Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos. |
Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos porque lo hacemos in Persona Christi, como in Persona Christi hacemos las meditaciones, la oración, la acción de gracias, la alabanza, la oblación y la intercesión.
Somos intercesores, y estas funciones in Persona Christi nos ayudan a ser santos. Estas funciones renuevan en nosotros la memoria de nuestra ordenación... No se da sólo la memoria... Celebramos y actuamos con Jesús. Nos santificamos porque la Eucaristía es fuente de la nueva evangelización. Cardenal F. X. Nguyen Van Thuan El Gozo de la esperanza |
No es menos la Palabra de Dios que su Cuerpo. |
Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los divinos misterios, cómo cuando recibís el Cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con razón, tanta cautela para conservar su Cuerpo, ¿cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su Palabra que su Cuerpo?
Orígenes, Padre de la Iglesia Sobre el Éxodo, Homilía 13,3 |
La Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo. |
La Iglesia ha venerado siempre las divinas Escrituras como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 103
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El Santo Sacrificio infunde gran devoción y veneración. |
Así como el Santo Sacrificio celebrado devotamente infunde gran devoción y veneración, de igual manera celebrado irreverentemente hace perder el concepto y veneración que le son debidos.
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia La Misa Atropellada
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Es imperativo instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía. |
La Iglesia desea y pide que los cristianos no asistan a este Misterio de fe que es la Santa Misa como extraños y espectadores, sino que participen consciente, piadosa y activamente, y procuren instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.
Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium, n. 48 |
Sin la Santa Misa, ¿qué sería de nosotros? |
Sin la Santa Misa, ¿qué sería de nosotros? Todos aquí abajo pereceríamos ya que únicamente eso puede detener el brazo de Dios. Sin ella, ciertamente que la Iglesia no duraría y el mundo estaría perdido sin remedio.
Santa Teresa de Jesús Doctora de la Iglesia |
Se necesitan tres eternidades. |
Para ofrecer bien el Santo Sacrificio se necesitarían tres eternidades: una para prepararla, otra para celebrarla y una tercera para dar gracias.
San Juan Eudes
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