel le estaba yendo muy bien. Además de trabajar en televisión y cine, también tuvo un papel recurrente en la serie de Transformer. Sin embargo, después que su esposa, Fergie, diera a luz a su hijo en 2013, Duhamel dejó de actuar para quedarse en casa.
James Rubin
Mientras que la periodista Christiane Amanpour estaba viajando por los países devastados por la guerra, su marido James Rubin, decidió dejar su empleo en el gobierno para cuidar de su hijo en Londres.
Dave Chappelle
Durante el inicio del 2000, Dave Chappelle no sólo estaba en una gira de grandes dimensiones, sino que su “Chappelle’s Show” era aclamado por la crítica. Y entonces, de repente, salió de la escena. Surgieron muchas preguntas sobre el motivo de su repentina partida, y finalmente se supo que él había decidido pasar más tiempo con sus dos hijos.
Joe Gibbs
Como entrenador del Washington Redskins en la década de los 80 e inicio de los 90, Joe Gibbs ganó tres anillos del Super Bowl antes de impactar al mundo y dejar el fútbol americano para pasar más tiempo con su familia.
David Beckham
El gran jugador de fútbol David Beckhan tenía una carrera de 20 años. Después de jugar en Europa y en los Estados Unidos, con 37 años, el modelo y portavoz abandonó su carrera para pasar más tiempo con su esposa, la Spice Girl Victoria Beckham y sus cuatro hijos.
Rick Moranis
Fue hace aproximadamente 20 años que Rick Moranis desapareció de los reflectores. El actor conocido por papeles memorables en Ghostbusters, Little Shop of Horrors y Honey, I Shrunk the Kids rápidamente se volvió un fenómeno. Se descubrió que el comediante canadiense sacrificó su carrera para criar a su hija después de que su esposa muriera de cáncer.
*John Benson escribe para varios periódicos en Ohio. Cuando no está escribiendo sobre la vida, la música o el entretenimiento, se le encuentra entrenando baloncesto y béisbol con sus dos hijos o mirando películas con su esposa, María.
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