
“La Pascua no elimina la cruz, sino que la vence en el prodigioso duelo que cambió la historia de la humanidad”, aseguró León XIV durante la audiencia general del 5 de noviembre de 2025. Tras saludar largamente a la multitud y bendecir a muchos niños mientras recorría la Plaza de San Pedro en el papamóvil, el Papa reanudó su ciclo de catequesis sobre “Jesucristo, nuestra esperanza”, centrando su meditación en “la Resurrección de Cristo y los desafíos del mundo actual”.
"Vivimos tantas cosas diferentes hora tras hora: dolor, sufrimiento, tristeza, mezcladas con alegría, asombro y serenidad", explicó León XIV a las decenas de miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro bajo un brillante sol otoñal. De este modo, subrayó que el "Misterio Pascual" se revive cada día.
Citando a la filósofa Edith Stein (Santa Teresa Benedicta de la Cruz), quien murió deportada en Auschwitz en 1942, el Papa explicó que los seres humanos aspiran a "aprovechar lo que el momento les da y les quita al mismo tiempo". Así, "estamos inmersos en límites, pero también impulsados a trascenderlos".
"Los seres humanos están animados por un movimiento interior, atraídos hacia un más allá que constantemente los seduce", insistió el Papa, recordando que esta esperanza "contrasta con la experiencia de la muerte, anticipada por el sufrimiento, la pérdida y el fracaso". De la muerte, "ningún ser vivo puede escapar", advirtió León XIV, citando el famoso Cántico del Sol de San Francisco de Asís.
Pero desde el amanecer de la Pascua, Jesús se convierte en "el Viviente". Así, "en Él tenemos la certeza de poder encontrar siempre la Estrella Polar hacia la cual orientar nuestras vidas aparentemente caóticas, marcadas por acontecimientos que a menudo parecen confusos, inaceptables e incomprensibles", y que afectan a toda la humanidad. "El mal, en sus múltiples facetas, el sufrimiento y la muerte son acontecimientos que nos conciernen a todos y a cada uno de nosotros", reconoció el Papa.
“Ante nuestra frágil humanidad, la proclamación de la Pascua se convierte en cuidado y sanación, alimenta la esperanza frente a los aterradores desafíos que la vida nos plantea cada día, tanto a nivel personal como planetario”, señaló León XIV, vinculando, siguiendo a san Agustín, los desafíos de la vida mundana con los de la vida interior y sus luchas a veces secretas.
"Nuestra época, marcada por tantas cruces, clama por el amanecer de la esperanza pascual", insistió el Papa, afirmando que "la Resurrección de Cristo no es una idea, una teoría, sino el Acontecimiento que está en la base de la fe".
"Todos estamos llamados a ser santos", declaró el pontífice peruano-estadounidense al final de su catequesis, reflexionando sobre la reciente fiesta de Todos los Santos. "Los invito a adherirse cada vez más a Cristo, siguiendo los criterios de autenticidad ejemplificados por los santos", exhortó.
Llamamiento a la paz en Birmania
Al finalizar la audiencia general, el Papa hizo un breve llamamiento a rezar "por aquellos que sufren los efectos de los conflictos armados en diversas partes del mundo", mencionando en particular Myanmar (Birmania).
"Insto a la comunidad internacional a que no se olvide del pueblo birmano y a que le proporcione la asistencia humanitaria necesaria", dijo León XIV, continuando con los numerosos llamamientos realizados por el Papa Francisco por este país asiático que visitó en 2017 y que está desgarrado por varios conflictos entre la junta militar gobernante y las minorías étnicas.
I.Media, Aleteia
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