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martes, 13 de septiembre de 2016

Oración para liberarse de la tentación de juzgar y condenar a los demás

Juzgar, lo hacemos con mayor frecuencia de lo que creemos, y puede llegar a causar gran cantidad de infelicidad

Oración para liberarse de la tentación de juzgar y condenar a los demás


¿Cuánto tiempo pasas juzgando a los demás? Me gustaría ser capaz de sentarme aquí y escribir que soy una persona maravillosa, abierta, amorosa que no juzgo a nadie, pero ese no es el caso. ¡Yo también juzgo! Y me refiero a sentirme un juez. Y odio caer en eso una y otra vez.

Juzgar, es una cosa que hacemos con mayor frecuencia de lo que creemos y es una cosa que puede llegar a causar una gran cantidad de infelicidad dentro de la vida de cada uno de nosotros.

En ocasiones, cuando he caído en el juicio a veces ha sido hasta por cosas que creemos diminutas y que suelen pasar desapercibida… He juzgado la ropa de los demás, he juzgado las acciones de otros, lo que han dicho, lo que han callado, la forma en que han enfrentado “x” o “y” circunstancia de su vida…

Yo sé que todos hacemos esto en cierta medida, pero debemos evitarlo a toda costa. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, seguimos juzgando a los demás. Puede ser que sea por cosas que creemos pequeñas, como un compañero de trabajo que tomó demasiado tiempo de pausa para el almuerzo. O puede ser que sea por cuestiones más grandes, como una persona que actúa de forma egoísta o hiere nuestros sentimientos.

Hay varias formas de acabar con esa mala acción de juzgar, y una de ellas es recurrir a la oración.

A continuación, una pequeña oración que rezo cada día y que me ha servido para evitar juzgar a los demás.

Señor mío, quiero grabar en mi vida las leyes de tu amor, para que mi corazón sólo pueda moverse en una dirección: justicia, equidad, solidaridad, perdón, amor y misericordia.

Debo ser agradecido con todos los talentos que me has dado para ser un fiel imitador tuyo, tener tu Espíritu, ser un verdadero portador de tu bondad, que es compasivo, que no juzga ni condena, que siempre perdona y da a manos llenas.

No permitas que caiga en la tentación de juzgar y criticar a mis hermanos. Yo también me equivoco y fallo. Enséñame a descubrir en los demás lo mejor de cada uno, sus virtudes y sus buenas obras.
Ayúdame Señor, a olvidar con prontitud todo cuanto me han ofendido. Aparta de mí todo sentimiento negativo y de rencor, toda emoción negativa acumulada en mi corazón que causa resentimiento y malos deseos.

Oh Dios mío, quiero amar como Tú amas, perdonar como Tú perdonas. Quiero que me ayudes con la luz de santo Espíritu para poder lograrlo.

Líbrame de juzgar, de mirar las acciones de otros con soberbia y prepotencia, en vez de eso, hazme ver la miseria en mi interior, hazme ver que también estoy plagado de errores y los cometo con frecuencia
Regálame la capacidad de perdonar las personas que me hacen daño. Toca mi corazón para que siempre esté dispuesto a amar con libertad, sin prejuicios, a ser una persona alegre, feliz, que va construyendo un futuro mejor de acuerdo a tus leyes de vida.

Confío en tu bendición y en tu amor que en este momento derramas sobre mí y me ayuda a cambiar esas malas actitudes para afrontar los retos de cada día.

Gracias por tu amor y tu compañía que me hacen experimentar tu poderosa Verdad que va llenando mi vida y mi corazón con amor y tu misericordia, que me va librando de esos malos pensamientos hacia los demás, de esas críticas y juicios que entrego a la ligera.

Ven Señor y sopla con la fuerza de tu Espíritu para que me llenes de humildad, mansedumbre y caridad.
Amén.
Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net

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