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martes, 28 de octubre de 2025

Evangelio del dìa - Señor de los Milagros


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Números 21,4b-9

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo”. El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces, el pueblo acudió a Moisés, diciendo: “Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes”. Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: “Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte; los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba la serpiente de bronce y quedaba curado.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Sal. 83

1.       Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

 ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor,

Mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. R.

 Hasta el gorrión ha encontrado una casa;

la golondrina un nido,

donde colocar sus polluelos, tus altares,

¡Señor de los ejércitos, rey mío y Dios mío! R.

Dichosos los que viven en tu casa

alabándote siempre.

Dichosos los que encuentran en ti su fuerza

al preparar tu peregrinación. R.

Cuando atraviesan áridos valles,

las convierten en oasis,

como si la lluvia temprana

las cubriera de bendiciones;

caminan de baluarte en baluarte

hasta ver a Dios en Sión. R.

Vale más un día en tus atrios

que mil en mi casa,

Y prefiero el umbral de la casa de Dios

a vivir con los malvados. R.

Porque el Señor es sol y escudo,

él da la gracia y la gloria;

el Señor no niega sus bienes,

a los de conducta intachable. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los filipenses 2,5-12

Hermanos: tengan entre ustedes sentimientos propios de Cristo Jesús. Él a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso, Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Por tanto, queridos hermanos, ya que siempre me han obedecido, no sólo cuando yo estaba presente, sino mucho más ahora en mi ausencia, trabajen por su salvación con temor y temblor.

Palabra de Dios.

Aleluya (Jn 3,15)

El que me ama guardará mi palabra – dice el Señor -, y

mi Padre lo amará y vendremos a Él.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,11-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: “Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de la tierra, ¿Cómo creerán cuando les hable del cielo? Porque nadie ha subido del cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que creen en él tenga vida eterna”. Tanto amó Dios al mundo que entregó su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna”.

Palabra del Señor.

                                                                                         (ntramilagrosa.org)


Oracion
  • Oh, mi amadísimo Señor de los Milagros, acudo ante tu sagrada imagen con fervor, con toda mi fe y confianza, con certeza en ti, para invocar tu muy milagrosa ayuda; me trae hasta tus pies el amor que te profeso y lo mucho que te agradezco tu gloriosa redención, y para pedirte que no me dejes solo ahora que sufro por tantas adversidades, por tantas penalidades como hay en mi vida, que me causan gran dolor y honda preocupación. Yo creo que tú eres Dios, como lo es el padre y lo es el Espíritu Santo. Creo que eres también hombre verdadero y fuente de vida y que, de tu plenitud, los hombres recibimos todas las gracias y favores. Amén.
(infobae)

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