«Sister Cristina» forma parte de las conocidas «Sisters of life» en EEUU:
su vocación y misión
Cuatro hermanas de Sisters of life, una congregación religiosa que profesa el cuarto voto de la defensa y promoción de la vida.
Cada mes de enero, cientos de miles de personas invaden las calles de los Estados Unidos siguiendo la tradicional Marcha por la vida. Su matriz, en Washington, es la más multitudinaria y, por lo general debido al mes de la convocatoria, de las más frías. Nada de eso impide que cada año, entre la multitud, aparezcan puntuales, dispuestos y diligentes los ya conocidos hábitos azul oscuro coronados por largas cofias blancas y rosarios en apariencia inofensivos. Quienes los portan y rezan, las icónicas Sisters of life, saben que son lo más efectivo si se trata de defender la vida. La oración, dicen, es el arma más poderosa y útil frente a la cultura de la muerte. Y lo saben por experiencia.
“Solo con la oración podemos meternos en la batalla espiritual que supone el aborto”, cuenta a Religión en Libertad la española sister Cristina. Ella es solo una de las más de ciento treinta religiosas que integran el instituto religioso fundado por el cardenal John O'Connor en 1991. Las mujeres a las que han salvado, acompañado en sus partos, o consolado tras el aborto, se cuentan por miles. También las personas rescatadas tras más de tres décadas de apostolado, viendo incluso como jóvenes con vidas que estaban destinadas a desaparecer se presenta radiantes y agradecidos visitando sus múltiples conventos.
En su última visita a España, sister Cristina ha podido desarrollar la trayectoria y labor de su comunidad en las primeras jornadas Duc in altum en defensa de la vida de Altum Faithful Investing, donde atendió a este periódico. Mientras habla, la religiosa no pierde la sonrisa de su rostro o la sencillez de sus palabras, pero tampoco la profundidad de su fe y la solemnidad que acompaña a una labor crucial.
-Hermana, siendo de Sevilla, España, ¿cómo fue su llegada a la congregación?
-Pues los designios del Señor. Yo trabajaba en California, en una empresa española construyendo una planta solar. Nunca me había planteado la vida religiosa, pese a que tengo una tía monja de clausura, dos primas religiosas y amigas, pero nunca pensé que fuese para mí. Había estado muy involucrada en los movimientos provida, ayudando a mujeres vulnerables de sufrir un aborto. Trabajando un fin de semana, me fui de vacaciones con unos amigos de Comunión y Liberación. Ellos conocían mi labor provida y me dijeron que tenía que conocer a una chica que lo dejó todo y se fue a Nueva York. No me interesaba. ¿Qué me iban a enseñar a mí, si yo era de España, con más religiosos que en ningún sitio? Al día siguiente coincidí con ella en el desayuno y me empezó a hablar de las Sisters of life, de las hermanas de la vida, y de la vida de oración.
Sister Cristina, en el comienzo de su ponencia durante la jornada Duc in altum de Altum Faithful Investing, junto a Mónica López Barahona y Leire Navaridas.
-¿Y qué pasó?
Me fui a la habitación a prepararme para la excursión y busqué en internet sobre Sisters of life. Empiezo a leer, empiezo a llorar, cogí el teléfono y llamé. De repente, las palabras del cardenal John O’Connor y cómo él hablaba de todo esto, respondían a los deseos de mi corazón. Y yo no tenía ni idea.
-La fama precede a su Instituto en Estados Unidos. Son religiosas, pero también muy activas en la militancia provida, no es normal de ver. ¿Por qué esa dedicación?
-Nosotras somos una congregación contemplativa activa. Y aparte de los votos tradicionales de pobreza, obediencia, castidad y profesamos públicamente un cuarto voto para la defensa de la vida. Entonces intentamos colaborar en todo para promover que la vida es sagrada.
-¿Tienen previsto fundar en España?
-Eso solo lo sabe el Señor.
-Parece que la crisis de vocaciones no afecta a su congregación.
-Gracias a Dios el Señor sigue mandando vocaciones.
-Son muchas y jóvenes… ¿Por qué cree que sucede esto? ¿Cree que la valentía y firmeza provida es un aliciente para otras chicas de cara a la vida consagrada?
-El Señor es el que llama. Mucha gente quiere venir, pero el Señor es el que realmente llama. Nuestro carisma responde a las necesidades de los tiempos de hoy. Un carisma en el que tenemos claro que nuestra acción parte de la oración. Primero va la vida de oración, la vida comunitaria y el apostolado. Tenemos una vida muy sólida de oración. Si no, es imposible meterse en la batalla espiritual en que nos metemos.
Para colaborar con las Sisters of life, es posible hacerlo desde su página web.
Las sisters of life sitúan la oración como el primero de sus deberes y dedicaciones, de la que surgen todas las demás. Sin ella, dice Sister Cristina, la lucha provida "sería imposible".
-Hablando de ello, ¿hasta qué punto cree que la del aborto es una batalla con algo de componente espiritual?
-Creo que la batalla espiritual es clara. Y desconocer el significado de la persona en sus cuatro dimensiones -espiritual, física, psicológica y emocional- hace que no se valore a la persona y que sea atacada, como ahora sucede. Eso es fundamental, el valor de la persona humana. Y lo debe conocer desde el que pasa por la calle hasta los políticos. Mientras que no se valore la persona en su totalidad, en su dimensión eterna, se está cosificando a la persona.
-Entonces, ¿cree que tiene más de espiritual que de político?
-Totalmente. De hecho, a mí fue eso lo que me atrajo cuando escuché por primera vez de las hermanas de la vida, la batalla espiritual. Las hermanas saben que [el motivo del aborto] no es un tema de pañales. Saben de qué va el tema. Al final, la madre que está en crisis, está entre el bien y el mal. Y quien pone la voz del “tú no puedes, estás sola, no vale la pena”, no es el Señor. Entonces es un tema espiritual.
-¿Qué iniciativas considera que van en la buena dirección en defensa de la vida? ¿Cuáles hacen una labor que sea digna de imitar, en España o en Estados Unidos?
-Cualquier granito de arena que se aporte a la batalla es necesario. Porque hace falta la parte de apoyo espiritual, logístico, material, casas de cogida… todo es necesario. Pero sobre todo es importante que todo el mundo entienda que su vida tiene valor. Si yo no entiendo que mi vida tiene un valor único y eterno, no se lo voy a transmitir ni a mis hijos, ni a mi hermana, ni a nadie. Hay que conocer el valor de la vida. Pero está claro que la oración es lo que incluso médicos abortistas han reconocido que cambia el corazón.
“Cualquier granito de arena es importante. Pero sobre todo lo es que todo el mundo entienda que su vida tiene valor único y eterno”, dice sister Cristina.
-Entiendo que en su labor de acompañamiento también atienden a mujeres que han abortado. ¿Cómo enfrentan el síndrome postaborto?
-Lo primero que hay que tener claro es que mujer embarazada es madre independientemente de lo que haga con su niño. Tenemos un convento dedicado precisamente al acompañamiento de personas que han sufrido el aborto. Acompañarlas a nombrar lo que paso, a perdonar, a nombrar a su hijo, a tener una relación con él, a celebrar esa maternidad, incluso celebrar el día de la madre… Y lo más importante, ayudarlas a que se encuentren con la misericordia de Dios y recordarles que el cielo también está hecho para ellas.
-Tengo entendido que incluso han asistido a partos de mujeres que cambiaron de idea y siguieron adelante, incluso bautizando a los pequeños.
-Claro, si la chica está sola y no tiene a nadie y nos llama, la acompañamos. La mayoría no tienen madre, no tienen a nadie que la acompañe. Nosotras estamos con ellas en el parto, decidiendo con ellas lo mejor. Nos hemos visto en partos, en cesáreas… en lo que haga falta.
-En lo que haga falta... ¿Y hasta cuando haga falta?
-El otro día llamo a la casa de acogida un chico universitario que estaba de viaje con sus amigos en Nueva York. Quería enseñarles donde había nacido. Mantenemos la relación y la referencia porque es un momento muy vulnerable de las mujeres que están solas.
-Los casos que podría contar darían para un libro. ¿Cuenta con alguno especialmente significativo en o que se refiere a sanación?
-Volviendo a la batalla espiritual, recuerdo que acompañaba a una chica que había sufrido varios abortos. Tenemos días especiales de retiro. Y cuando terminaba el día, antes de la misa, la chica seguía con la cara seria, larga. No se podía confesar porque vivía con otra pareja.... Y cuando llega el momento de la comunión, avisé al sacerdote de que no podía comulgar y él, con la hostia en la mano, le dio la bendición.
Para saber cómo donar pañales, ropa de bebé o maternidad, carritos, etc, se puede contactar, en EEUU, con el número (212) 737-0221 o en Canadá, en el (416) 463-2722.
- ¿Qué le pasó?
-Se desplomó. La saqué de la capilla y me dijo: `He visto a todos mis hijos. Sabia los que eran niño, los que eran niña, les puso nombre… Le cambió la cara. Fue impactante. Llevábamos todo el día hablando y no habíamos sido capaces de nada… Pero con una simple bendición con el Cuerpo de Cristo, Dios le revelo cuantos eran niños, niñas. Fue muy bonito. Desde entonces es una de nuestras mayores colaboradoras.
- ¿Qué hay de las chicas que aún no han abortado? ¿Qué hacer o qué decir?
-Muchas veces, el simple hecho de acompañarlas y ser una presencia real, las ayuda a reconocer que no están solas, que hay gente que las apoya y valora. La mayoría de las veces, cuando una escucha la historia, se da cuenta de que el aborto no es la solución, porque no la quita del maltrato ni de nada, pero aumenta el dolor y el sufrimiento en su vida.
- ¿Podría hablar de algún rescate así?
-Podríamos estar horas. Una vez llego una chica que estaba super bloqueada con el aborto. Era imposible. Era otoño, en Estados Unidos se va mucho a coger manzanas. Y entonces dije: `Hoy no se habla del tema, nos vamos al campo con tus dos niños´. Fuimos a un sitio precioso, viendo el atardecer y comienzo manzanas. Cuando volvíamos en el coche a la ciudad nos dijo: `Sisters, yo voy a tener este niño. Si `las sisters´ me quieren, yo puedo querer a estos niños´. A veces solo es necesario un encuentro con la belleza y la grandeza, poder relajarse y pensar.
- ¿Qué le diría a una chica que no conozca la comunidad pero que pueda tener una especial inclinación hacia ella?
-Lo que a todas las madres, que no tenga miedo, que hable con su director y que nos contacte. A nosotras no nos gusta `pescar gente´, nos contacta muchísimas personas anualmente y [conforme pasa el tiempo] se reduce la clase. Así que, que no tengan miedo. Normalmente recomendamos una dirección espiritual externa a la comunidad y que haga un camino para verificar que es Dios quien llama y no una escapatoria de algo que necesitan sanar.
A continuación, desde el minuto 42:00 y en adelante, puede escucharse la intervención completa de Sister Cristina en las jornadas Duc in altum en defensa de la vida de Altum Faithful Investing:
José María Carrera Hurtado, ReL
Vea también Pro-Vida: En defensa de los más indefensos
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