AYÚDANOS A VIVIR EN SU AMOR.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la tarde del Jueves Santo, tu Hijo Jesús nos mandó con insistencia
guardar su mandamiento: "ámense los unos a los otros como yo les he amado. Esta es la señal por la cual se sabrá que ustedes son mis discípulos: si tienen amor los unos por los otros"
Un. f3, 34),
Para que nuestra caridad sea auténtica debemos, pues, amarnos los unos a los otros como Jesús nos amó. El nos invitó a imitar de esta manera, "en todas
partes" y en todo tiempo, el amor mismo de su Corazón por todos los hombres.
Esto no es posible si no estamos unidos con todo nuestro ser a Jesucristo, para vivir de su amor y hacerlo presente en nuestro
ambiente.
Por eso nos pide, ese mismo Jueves Santo: "permanezcan en mi amor; si ustedes guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo permanezco en el Amor del Padre guardando sus
mandamientos" Un, 15, 10).
Tú, que tan perfectamente cumpliste la voluntad de Dios, tú que viviste tan íntimamente unida al amor de tu Hijo, ayúdanos a cumplir sus mandamientos,
ayúdanos a permanecer en su amor, para que sepamos amar a nuestros hermanos con un amor total y desinteresado, "como Jesús nos amó".
Tenemos muchas cosas que pedirte durante esta
novena, Madre buena. Pero ésta es la más importante: convierte nuestro corazón, ayúdanos a vivir en el amor de tu Hijo como tú supiste hacerlo, pon en nosotros los sentimientos
del Corazón de Jesús, para gloria del Padre y servicio de nuestros hermanos. (Silencio).
Haznos testigos del amor, para que venga por fin el Reino de Cristo: "Reino de vida y verdad, reino de
gracia y santidad, reino de justicia, de amor y de paz". Amén,
Acuérdate Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
de las maravillas que Dios hizo en ti.
Te escogió como Madre de su Hijo
a
quien seguiste hasta la cruz.
Te glorificó con Él, escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.
Llenos confianza en el amor del Señor
y en tu intercesión, venimos
contigo
a las fuentes de su corazón
de donde brotan para la vida del mundo,
la esperanza y el perdón,
la fidelidad y la salvación.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón:
Tú
conoces nuestras necesidades,
habla al Señor por nosotros y por todos
los hombres.
Ayúdanos a vivir en su amor,
para eso, alcánzanos las gracias
que le pedimos
y las que necesitamos.
Tu
petición de Madre es poderosa:
Que Dios responda a nuestra esperanza.
Amén
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