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miércoles, 12 de noviembre de 2025

Müller y Barron alientan a los obispos que callan por el miedo: «Debemos dar la vida por los fieles»

 «La Iglesia debe mantener su voz: nos atacan porque presentamos la verdad», expresó el cardenal

El obispo Robert Barron acaba de invitar a su canal de YouTube al cardenal Gerhard Ludwig Müller.

El obispo Robert Barron acaba de invitar a su canal de YouTube al cardenal Gerhard Ludwig Müller.

El cardenal Gerhard Ludwig Müller, conocido por su firmeza doctrinal, su ortodoxia y su mensaje nítido del Evangelio frente al progresismo, ha sido el último de los invitados en llevar fe, propósito y argumentos al conocido podcast Bishop Barron presents. La plataforma, alojada en el canal del obispo de Winona-Rochester -seguido por dos millones y medio de suscriptores- invita a las personalidades más destacadas del ámbito cultural, religioso o político: el congresista Tom Suozzi, la estrella del béisbol Trevor Williams o el converso Shia LaBeouf han pasado por los estudios de Robert Barron. Incluso el mismo Charlie Kirk confirmó su asistencia al mismo podcast diez días antes de ser asesinado, según relató el obispo en X.

No han pasado 24 horas desde la subida y ya son más de 30.000 los seguidores que han escuchado los pensamientos y argumentos de Müller respecto a temas tan variados como la evangelizaciónLeón XIV, un hipotético Concilio Vaticano III, la Iglesia alemana o incluso el feminismo contemporáneo, entre otros.

Uno de sus mensajes más esperanzadores han sido los dirigidos a los “muchos obispos” de la Iglesia que tienen miedo de los ataques provenientes de medios de comunicación o de la máxima woke del “solo eres mi amigo si compartes mis ideas”.

"Nuestra misión, dar la vida por los fieles"

Cardenal y obispo les recordaron que, más allá de la importancia de cada una de sus vidas, ser sucesores de los apóstoles debe ser “un título que subraye nuestra misión personal”. “Somos los buenos pastores [del Evangelio]. Debemos dar nuestra vida por la gente, independientemente de lo que diga o haga el lobo. Somos responsables de la vida eterna y también de una buena vida para las personas de este mundo”.

Buena parte de la entrevista giró en torno a la valentía y fidelidad al Evangelio, que debe combinar ortodoxia con astucia evangelizadora.

Debemos ser fieles a la verdad revelada por Jesucristo, pero también tenemos que proclamar el Evangelio bajo las formas modernas de comunicación”, expresó el cardenal.

Hablaban de ello en el contexto de la polarización actual de la Iglesia y la “cautela” con que la está abordando el Papa León XIV en torno a la división entre rupturistas como los alemanes y conservadores, remarcando que no pueden existir dos partes diferenciadas bajo el planteamiento “yo pertenezco a San Pedro, tú a San Pablo”.

La voz firme de la Iglesia frente a la ideología

Frente a esa división interna, los jerarcas recordaron que Cristo “trajo la cercanía, la amistad y el reino de Dios y la comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Solo bajo este prisma es posible proponer la verdad del Evangelio frente a las “ideologías y nuevas ideas del mundo”.

“La Iglesia debe mantener su voz clara, fuerte y pública. Nos atacan tanto porque si presentamos la verdad y la gente cree en la verdad de Jesucristo, estamos destruyendo su modelo de hacer dinero con los delirios del mundo. No son necesarias las drogas, el sexo en el sentido equivocado o sustitutivos: [las personas] tienen dignidad propia. Sois hijos e hijas de Dios. No necesitáis todos esos sustitutos, ideologías o drogas”, alentó Müller.

El cardenal Gerhard Ludwig Müller, grabando junto al obispo Robert Barron la última entrega de

El cardenal Gerhard Ludwig Müller, grabando junto al obispo Robert Barron la última entrega de "Bishop Barron presents".

"El feminismo no es bueno para la mujer"

Entre ellas, Müller y Barron apuntaron directamente a ideologías modernas como la cuestión de género o el feminismo, que definieron como “drogas para superar la sensación de que no eres nada”.

Hablando de las ideologías políticas o sociales como la ideología de género y el feminismo, el cardenal no dudó en afirmar que “el feminismo no es bueno para la mujer. La antropología cristiana católica es lo mejor para las mujeres, para los hombres, para los niños y para todos”.

En este sentido, no solo llamó a ser “conscientes de la importancia de la misión [cristiana] o de la superioridad de la fe sobre las ideologías”, sino también de ser audaces, “anunciarlo y no replegarse en la privacidad”: no hacerlo es, según él, la causa de “gran parte del problema”.

"Hemos perdido la valentía"

Hemos perdido la valentía”, agregó, “los criterios para una buena vida como obispo, para ser un buen obispo, no son [los mismos] para ser alabados en la prensa de izquierda o conservadora. No se puede identificar a alguien solo por la pertenencia a un partido político o a una ideología. Tu identidad consiste en ser hijo o hija de Dios. Esa es tu identidad, la identidad más profunda de cada persona. Y esto es superior a los partidos”.

El cardenal citó en multitud de ocasiones a Ratzinger y su famoso discurso de Ratisbona, lo que aprovechó para abordar “el voluntarismo”, según él, “gran enfermedad del pensamiento occidental”.

“Si Dios solo tiene voluntad, se vuelve arbitrario. Pero su voluntad es la expresión de su bondad. Todas las ideologías modernas son voluntaristas: Nietzsche, Schopenhauer, la ideología de género, el ‘tengo poder sobre mi cuerpo´”. Y cuando la voluntad se vuelve arbitraria agregó, se abre el camino a ideologías que pretenden rehacer la realidad según el propio deseo.

Gnosticismo, "el mayor desafío del cristianismo"

Junto al voluntarismo, Müller también abordó el resurgir del gnosticismo como uno de los mayores retos actuales del cristianismo.

“El Papa Francisco me pidió escribir un libro sobre el moderno gnosticismo, porque es el mayor desafío del cristianismo actual”, recordó el cardenal, que incluye como expresiones del mismo tanto la ideología de género como el relativismo.

“El cuerpo no es un instrumento que puedo manipular; forma parte de mi identidad. Dios se hizo carne, asumió nuestra realidad. Por eso también nuestro cuerpo participa de la salvación y de la resurrección”, subrayó. 

José María Carrera Hurtado, ReL

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