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sábado, 14 de noviembre de 2020

¿Cuál es el vestido más importante de una mujer?

 

PADRE GUILLERMO SERRA


Hablamos con Guillermo Serra, sacerdote que evangeliza en las Redes Sociales y comenzó el proyecto: "52 vestidos. El Corazón de la Mujer visto desde Dios"

El presbítero Guillermo Serra Díaz-Mauriño nació en Madrid un 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima; pero desde hace 6 años vive en Ciudad de México, donde evangeliza en los colegios. Y también a través de las redes sociales, donde desde hace algunos años tiene un gran impacto.

Padre Guillermo, gracias por concedernos esta entrevista para Aleteia España. ¿Puede decirnos cuándo incursionó usted en la evangelización a través de las redes sociales?

La verdad es que fue una aventura involuntaria. Yo desde el 2010 había escuchado  del Facebook, pero se me hacía como una pérdida de tiempo. En 2011 me en comentaron un proyecto en el que tenía que estar en contacto con muchas personas; me dijeron: “Mire, trabajar con correo electrónico sería muy lento, pero existe un plataforma en redes sociales, que se llama Facebook, y que es muy fácil de utilizarla”.

Entonces me di de alta en Facebook, aunque me empecé a asustar porque me empezaron a sugerir contactos de personas que yo conocía; entonces yo me preguntaba: ¿Cómo sabe este programa que yo conozco a estas personas? Ya luego entendí cómo funciona.

Así que fui viendo el bien, la cantidad de gente a la que puedes alcanzar. Y como yo llevaba prácticamente desde mi ordenación sacerdotal haciendo trabajo de secretariado, no había tenido mucho tiempo de predicar. Entonces empecé a predicar a través de redes sociales, y fui creciendo muy rápido porque en aquellos tiempos había muy poca presencia de sacerdotes. Así que, en cierto sentido, tuve ventaja porque fui de los primeros.

Ahora, obviamente, con la cuestión de la pandemia, se ha multiplicado el número de religiosas y sacerdotes en las redes, y eso es una bendición, ¡me da gusto!

Los vestidos no son vestidos físicos

¿Qué es “El Corazón de la Mujer visto desde Dios”? ¿Cómo surge este proyecto? ¿Y por qué “52 vestidos”?

Entre los 7 u 8 proyectos que he lanzado, éste es uno a los que más cariño tengo. Está a mitad de camino porque lo he querido pensar bien y darle una dimensión más grande que la idea original.

Los 52 vestidos son porque quiero que cada vestido represente una semana del año, para que sea una semana de reflexión.

Los vestidos no son vestidos físicos, sino es un modo de presentar la realidad de la mujer vista desde Dios. Y los vestidos, por ejemplo, son “vestida de seguridad”, “de dignidad”, “de misericordia”, “de colores”, “de fantasía”, “vestida de tu historia”. Es un modo de presentar el corazón de la mujer, pero ayudándola, a partir de su historia, tomando obviamente un pasaje de la Sagrada Escritura, y tomándola de su mano, hacerla ver cómo Dios ha estado presente.

Por ejemplo, el “vestida de tu historia” es muy hermoso porque hace un recorrido desde cuando nace, y va intentando dar a la mujer una clave de interpretación de cómo Dios ha estado en cada capítulo de tu historia, incluso en los capítulos más oscuros.

Se trata de dar una clave de lectura en positivo, de sanación, de autoconocimiento, de proyección, de esperanza a todas las mujeres para que, de este modo, con algo tan atractivo como es el vestido, pues a las mujeres les encantan los vestidos, con estos títulos tan sugestivos puedan hacer una lectura más positiva y aprender a mirarse desde el Corazón de Dios.

Y entonces cada capítulo tiene toda una dinámica personal, siguiendo este tema; están interrelacionados algunos, tienen una estructura parecida, y la idea es tocar los sentimientos, la memoria, la voluntad, y luego buscar una transformación personal.

Estamos aún lejos de la visión de Dios sobre la mujer

Y que después ellas mismas vayan ampliando esta experiencia, juntando a más mujeres, incluso llegando a los estratos más bajos, para que también ese feminismo que tanto está de moda se logre pero desde la visión que Dios tienen de la mujer, de la que todavía, creo, estamos un poco lejos.

La Iglesia está madurando mucho, con este papa principalmente; pero yo creo que la mujer tiene que aprender a mirarse no en comparación con el hombre sino desde ese plan original que Dios ha tenido. “Varón y hembra los creó”. Entonces, desde ese plan de Dios, releer mi historia, mis experiencias, sean positivas o negativas; releer mi pasado y mi presente, y comprometerme en mi futuro desde esa mirada del Corazón de Dios.

Lo resumo como eso que decía san Agustín: “Que te conozca, Señor, como soy conocido”. Que, conociendo a Dios, deje que Dios me enseñe cómo Él me conoce, cómo nací de su Corazón y cómo éxito y habito como mujer en su Corazón para que, cuando yo me mire al espejo, no me mire en el espejo físico cada mañana, sino aprenda en la oración a mirarme en ese Corazón de Dios y ver la imagen que Él tiene. Que así la mujer pueda dar un paso más cercano a través de estos vestidos espirituales, que son simbólicos.

PADRE GUILLERMO SERRA
padreguillermo.com

Crear una fundación para ayudar a las mujeres

¿Va a ser un libro, o cómo concibe usted este proyecto?

La idea es concretarlo en un libro. Ya tengo escritos 32 vestidos; me quedan 20 pendientes. Yo creía que me iban a faltar vestidos, pero ahora me sobran.

He podido compartir algunos de estos vestidos a través de Whatsapp, y ha habido una respuesta muy positiva.

Así que la idea es sacar un libro, y después también una guía para el participante, y para quien haga un círculo de estudio, porque la idea es que se junten mujeres en grupos de diez o doce, y puedan analizar y compartir su experiencia de ese vestido, leyendo el libro y luego la guía.

De tal manera que ellas, después de haber hecho todo el libro completo, los 52 vestidos, también se comprometan con un grupo de amigas o un grupo de personas; pienso por ejemplo en las personas que tienen de servicio en su casa. O personas de todos los estratos sociales que puedan comprometerse también en esta experiencia, haciendo que se replique en la propia realidad para que más mujeres se beneficien.

Y, eventualmente, también la idea es crear una fundación para ayudar a las mujeres más necesitadas, obviamente a nivel espiritual, pero también a nivel material.

Padre, ¿por qué le nació a usted esta inquietud? ¿Cuál fue el gatillo, qué lo impulsó? ¿Fue una inspiración, un llamado; tuvo una experiencia de algún testimonio de alguna mujer, o admira mucho la feminidad? ¿Por qué dio este paso para crear este proyecto?

Fue en parte una experiencia personal con una sobrina mía; es una sobrina que vive ahora en París. Recuerdo que en un verano que fui a visitarla se puso un vestido de princesa; jugué con ella y le tomé algunas fotos, es muy fotogénica ella. Y me acuerdo que cuando se fue a dormir no se quería quitar el vestido de princesa. Mi hermana, que es su madre, la quería convencer para que se pusiera la pijama, pero mi sobrina no quería.

Entonces me vino la idea de cómo los vestidos son algo con lo que la mujer se identifica, y llegan a transformarla y a potenciar su personalidad. Reflexioné en que mi sobrina no se quería quitar su vestido de princesa porque pensaba que, quitándoselo, la magia de ser princesa desaparecía. Y de ahí vino la idea espiritual de crear este proyecto, obviamente basado en una amplia experiencia que he tenido en el trato con las almas. Uní eso.

Y, curiosamente, cada vestido parte de una fotografía de mi sobrina. Son 32 fotografías muy simbólicas donde cada foto intenta emular el vestido; vestida de color, vestida de fantasía… En cada foto que me manda mi hermana pongo un texto, y luego el audio donde leo el texto. Quedó muy simpático, muy bonito, y a la gente le ha gustado mucho. Precisamente la foto del proyecto es mi sobrina vestida de princesa.

El vestido en la mujer tiene una magia especial

¿Cuál considera usted que es el vestido más importante de una mujer: el de su Primera Comunión, el de sus XV años, el de su boda, el de su consagración como religiosa…?

Si te refieres al vestido físico, yo creo que depende de cada una de ellas. Habría que preguntarles cuál era el vestido que más les gustaba ponerse cuando eran niñas; o con qué personajes se identifican más.

A lo mejor dirán que el de la Primera Comunión, pero quizá más adelante digan que el de la boda. Pero ciertamente son momentos que quedan reflejados en un vestido que nunca olvidan. De hecho, el de la boda las mujeres lo guardan, y no porque lo vayan a volver a utilizar. Habría que preguntarle a los esposos si el traje de su boda todavía lo tienen.

El vestido en la mujer tiene una magia especial, y es lo que he intentado evocar en este proyecto.

Padre, la mujer más hermosa del mundo, la Madre de Dios, se distingue también por varios vestidos, pues no ha querido quedarse exenta de esto. Se presenta en el mundo con diferentes vestidos….

Así es; de hecho luego me preguntan: “Padre, ¿por qué la Virgen María se aparece en distintos lugares? ¿Es la misma?”. Y yo trato de explicarles con los vestidos: “Es la misma, pero se aparece en distintos lugares con distintos vestidos; y los vestidos quieren enfatizar algo. Lourdes es el rezo del Rosario y la pureza, por eso se presenta diciendo ‘Yo soy la Inmaculada Concepción’. Fátima es el Rosario y reparar. Guadalupe es la maternidad cercana y la Virgen que está esperando, ‘¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?’ “.

Entonces cada una de esas apariciones tiene un matiz especial que está reflejado en un vestido. Es, casi también, un poco parte de la inspiración de este proyecto. De hecho, la parte final del proyecto tiene que ver también con María; no lo he escrito todavía, pero quiero terminar con el vestido que evoque la figura de la Mujer perfecta, la Mujer predilecta, elegida por Dios entre todas, para ser la Madre de su Hijo.

¿Qué significa modestia, pudor y recato?

Sabemos del poder de las mujeres. Pareciera que tienen un protagonismo muy alto los hombres en los hechos históricos, en los acontecimientos de gobierno; en fin: todo lo que mueve al mundo son los hombres. Pero no nos percatamos de que las mujeres son las columnas vertebrales de las familias, de las organizaciones. La Virgen María simplemente ha sido una columna vertebral en la historia de la humanidad. ¿Cómo debe vestir una mujer?

Primeramente lo que vamos a decir es lo que todo el mundo está esperando: que se vista con modestia. ¿Pero qué significa modestia, qué significa pudor, qué significa recato? En la sociedad moderna, en la percepción cultural del tiempo, esto puede ir variando. No es cosa de la moral cristiana de centímetros, como hacían antes: si iban a la playa tenían que medir el traje, y éste debería ser de máximo 15 centímetros arriba de la rodilla.

No, no se trata de eso. Se trata de entender que el cuerpo es un templo del Espíritu Santo, y que la ropa representa y dice mucho de la persona. Entonces se trata de vestirse con dignidad, una dignidad que representa a alguien que en primer lugar es imagen de la Mujer perfecta, que es María. Pero también transmite mucho: transmite personalidad, transmite seguridad, transmite muchas cosas.

¡La mujer se viste para la mujer!

En los hombres, en general, pasa más desapercibido cómo se visten; hay menos colores. Cunado mucho una corbata de un color u otro puede decir algo. Pero la mujer tiene mucha más variedad, y creo que ella misma transmite quién es. Ciertamente hay normas, hay leyes de los colores que combinan con un tipo de cara, un tipo de pelo, o de color, etc. También están las estaciones; luego llegan las modas. Pero, más allá de lo transitorio, la mujer dice quién es por el modo de vestirse. Entonces dime quién eres por cómo vistes; te conoceré por lo que quieres transmitir.

Y algo que digo cuando hablo con las mujeres, y ellas se ríen porque saben que es verdad, es que ellas no se visten para su esposo, no se visten para los hombres, sino que se visten para las mujeres. Luego ellas a los hombres les preguntan: “¿La señora tal iba vestida de tal modo?”, y los hombres ni nos percatamos. ¡La mujer se viste para la mujer!

Es un reto el asunto de los vestidos, porque nos dejamos llevar por la moda, por el mundo. Pero Jesús ya lo dijo: “Están en el mundo pero no son del mundo”. Así que hay que tener mucho discernimiento, saber a qué evento voy, qué quiero transmitir. Hay personas que son muy modestas, o que saben vestir bien, con elegancia, y esto no tiene que ser necesariamente gastando mucho dinero. Comento esto con todos los límites de este sacerdote, que ni es mujer ni está casado.

¿Qué otros proyectos tiene usted? Me ha dicho que éste ya es como el séptimo. ¿Cuáles han sido los otros?

Tengo publicados los libros. Uno es “Sal de tu cielo. Camino hacia la intimidad con Dios”, que es un libro sencillo sobre la oración, que busca tomar al lector de la mano para enseñarle a rezar de modo práctico; o sea, no es teórico sino muy práctico. El segundo libro que saqué es “Jesús a mi alma”, que es una colección de 120 oraciones-poesías, escritas desde el corazón, que también ha gustado mucho. Luego tengo “El camino de Belén”, que es una preparación de 33 días para la Navidad. “El camino de Cuaresma”, que son 40 días de preparación. Tengo una “Consagración a la Divina Misericordia”. Y una consagración también de 33 días a la Virgen María.

Quisiera también escribir un libro sobre la experiencia del Hijo Pródigo, sobre la misericordia. Tengo que darle más vueltas, tengo que rezar más para saber cómo presentarlo. Hay muchos libros sobre el tema. Hay un libro muy conocido de Henry Nouwen, que es un escritor creo que de los Países Bajos, muy bueno; quiero retomar algunas de sus ideas, y presentarlo basado en mi experiencia personal como sacerdote.

Y quiero escribir dos libros más. Uno sobre las preguntas de Cristo al hombre, y otro sobre las preguntas del hombre a Cristo. Sería tomando algunas de las preguntas de Jesús en el Evangelio, y hacer alguna reflexión espiritual sobre esas preguntas.

El mal de México

¿Usted considera que esto ha sido un punto para que el mal se ensañe en México?

Ciertamente la presencia de María ahuyenta al demonio; la Mujer vestida de sol, con doce estrellas y que está pisando a la serpiente, al dragón. Pero en México te puedes encontrar una espiritualidad curiosa: te puede encontrar una mezcla de la “santa muerte” con devociones a la Virgen María, etc.

¿Qué el demonio está presente?, sí. Ahí donde hay fe, ahí donde hay posibilidad de una reconciliación, ahí donde hay necesidad de un cambio radical, ahí está el demonio. Pero también tenemos a la Virgen María; hoy lo leía yo debajo de su imagen: “¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿Qué temes? ¿Qué más necesitas? Yo estoy aquí, protegiéndote bajo mi manto“.

La pregunta es: ¿Protegiéndonos de qué o de quién? De nosotros mismos, ciertamente, porque no podemos echarle la culpa al demonio. El mal de México no es nada más del demonio; también somos nosotros los que lo elegimos. Pero sí hay una acción activa del poder del mal que busca abiertamente contrarrestar el impacto de Jesús, de María en esta tierra; es una tierra privilegiada de María, sabiendo que María de Guadalupe es Emperatriz de las Américas y de Filipinas. Entonces la acción de María abarca a toda América e incluso a las Filipinas.

Dios ha dado un poder especial a la mujer

Actualmente el tema de los feminicidios, asesinato de niñas, abusos y desapariciones de mujeres es un tema muy candente. En México hasta fue tomada la Comisión Nacional de Derechos Humanos porque se sienten agraviadas, ¿Cuál es su mensaje para todas las que se sienten lastimadas y abandonadas? Ciertamente la cultura mexicana tiene un rasgo que resalta el machismo, y las políticas de gobierno no han alcanzado a atender las necesidades de las mujeres. ¿Cuál es el mensaje del padre Guillermo Serra para todas esas mujeres desesperadas, angustiadas, golpeadas?

Yo creo que va en la línea de los 52 vestidos, que es el proyecto que yo quiero lanzar también como un modo de sanar esas almas, pero también de proyectarlas. Yo creo que lo que deben de saber es que Dios las ama. Dios ha dado un poder especial a la mujer, que es el de ser capaz de engendrar vida, de ser madre, de que de su propio cuerpo puedan hacer una nueva vida. Yo creo que eso es lo más grande, que ni siquiera un hombre pueda hacer eso; sólo la mujer.

Esa dependencia muchas veces se presenta como algo negativo, de que su cuerpo, en esos meses de gestación, va alimentando, puede dar vida, puede dar sentido y puede dar seguridad a esa persona. Es algo muy grande. ¿Y qué está haciendo la sociedad? Quitando eso a través del aborto, quitando eso a través del feminicidio. ¿Están para servir al hombre? No es cierto; todo hombre ha nacido de una mujer, y para todo hombre varón no hay una persona más especial que su madre.

Entonces el mensaje, si lee esto algún hombre, es: Recuerda a tu madre; y como trataste a tu madre y como tu madre te trató, ojalá tú trates a tu esposa y a tus hijas. Porque no hay creatura más hermosa que la mujer.

Y, como digo yo en mi libro: Mujer, levanta la mirada porque eres arquitecta del mundo interior y del mundo exterior. Estás llamada a construir un mundo mejor, y está en tus manos, no en las manos de los hombres. ¡Está en tus manos!

Por último, ¿cómo van sus cifras en redes sociales? Sabemos que está muy fuerte en Facebook; y que también está usted en Twitter y en Whatsapp. ¿Tiene algún número estimado de a cuánta gente le llega su material?

No sabría. Sé que deben ser casi 20 mil personas a las que les llega el Evangelio de primera mano; y luego ellas lo reenvían. No sé qué tan grade sea la cadena.

También hay gente que retoma mi material. Y, mira, si va a hacer bien, utilícenlo, aprovéchenlo. Me he encontrado con reflexiones evangélicas mías en videos en Youtube. Yo ya ni lo peleo; o sea, si hace bien, adelante, que lo puedan aprovechar.

También he iniciado en TikTok, a ver cómo funciona. Cada red tiene una misión especial, particular, y hay que utilizarla bien, y llegar a las personas para salvar almas. Y, sobre todo, que yo pueda salvar la mía.

Jesús V. Picón, Aleteia

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