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jueves, 8 de mayo de 2025

Evangelio del día

 


Lectura del Evangelio

En aquel tiempo: Jesús le dijo a la multitud: "Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no lo atrae. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: "Y todos serán enseñados por Dios". Todo el que ha oído y ha aprendido del Padre viene a mí; no es que alguien haya visto al Padre, sino el que es de Dios; él ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desiertoy murieron. Este es el pan que baja del cielo, para que uno coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguien come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré para la vida del mundo es mi carne".

Reflexión sobre el cuadro

Hendrick de Clerck fue un pintor flamenco activo en Bruselas a finales del siglo XVI y principios del XVII, conocido por desarrollar su característico estilo manierista. El manierismo surgió como reacción a los ideales de artistas como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, que defendían la armonía, la proporción, el naturalismo y la belleza equilibrada. Los manieristas exageraron deliberadamente estos ideales y crearon obras muy estilizadas, con figuras alargadas y una elegancia casi sobrenatural. El término "manierismo" procede de la palabra italiana maniera, que significa "estilo" o "manera", lo que refleja esta preferencia por el arte sofisticado frente al realismo estricto.

En este cuadro, de Clerck entrelaza magistralmente temas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En la esquina superior izquierda, vemos el maná que cae del cielo, es recogido por los personajes de abajo, mientras otros lo distribuyen a los necesitados, recordando la providencia de Dios al alimentar a los israelitas en el desierto. A la derecha está Cristo, observando la escena, y su presencia vincula la Antigua Alianza con su cumplimiento en la Nueva. De Clerck presenta una reflexión teológica a través de imágenes: el maná, antaño sustento milagroso del cielo, se revela ahora en Cristo como el pan verdadero y vivo. Obsérvese cómo se representa el maná: notablemente similar en tamaño y forma a las hostias eucarísticas que utilizamos hoy en día, señalando sutilmente el don continuo del alimento divino en la Misa. Esta conexión visual nos invita a reconocer que lo que se prefiguró en el desierto se realiza plenamente en la persona de Jesús.

En el Evangelio de hoy, Jesús hace una declaración profunda y sorprendente: "El que cree en mí tiene vida eterna". Él no dice tendrácomo si la vida eterna fuera sólo una promesa lejana después de la muerte, sino que tiene (tiempo presente). Esto nos recuerda que la vida eterna comienza aquí y ahora, para quienes viven en comunión con Cristo. Por la fe y la alimentación con su cuerpo -el verdadero maná del cielo-, participamos ya de la vida divina que nunca termina. Cada vez que recibimos la Eucaristía, no nos limitamos a recordar un acontecimiento pasado o a esperar una esperanza futura, sino que somos atraídos a la realidad viva del Reino de Dios, ¡aquí y ahora! El cuadro de De Clerck, con su unión de Escritura y sacramento, ilustra cómo Dios sigue alimentando a su pueblo, ofreciéndonos hoy el pan que sustenta no sólo para toda la vida, sino para la eternidad.

by Padre Patrick van der Vorst

Oración

Señor Jesucristo, que nos das tu carne y tu sangre para la vida del mundo, y deseas que todos los hombres acudan a la Cena del Sacrificio del Cordero. Renueva en tu Iglesia la verdad, la belleza y la bondad contenidas en la Santísima Eucaristía.

Jesús que vive en la Eucaristía, ven y vive en mí.

Jesús cura en la Eucaristía, ven y cúrame.

Jesús sacrificándote en la Eucaristía, ven y sufre en mí.

Jesús resucitado en la Eucaristía, ven y resucita a una vida nueva en mí.

Jesús amando en la Eucaristía, ven y ama en mí.

Señor Jesucristo, por el misterio pascual de tu muerte y resurrección, que se hace presente en cada Santa Misa, derrama tu amor sanador sobre tu Iglesia y sobre nuestro mundo. Concédenos que, al elevarte en este tiempo , tu Espíritu Santo atraiga a todos los hombres a unirse a nosotros en este Banquete de la Vida. Tú vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos.

Nuestra Señora, Madre de la Eucaristía, ruega por nosotros.

(es.eucharisticrevival.org)


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