Por la señal,…
Acto de contrición y Oración preparatoria.
MEDITACIÓN: EL AMOR Y LA MISERICORDIA. «Para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y de misericordia del Sagrado Corazón».
Amaros, ¡oh Dios mío!, y ser amado de Vos, tal es en verdad la única cosa necesaria: amaros, ¡oh Dios mío!, es daros con alegría, enteramente y para siempre, todo lo que somos y cuanto poseemos, nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestra voluntad, nuestro porvenir.
Ser amado de Vos, es ser prevenido por vuestras gracias; ser enriquecido con vuestros beneficios; ser llamado a vuestra eterna herencia; ser consumido en la unión con Vos, y ser transformado en Vos para no formar más que un solo corazón.
Superando todos los obstáculos, traspasando todos sus límites, sustrayéndose a toda medida, esos dos amores más fuertes que la muerte han llenado al mundo de los más estupendos prodigios.
El amor que nos tenéis ha inventado el Pesebre, la Cruz, el Altar.
El amor que nos inspiráis ha inventado la virginidad, el apostolado, el martirio.
Los dos han llegado ya hasta los últimos sacrificios; ambos prosiguen no obstante su generosa lucha, siendo la admiración de los Ángeles y de los hombres.
Como nueva prueba de vuestra infinita caridad, ¡oh Jesús!, nos mostráis ahora mejor que nunca vuestro Corazón con todos los tesoros de amor que encierra, pero queréis transmitirlos por las manos de María.
Vos sois, pues, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, la que nos comunicaréis este brillante testimonio de las bondades divinas.
En vuestras manos iremos también nosotros a depositar nuestro corazón para que lo ofrezcáis de parte nuestra a vuestro divino Hijo.
Mas, para que alcance la gracia de amar a Dios un pecador como yo, necesita, sobre todo, los tesoros de la Divina Misericordia.
Tengo grandes deudas que pagar, mis faltas son muchas, me hallo desfallecido en el camino de la vida, desnudo de méritos, debilitado por el mal, soy con frecuencia víctima del demonio.
Ante todo, ¡oh Madre mía!, alcanzadme la clemencia del Corazón de Jesús y derramad sobre las llagas de mi alma el bálsamo que Él os ofrezca.
Me ha perdonado ya tantas veces, que siento temor y vergüenza al tener que pedirle un nuevo perdón. Vos disponéis de ese Corazón, en el que se encierran los tesoros de la misericordia; espero, por vuestra intercesión, alcanzar para mí y para los pecadores, por quienes me intereso, la gracia de una sincera y duradera conversión.
LETANÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
Señor, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Jesucristo, escuchadnos.
Jesucristo, oídnos.
Padre celestial, Dios, tened piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del mundo, Dios, tened piedad de nosotros.
Espíritu Santo, Dios, tened piedad de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, tened piedad de nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, reina de la paz y de la clemencia, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, dispensadora de los dones de Dios, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, conquistadora de los corazones, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, Madre de misericordia, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, dulce presente del Cielo, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, soberana bienhechora, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, tesorera incomparable, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, augusta Medianera, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, socorro seguro en todos los peligros, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, asistencia de los que se ven abandonados, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, madre de los huérfanos y desamparados, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, esperanza de los que desesperan, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, bendecida por todas las generaciones, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, cuya suavidad sobrepuja a la dulzura de la miel, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, cuyos ruegos nunca desoye el Todopoderoso, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, tierra bendita que ha producido el fruto de vida, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, azucena inmaculada cuyos suaves olores embalsaman el universo, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, fuente misteriosa, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, asilo seguro contra todos los peligros del mundo, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, la más pura y la más amable de las criaturas, rogad por nosotros.
Dignaos recibir nuestras alabanzas y oir nuestros votos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Que el cielo os reverencie, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Que la tierra publique vuestros beneficios, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Que la juventud se abrigue bajo vuestro manto virginal, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Que las madres os confíen sus familias, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Que los ancianos os invoquen y os bendigan, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Convertid los pecadores más endurecidos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Triunfad de la insensibilidad de nuestros corazones, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Haced correr de nuestros ojos lágrimas de arrepentimiento, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Sed nuestra armadura cuando satanás nos sitie, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dignaos ayudarnos a satificar nuestras penas, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dignaos bendecir y fecundizar nuestros trabajos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dignaos guardarnos por todas partes bajo vuestro escudo, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
En nuestras caídas no os olvidemos jamás, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dejaos enternecer por nuestras heridas, nuestros peligros y nuestros males, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestra caridad ofrecernos sus brazos por refugio, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestra compasión cubrir nuestras faltas, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestra ternura jamás abandonarnos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestra humildad vencer nuestro orgullo, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestro amor conducirnos al Corazón de Jesús, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestra piedad asistirnos en nuestra última hora, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dígnese vuestro amparo protegernos en el tribunal de Dios, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Conservadnos a nuestro Pontífice-Rey, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Conservad la fe en la Patria que os ama, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Dirigid a los Obispos y al Clero en el camino de la santidad, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Conservad el primitivo fervor en las comunidades religiosas, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Proteged a la Catolicidad contra los esfuerzos de la impiedad, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Atraed a la Iglesia de Jesucristo a los herejes y los cismáticos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Haced brillar la luz del Evangelio ante los ojos de los infieles, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús!
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, perdonadnos, Señor.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, escuchadnos, Señor.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, tened piedad de nosotros.
℣. Rogad por nosotros, oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús.
℟. A fin de que por Vos, oh sublime esperanza de los desesperados, seamos dignos de las promesas de Jesucristo vuestro Hijo.
ORACIÓN
Mi Dios, que habéis querido para el triunfo de vuestra misericordia y la salvación de las almas, dar a María, Virgen inmaculada, todo el poder que el más acendrado amor adquiere sobre el Corazón de Jesús; concedednos por sus ruegos y su intercesión la gracia de vivir y de morir con vuestro santo amor. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.
ACORDAOS A NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
Acordaos, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, del inefable poder que vuestro Hijo divino os ha dado sobre su Corazón adorable. Llenos de confianza en vuestros merecimientos, acudimos a implorar vuestra protección. ¡Oh celeste Tesorera del Corazón de Jesús, de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias, y el que podéis abrir a vuestro gusto para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra! Concedednos, os lo suplicamos, los favores que solicitamos (Expóngase aquí la gracia que se desea). No, no podemos recibir de Vos desaire alguno, y puesto que sois nuestra Madre, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente nuestros ruegos y dignaos atenderlos. Así sea.
¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (3 veces).
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