Dos de los heridos por bombas en la parroquia fallecieron por falta de medicinas básicas, recuerda Cáritas

Escena insólita: el Patriarca Latino y el Patriarca Griego de Jerusalén, juntos, en rueda de prensa cuentan en Jerusalén los horrores vistos en Gaza
Desde que empezó la guerra en Gaza, Israel no deja entrar a la prensa a la Franja, lo que dificulta saber lo que sucede allí.
Pero hace unos días, las tropas israelíes dejaron entrar al Patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, y al Patriarca Ortodoxo Griego, Teófilo III, que acudieron a la parroquia latina de Gaza después de que unas bombas israelíes cayeran sobre el edificio y mataran a 3 personas, causando varios heridos, entre ellos -leve- el párroco, el misionero argentino Gabriel Romanelli.
Ambos patriarcas, juntos, visitaron a los heridos y llevaron un cargamento de 500 toneladas de ayuda humanitaria: se recordará como un hito histórico. Hace ya 4 días el Papa León XIV telefoneó a cada uno de los dos patriarcas, para expresar su apoyo y, probablemente, coordinar la reacción de los jerarcas tras el ataque a la parroquia. El Gobierno italiano pidió a Israel ese día "que detenga las acciones militares y garantice plenamente la seguridad de los dos enviados en su importante misión" (el Patriarca Pizzaballa es un franciscano italiano, en Tierra Santa desde 1990).
Este martes 22 el Patriarca latino y el griego han convocado una insólita rueda de prensa conjunta a la que han acudido periodistas que quieren saber lo que sucede en la Franja de Gaza y de la que se han hecho eco medios generalistas de todo el mundo. También acudieron al acto otros patriarcas y obispos orientales, siríacos, armenios y anglicanos.
La conferencia empezó con un video preparado por la Oficina de Prensa del Patriarcado Latino, que presenta escenas reales que muestran la enorme destrucción en Gaza y el sufrimiento de la población (lo insertamos bajo estas líneas). Se recordó que en la parroquia latina de Gaza se refugian decenas de familias desplazadas, católicas, ortodoxas y musulmanas.
El Patriarca Teófilo III habló de esperanza en la severidad del dolor: "Entramos allí como servidores del Cuerpo sufriente de Cristo", dijo. En la parroquia, explicó, "presenciamos un profundo dolor y una esperanza inquebrantable. Nos arrodillamos en oración junto a los afligidos e impusimos nuestras manos a quienes anhelaban consuelo".
(Gran reportaje fotográfico de la visita de ambos Patriarcas a Gaza, en Facebook).
El Patriarca ortodoxo recordó que parte de la misión de la Iglesia es "defender la sacralidad de la vida y dar testimonio de la luz que ninguna oscuridad puede extinguir... A los niños de Gaza les decimos: la Iglesia permanecerá a vuestro lado". El Patriarca Griego de Jerusalén pidió a la comunidad internacional "romper el silencio", afirmando que "el silencio ante el sufrimiento es una traición a la conciencia".
Y citó las poderosas palabras de Jesús que los cristianos recuerdan siempre ante los que banalizan o glorifican las guerras: "Bienaventurados los constructores de la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5,9).

El Patriarca griego Teófilo y el cardenal Pizzaballa con una mujer herida en la parroquia latina de Gaza en julio de 2025
Por su parte, el cardenal Pizzaballa describió la experiencia vivida como devastadora pero con ejemplos de "maravillosa humanidad", como "madres preparando comida para otros" en medio de las "tiendas que se han convertido en hogares para quienes lo han perdido todo".
Pizzaballa dijo que Cristo está siempre presente en Gaza: «Está crucificado en los cuerpos de los heridos, presente en cada mano tendida para ayudar». Ambos religiosos, dijo, no fueron allí "como enviados políticos, sino como pastores. La Iglesia no abandonará a su pueblo".
"Nuestros hospitales, albergues, escuelas, parroquias —San Porfirio [la parroquia ortodoxa], la Sagrada Familia [la parroquia latina], el Hospital Árabe Al-Ahli [cristiano anglicano], Cáritas— son lugares de encuentro y convivencia para todos: cristianos, musulmanes, creyentes, incrédulos, refugiados, niños", detalló.
Y reclamó que pueda llegar la ayuda humanitaria con celeridad: "La ayuda humanitaria no solo es necesaria, es una cuestión de vida o muerte. Aplazarla no es una demora, sino una condena. Cada hora sin comida, agua, medicinas ni refugio causa un profundo daño».
"Es hora de acabar con este sinsentido, poner fin a la guerra y poner el bien común de los pueblos como máxima prioridad", insistió Pizzaballa.
El cardenal Pizzaballa concluyó apuntando en que una paz verdadera y duradera requiere un camino de reconciliación: «una reconciliación genuina, dolorosa y valiente. No olvidando, sino perdonando. No borrando las heridas, sino transformándolas en sabiduría. Solo un camino así puede hacer posible la paz, no solo política, sino también humana».
"Como pastores de la Iglesia en Tierra Santa, renovamos nuestro compromiso con una paz justa, con la dignidad incondicional y con un amor que trasciende todas las fronteras. No hagamos de la paz un eslogan mientras la guerra siga siendo el pan cotidiano de los pobres", protestó.
Los dos Patriarcas pidieron a los dirigentes del mundo el fin de la guerra, la liberación de los detenidos y el comienzo de un verdadero proceso de curación para Gaza y Tierra Santa.
También recordaron que el Papa León XIV durante el rezo del Ángelus pidió al mundo defender "el derecho humanitario y respetar la obligación de proteger a los civiles, así como la prohibición de los castigos colectivos, el uso indiscriminado de la fuerza y el desplazamiento forzado de la población".
Después, se dio lectura a un discurso del príncipe jordano Hassan bin Talal, tío del rey Abdalá II de Jordania, que a raíz de las bombas caídas en la parroquia católica declaró: "Ante los continuos ataques a lugares de culto, debo decir que estos actos constituyen crímenes graves, inaceptables para cualquier conciencia humana. Las mezquitas, iglesias y lugares de culto son las casas de Dios y santuarios para quienes creen en Él. Violarlos es un atentado contra la libertad de culto, un derecho humano, legal y moral inalienable que no puede dividirse ni comprometerse. A pesar de todo, los cristianos de Gaza, al igual que sus hermanos y hermanas musulmanes, se mantienen firmes ante la injusticia, la destrucción, la violencia y la intimidación desde el comienzo de esta guerra».
Después ambos Patriarcas respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre los cristianos en Gaza y los mecanismos para entregar ayuda.
Pizzaballa, contundente en Radio Vaticano: los niños mutilados, cegados...
El cardenal Pizzaballa fue entrevistado por VaticanNews el lunes. Habló de sus palabras de ánimo a los cristianos de Gaza, a los que dijo: "Estáis en el corazón de todas las Iglesias y de todos los cristianos del mundo. Cuando regrese a Jerusalén os puedo asegurar que haremos todo lo posible para detener esta guerra sin sentido. Trabajaremos en ello y al final lo conseguiremos".
Pizzaballa ya había estado hace un año en Gaza, pero ahora, dice, ha visto mucha más destrucción, "las enormes extensiones de tiendas de campaña que antes no estaban allí. Cuando fui antes, estaban todas en el sur, se estaba cerrando el corredor de Netzarim. Volvieron a subir, ahora hay más de un millón de personas que no tienen dónde vivir. Especialmente a lo largo del mar, hay largas extensiones de tiendas de campaña, donde la gente vive en condiciones extremadamente precarias, tanto desde el punto de vista higiénico como en todos los demás aspectos. Y luego, la otra imagen es la del hospital: los niños mutilados, cegados por las consecuencias de los bombardeos..."

Obispos siríacos, armenios, latinos y protestantes de Tierra Santa acompañan a Pizzaballa y Teófilos III en su denuncia de la guerra
Los que se refugian en la parroquia tienen más protección pero les falta comida, "hace meses que no ven verduras, no ven carne, como todo el mundo, en fin".
Sobre celebrar misa mientras se oyen bombas y explosiones, como él mismo vivió en Gaza, dijo: "El primer día impresiona un poco, luego te acostumbras. He visto que ya nadie le presta atención. A nosotros también nos pasó. Veo que el hombre es capaz de acostumbrarse a todo. A veces los golpes más cercanos, después de los cuales tiembla todo el edificio, impresionan un poco, pero luego también te acostumbras a eso. También causa una impresión, que las imágenes no pueden reproducir, el olor, el humo, el olor de las explosiones, el olor que dejan tras de sí".
Se mostró convencido de que los gazatíes no se irán nunca de allí y que reconstruirán lo que puedan en cuanto puedan.
Sobre la falta provocada de alimentos, dijo: "No podemos entender las razones de todo esto y, como bien ha dicho el Papa -y nosotros también lo repetimos todo el tiempo-, todo esto no se puede justificar. Me gustaría dejar clara una cosa: no tenemos nada en contra del mundo judío y no queremos en absoluto aparecer como los que van en contra de la sociedad israelí y en contra del judaísmo, pero tenemos el deber moral de expresar con absoluta claridad y franqueza nuestra crítica a la política que este gobierno está adoptando en Gaza".
También señaló que los pastores cristianos "nunca nos hemos dedicado sólo a los cristianos. Era nuestro deber, como pastores, visitar a nuestra comunidad, pero desde el principio siempre hemos tenido muy claro todo lo que ocurre en toda Gaza y todas nuestras actividades, ya sean hospitales, Cáritas, ayuda, son principalmente para toda la comunidad, empezando por nuestros vecinos, son para todos. El Patriarcado Latino, nuestra diócesis, llega -cuando las fronteras todavía lo permitían, pero lo retomaremos pronto- a más de 40.000 personas, son casi todos prácticamente musulmanes".
Mahmoud Abbas y el Papa: los lugares de culto no deben atacarse
En la mañana del lunes 21, el Papa León XIV recibió una llamada telefónica de Mahmoud Abbas, Presidente del Estado de Palestina. Según una nota vaticana, el Papa reiteró su llamamiento a que se respete el derecho internacional humanitario, se proteja a los civiles y los lugares sagrados y se impida el desplazamiento forzado de la población.
Ambos hicieron hincapié en la urgencia de socorrer a los más expuestos a las consecuencias del conflicto y de permitir la entrada adecuada de ayuda humanitaria.
León XIV, además, recordó el décimo aniversario del Acuerdo Global entre la Santa Sede y el Estado de Palestina, firmado el 26 de junio de 2015 y que entró en vigor el 2 de enero de 2016.
Israel usa el hambre contra civiles en Gaza, denuncia Unrwa
Mientras Pizzaballa difunde fotos y vídeos de refugiados y destrozos, la agencia de Naciones Unidas para Palestina, la Unwra en su cuenta en X reclama: "Levanten el asedio: permítannos llevar alimentos y medicinas". La Unrwa afirma tener suficiente ayuda alimentaria al otro lado de la frontera para alimentar a 2,1 millones de habitantes del enclave durante más de tres meses. Pero Israel impuso un bloqueo total a Gaza a principios de marzo, impidiendo la entrada de ayuda.
A finales de mayo Israel permitió a una entidad norteamericana llamada "Fundación Humanitaria de Gaza" establecer puntos militarizados de reparto de ayuda, pero en esos lugares a menudo hay conflictos y disparos contra civiles, y ya habrían muerto más de 900 palestinos por disparos en esos puntos de "ayuda", según las autoridades sanitarias locales, controladas por Hamás. Las fuentes gazatíes que controla Hamás hablan de al menos 86 personas, entre ellas 76 niños y 10 adultos, fallecidos por inanición y desnutrición.
Que se usa el hambre como arma contra civiles lo ratifican ONGs como la estadounidense de tradición musulmana Rahma Worldwide. Médicos del hospital Al Nasser, en el sur del país, confirman que algunas familias recurren ahora al uso de agua salada para intentar calmar los estómagos hambrientos de sus hijos. El agotamiento de las reservas ha hecho que se dispare el coste de los pocos alimentos disponibles en los mercados de Gaza. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó a principios de julio de que el precio de la harina para hacer pan es 3.000 veces superior al del periodo anterior a la guerra.

El cardenal Pizzaballa en julio de 2025 el hospital de Cáritas Jerusalén en Gaza, de los pocos que aún funcionan, casi sin medios
Cáritas Internacional mantiene 4 centros de reparto: un bloqueo casi total
En entrevista con Vatican News, Alistair Dutton, Secretario General de Caritas Internationalis, recordó que dos de los tres cristianos que murieron por las bombas israelíes en la parroquia latina de Gaza estaban en la tienda de atención de Cáritas Jerusalén, que ofrece "apoyo psicológico a personas que viven en condiciones insoportables".
Dutton detalla que antes de marzo pudieron entrar 600 camiones con ayuda a la Franja, pero desde marzo la ayuda "ha sido prácticamente bloqueada y el nivel de ayuda que entra es una fracción". Los puntos de distribución que Cáritas usaba anteriormente han sido suspendidos. Hoy Cáritas cuenta solo con 4 centros de distribución de alimentos en toda la Franja.
Muchas clínicas y hospitales han sido cerrados, y los que aún funcionan apenas tienen recursos. Tras el ataque a la parroquia de la Sagrada Familia, “dos de las personas heridas que fueron llevadas al hospital posteriormente murieron, fallecieron por falta de suministros médicos básicos”.
Dutton reiteró la necesidad urgente de “acceso humanitario a gran escala, de forma claramente humanitaria y adecuada”. "Cada día, entre veinte y treinta personas son baleadas solo por intentar conseguir los alimentos que necesitan y que han sido provistos para sus familias", asegura Alistair Dutton, quien pide, como muchos otros, reconocer y proteger los lugares de refugio, como iglesias, escuelas y centros de salud.
A comienzos de julio, el ministro de Defensa de Israel habló de obligar a que los palestinos de Gaza se concentren en un campamento en Rafah que llamó “ciudad humanitaria”. Pero el dirigente de Caritas Internationalis denuncia que se trata de una zona sin instalaciones, alojamiento ni saneamientos. "No hay nada en ese lugar en este momento, y sin embargo ordenan a la gente que se marche hacia allí”, protesta, recordando que no es lícito forzar a la gente a desplazarse.
"Hablemos con claridad al Estado de Israel y digamos que esto no puede continuar, y que otros países deben dejar de proporcionar el apoyo que permite a Israel seguir cometiendo estas atrocidades contra el pueblo de Gaza", explica este escocés que lleva 3 décadas trabajando con Cáritas y ha seguido de cerca proyectos en 70 países.
Así, el directivo de Caritas Internationalis, insiste: “Necesitamos que los bombardeos y las atrocidades se detengan de inmediato”.
Desde su país es posible ayudar a través de Cáritas con Tierra Santa, aquí.
Pablo J. Ginés, ReL
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