Si eres padre de familia puedes verte atrapado en la rutina: trabajo, escuela, tareas, actividades extracurriculares y, para quienes tienen varios hijos, la demanda de atención es constante y acumulativa.
Sin embargo, especialistas en desarrollo infantil coinciden en que una de las claves para fortalecer la relación con cada hijo, y fomentar un crecimiento emocional saludable, es dedicarles tiempo individual de manera regular.
¿Por qué es importante el tiempo individual?
Cada hijo es único. Tiene su personalidad, necesidades emocionales, talentos e inseguridades. Al pasar tiempo con cada uno por separado, los padres pueden conectar con esa individualidad, conocer mejor sus intereses y preocupaciones, y ofrecer el tipo de apoyo emocional que ese hijo específico necesita.
La psicóloga clínica y autora Laura Markham, reconocida por su enfoque en la crianza consciente, señala:
"El tiempo individual con cada hijo permite a los padres conectar emocionalmente, construir una relación de confianza y ofrecer la atención plena que los niños necesitan para sentirse verdaderamente vistos y valorados".
Cuando la atención de los padres se diluye entre varios hijos, puede surgir la competencia por afecto, lo que alimenta los celos y los conflictos fraternales. En cambio, cuando cada niño recibe su espacio exclusivo, se fortalece su sentido de pertenencia y se reduce la necesidad de competir por el amor de los padres.
Beneficios de pasar tiempo por separado con cada hijo
1Fortalece el vínculo emocional
Un tiempo exclusivo, aunque sea breve pero regular, transmite un mensaje claro: "Eres importante para mí". Este tipo de conexión profunda refuerza la confianza mutua y la comunicación entre padres e hijos.
2Fomenta la autoestima
El Dr. Daniel J. Siegel, neuropsiquiatra y autor de El cerebro del niño, explica que, cuando los niños se sienten vistos y comprendidos por sus padres, se activa una sensación interna de seguridad emocional que es fundamental para construir una autoestima saludable.
3Permite una disciplina más efectiva
Los niños que se sienten conectados emocionalmente con sus padres son más propensos a cooperar, ya que actúan desde el respeto y el amor, no desde el miedo o la obligación.
4Ayuda a detectar problemas emocionales o sociales
En momentos de tiempo individual, los niños suelen abrirse más y hablar sobre cosas que no dirían frente a sus hermanos. Este espacio puede ayudar a detectar a tiempo problemas como bullying, ansiedad o baja autoestima.
5Refuerza habilidades de comunicación y empatía
Los momentos uno a uno permiten diálogos más profundos, donde el niño aprende a expresar sus pensamientos y emociones y, a su vez, a escuchar activamente.
¿Cómo llevarlo a la práctica?
No se trata de grandes salidas o eventos especiales. Un paseo corto, leer juntos, cocinar, jugar o simplemente conversar en el parque puede ser suficiente. Cada actividad puede ir de acuerdo a los gustos de tu hijo.
Lo importante es que ese tiempo sea de calidad; por lo tanto, libre de distracciones como el celular e incluso los hermanos. Así tu hijo sentirá que tiene la atención plena de su padre o madre.
Otra buena idea es, establecer "día del hijo", donde cada cierto tiempo (semana o mes) se turnan para hacer algo especial con uno de los hijos. Otros aprovechan momentos cotidianos, como ir juntos al supermercado o acompañarlo a una actividad.
En un mundo que corre rápido, detenerse un momento para mirar a los ojos a un hijo y decirle sin palabras: "Estoy aquí solo para ti", puede ser el regalo más poderoso de todos.
Karen Hutch, Aleteia
Vea también Educar en el pudor: infancia y adolescensia
No hay comentarios:
Publicar un comentario