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jueves, 29 de mayo de 2025

Evangelio del día


 
Libro de los Hechos de los Apóstoles 18,1-8

Pablo dejó Atenas y fue a Corinto.
Allí encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos,
y como ejercía el mismo oficio, se alojó en su casa y trabajaba con ellos haciendo tiendas de campaña.
Todos los sábados, Pablo discutía en la sinagoga y trataba de persuadir tanto a los judíos como a los paganos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por entero a la predicación de la Palabra, dando testimonio a los judíos de que Jesús es el Mesías.
Pero como ellos lo contradecían y lo injuriaban, sacudió su manto en señal de protesta, diciendo: "Que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas. Yo soy inocente de eso; en adelante me dedicaré a los paganos".
Entonces, alejándose de allí, fue a lo de un tal Ticio Justo, uno de los que adoraban a Dios y cuya casa lindaba con la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda su familia. También muchos habitantes de Corinto, que habían escuchado a Pablo, abrazaron la fe y se hicieron bautizar.


Salmo 98(97),1bcde.2-3b.3c-4.

Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
en favor del pueblo de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado

Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos.


Evangelio según San Juan 16,16-20.

Jesús dijo a sus discípulos:
"Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver".
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: "¿Qué significa esto que nos dice: 'Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'?. ¿Y que significa: 'Yo me voy al Padre'?".
Decían: "¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir".
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: "Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: 'Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'.
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo."


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Edith Stein, (1891-1942), carmelita descalza, mártir, copatrona de Europa
Escritos espirituales, Ejercicios 26/02/1937, (Obras completas V; bajo la dirección de J. Urkiza y Fco. J. Sancho; Madrid-Burgos-Vitoria 2004, pag. 846-847, rev.)


«...Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.»

     El Salvador dice a los discípulos que él se va por un tiempo, que ellos se entristecerán y que el mundo se alegrará. Pero esto es bueno para ellos. Su apego humano a la persona de Jesús era demasiado grande, Él tenía que separarse de ellos para que pudieran recibir interiormente su Espíritu. Así, también, es bueno para nosotros, si se nos quita el consuelo humano, el apoyo por medio de un representante humano, y hasta si se nos quitan siempre consuelos es para que se recibamos acciones espirituales más profundas. Podemos entristecernos de la ausencia del Señor y de que el «modicum» se nos haga largo, pero debemos estar seguros de que Él no nos deja solos. (EDD)

Reflexión sobre el cuadro

Hoy se cumplen cuarenta días de la Resurrección. Cumplida su misión terrena, se prepara para volver al Padre. Antes de ascender, confía a sus discípulos la tarea de anunciar el Evangelio a todas las naciones y les asegura que no se quedarán solos. Les enviará un ayudante, el Espíritu Santo. Entonces, en un momento tan sobrecogedor como misterioso, desaparece de su vista, dejándoles en un silencio atónito. Mientras los apóstoles miran hacia arriba, intentando comprender lo que acaban de presenciar, aparecen dos mensajeros celestiales que rompen suavemente su trance. "Hombres de Galilea", les dicen, "¿por qué estáis aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido arrebatado de vosotros al cielo, volverá por el mismo camino por el que le visteis partir." (cf. Hch 1,6-14). Sus palabras tranquilizan y desafían a los apóstoles a seguir adelante con la misión que se les ha encomendado, confiando en el regreso de Cristo.

La Ascensión ha inspirado durante mucho tiempo a los artistas cristianos desde el siglo V en adelante. Estas obras suelen representar el acontecimiento en una doble estructura simbólica: el reino terrenal abajo y el reino celestial arriba. En la esfera divina, Cristo se eleva glorioso, a menudo rodeado de luz o transportado por ángeles. En el plano terrenal, los apóstoles miran maravillados hacia arriba, a veces acompañados por la Virgen María, que permanece serena en el centro. A menudo hay ángeles que tienden un puente entre los dos ámbitos y dirigen la mirada hacia el cielo, invitando al espectador a reflexionar sobre el misterio de la glorificación de Cristo y la promesa de su regreso.

Nuestro cuadro, creado en 1775 por John Singleton Copley (1738-1815), es un ejemplo sorprendente de la tradicional composición doble que suele utilizarse en las representaciones de la Ascensión. Copley, pintor estadounidense conocido por sus meticulosos retratos y escenas históricas, aporta dramatismo y reverencia a este acontecimiento bíblico. En la parte superior del lienzo, Cristo aparece suspendido en el aire, con una postura serena y majestuosa, que evoca tanto la ingravidez como la divinidad. Le rodea una ráfaga de luz radiante y celestial que se derrama desde lo alto, el reino divino al que asciende. Abajo, los apóstoles están reunidos en diversas actitudes de asombro, alabanza y admiración. Algunos están de pie con los brazos levantados, otros arrodillados o con los ojos tapados, todos cautivados por el misterio que se despliega ante ellos. Sus posturas reflejan una mezcla de adoración y asombro humano, fundamentando el acontecimiento divino en la emoción humana. A la derecha de la composición se sitúan dos ángeles, notables por su papel no en el transporte de Jesús hacia lo alto, sino en el servicio a los apóstoles. Su presencia conecta los reinos terrenal y celestial, haciéndose eco del relato de Hechos 1, donde dos hombres con vestiduras blancas aseguran a los discípulos que Jesús regresará como le vieron partir.

by Padre Patrick van der Vorst

Oración

Padre, sé que peco y que no puedo salvarme a mí mismo. Gracias por amarme lo suficiente como para enviar a Jesús, que nunca pecó, a tomar mi lugar en la cruz para que yo pueda ser perdonado y ganar la eternidad en el Cielo. Creo en Jesús, en sus palabras y en sus consejos, tal como están recogidos en la Biblia. Te entrego mi día, Señor. Me comprometo a seguirte hoy y todos los días hasta que vea tu rostro en el Cielo. En el nombre de Jesús, te lo ruego. Amén.

(willowcreek.org)



















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